Las perturbadoras desapariciones

Por Victoriano Martínez

La desaparición de personas y la consecuente movilización que resulta necesaria para su localización representan un tema tan sensible que, en sí mismas, resultan perturbadoras de la tranquilidad de una sociedad.

Considerar la desaparición y búsqueda de personas como un territorio más de la disputa por el poder lleva a tal extremo la de por sí denigrada política por los politiqueros, que el envilecimiento de la actividad pública rebasa todos los límites y se convierte en un agravio adicional para la sociedad.

Los extremos se unen. Si, como dice el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, hay quienes aprovechan la zozobra para exagerar la situación en perjuicio de la acción gubernamental, condenable. Pero también es de condenar si se minimiza la gravedad del problema para contrarrestar esa presunta acción de los opositores al gobierno.

Quizá la condición de agravio adicional para la sociedad de sólo insinuar esa otra disputa, señalada por Gallardo Cardona en un video publicado en Facebook, explique el sinnúmero de comentarios cargados de indignación que generó esa transmisión y el posterior ofrecimiento, por esa misma vía, de 100 boletos gratis para el partido de futbol San Luis-Mazatlán.

El gobernador advirtió que se trata de la difusión de información falsa para generar mayor intranquilidad. “Pedirles su ayuda para que no se comparta este material, en San Luis Potosí hay dos casos relevantes únicamente”, agregó.

“La verdad es que se están divulgando videos en lugares donde no es ni San Luis Potosí, se fabricaron muchos audios de Whatsapp, y la verdad es que no se vale que jueguen con la tranquilidad de las y de los potosinos.

“No se vale que este tipo de actores, este tipo de gente, esté tratando de ensuciar el gobierno, tratando de jugar con la tranquilidad de las y de los potosinos (…) Son medios hechos en Facebook, no son medios serios”, descalificó en el video que transmitió a las 8:46 horas de este viernes por… Facebook.

Aseguró que ya se busca a los responsables y advirtió que es la última vez que trata el tema para no ayudar a viralizar información falsa “a este tipo de tipejas y tipejos, bueno tipejos más bien porque muchos de ellos son hombres que están divulgando los materiales falsos y, bueno, pues cuídense mucho”.

Los extremos de esa falsa disputa en un terreno que no corresponde a la atención que el problema requiere llevaron a Astrolabio Diario Digital a requerir a la autoridad las cifras oficiales que muestren la magnitud real sobre la situación de desapariciones y búsquedas de personas.

La sorpresa fue que no hay (o no quisieron dar a conocer) un seguimiento estadístico y las autoridades remitieron ¡a buscar entre las fichas de búsqueda publicadas en su página oficial de Facebook!

Abelardo Medellín presentó este viernes el resultado de ese seguimiento y, de entrada, quedó expuesta la desproporción con que Gallardo Cardona minimizó el tema: durante los primeros 89 días del año han desaparecido dos personas diarias en promedio, un hombre y una mujer.

Un total de 202 desapariciones, de las cuales en 90 casos la persona no ha sido localizada. ¿Qué les quiso decir Gallardo Cardona a los familiares de los 88 desaparecidos que no considera relevantes? ¿Acaso no tienen derecho a movilizarse y difundir su búsqueda para que no ensucien su gobierno?

En los últimos tres meses se han acumulado dos desapariciones diarias, es decir, cada potosino sale a la calle con la posibilidad de convertirse en la mujer y el hombre que va a desaparecer ese día sin que para la autoridad responsable de garantizarle la seguridad de que así no ocurra lo considere relevante.

De los datos recopilados y sistematizados por Abelardo Medellín, y no por la autoridad, se puede desprender, por ejemplo, entre qué edades se encuentran los mayores riesgos de convertirse en un nuevo caso de desaparición.

Llama la atención que entre los varones prácticamente no hay variación al aparecer las cifras más altas entre los 17 y los 33 años de edad, en tanto que en el caso de las mujeres es muy marcada la tendencia a que desaparezcan a jovencitas entre los 13 y los 19 años de edad, que acaparan más de la mitad de los casos.

Un panorama conforme a los datos oficiales que perturba la tranquilidad por sí sólo y llama a toda la sociedad a mantenerse alerta… más, si la autoridad está más preocupada porque esa intranquilidad manche su gobierno, antes que por aliarse con la sociedad para hacer frente al problema.

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