Centinela: Jueves negro

Antonio González Vázquez

El jueves cuatro de agosto fueron reportadas 90 víctimas de homicidio doloso en todo el país. Ese día, San Luis Potosí encabezó el ranking diario que lleva la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Con ese reporte, el presidente Andrés Manuel López Obrador inició ese jueves la reunión de la Mesa Nacional de Seguridad y pudo atestiguar que San Luis Potosí encabezó a las 32 entidades federativas con 13 víctimas.

Ese informe omitió a las dos víctimas encontradas en una fosa en San Ciro de Acosta, el dato preciso de víctimas de ese jueves negro fue de 15.

Desde el 01 de enero de 2019, el Gobierno Federal publica el Informe de Seguridad para contabilizar el número de víctimas por homicidio doloso. Desde entonces, San Luis Potosí no había encabezado esa estadística.

El día 4 de agosto, la entidad potosina superó al estado más violento en los últimos dos años: Guanajuato que, ese día, tuvo 13 víctimas.

Al presidente debió llamarle la atención ese dato. Participa en todas las mesas de cada día y por tanto, conoce de la incidencia por cada entidad.

Ese informe lo presenta la titular de la SSPC, Rosa Icela Rodríguez Velázquez; contiene datos proporcionados por las fiscalías generales de cada estado y por un grupo interdisciplinario integrado por las secretarías de la Defensa Nacional, Marina y Fiscalía General de la República.

La Mesa de Seguridad se realiza a puerta cerrada y aunque se difunde la estadística, se desconoce lo que se informa, analiza y comenta en el gabinete nacional de seguridad en torno a los hechos más relevantes de las últimas 24 horas.

En la sesión del 5 de agosto, al presentarse el informe al presidente, previo a “La Mañanera” en palacio nacional, algo debió plantearse sobre el caso de San Luis Potosí, no solo porque el estado nunca había alcanzado tal número de víctimas en un solo día, sino también por el tipo de incidente ocurrido.

Puede ser que el presidente haya preguntado: ¿Qué pasó en San Luis Potosí?, y que acto seguido, le rindieran un informe puntual.

De haber sido así, ¿cuál habrá sido la conclusión presidencial?

Quizá llegó a pensar que se trató de algo excepcional pues San Luis Potosí, en el panorama nacional, es de las entidades con menor incidencia delictiva de alto impacto.

O pensó que en San Luis Potosí el aparato de seguridad es eficiente y está enfrentando a los criminales, lo cual no deja de ser algo positivo pese a que con ello se confirme la existencia de células criminales tan poderosas que cuentan con personal, armamento y equipo táctico para hacer frente a las fuerzas del orden.

Y por qué no, tal vez habría recordado que hace unas semanas, en “La Mañanera” un reportero de San Luis Potosí le hizo un relato de eventos mortales en los últimos dos meses, aunque aprovechó para lanzar acusaciones contra el gobernador José Ricardo Gallardo Cardona.

López Obrador atendió esa arista y su respuesta se desvió del tema de la inseguridad para llevarla al plano político, fue cuando sentenció que en San Luis Potosí hay polarización política, de manera que unos están a favor y otros en contra del gobernador.

Para responder al asunto de la inseguridad, cedió la palabra al subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía Berdeja quien se refirió a sucesos ocurridos entre junio y julio en distintos municipios de la entidad.

“Efectivamente se han presentado eventos, sobre todo en la huasteca, pero ya se está en coordinación con el fiscal José Luis Ruiz Contreras para establecer una célula de trabajo anti homicidios y antisecuestros para acelerar la persecución criminal y las investigaciones,” dijo el pasado 14 de julio.

Recordó que “el pasado 24 de junio, fue detenido Adrián N., hijo del líder de una célula criminal del cártel del Golfo, esta operación que se realizó en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez generó una serie de acciones de este grupo criminal, sin embargo, Adrián N., ya está vinculado a proceso por diversos delitos y se seguirá actuando”.

Anunció que, “el Centro Nacional de Inteligencia establecerá un grupo operativo, se trabajará con estados vecinos para establecer un blindaje junto con el área de seguridad en carreteras de la Guardia Nacional”.

Los hechos en San Ciro de Acosta, Rayón y Rioverde que arrojaron 15 muertos, ocurrieron en la Zona Media, lo que indica que ya no solo es la huasteca y la zona metropolitana de la capital y Soledad de Graciano Sánchez. Los criminales parecen estar en todas las regiones del estado.

El 23 de junio, el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández de gira por la capital, anunció el apoyo de la federación a la estrategia de seguridad con el envío de 400 elementos de la Guardia Nacional; solamente llegaron 200.

Ese respaldo con más efectivos, es indicativo de que en San Luis Potosí los criminales avanzan y que se hace necesaria una mayor presencia policial y militar. Eso es indudable, pues no habría razón para aumentar el número de efectivos de la Guardia Nacional si San Luis fuese una entidad segura.

Desde la noche del jueves y hasta el viernes 5 de agosto, San Luis Potosí no solo captó la atención en la Mesa Nacional de Seguridad sino también la de todo el país: medios nacionales y locales tradicionales, portales de noticias, noticieros de radio y televisión destacaron el enfrentamiento de la Guardia Civil en Rayón con saldo de 13 muertos.

Les faltó sumar a la cuenta el hallazgo de la fosa donde estaban semienterrados, el cuerpo de un elemento de esa corporación y de una mujer. Eso había sido en la madrugada y presuntamente fue un acto relacionado con el enfrentamiento. Es la primera baja de esa nueva institución.

La del jueves 4, fue una jornada violenta y lamentablemente, es algo que podría presentarse nuevamente, pues el Gobierno del Estado ha confirmado la existencia de células criminales que se pelean la plaza por el mercado de venta de drogas.

La Guardia Civil que inició operaciones en mayo pasado, ya había sostenido enfrentamientos armados en varios puntos del estado. Es el ejercicio de las funciones para las que fue creada la institución, habría que confiar en que tengan éxito en la peligrosa y compleja labor de garantizar la seguridad de la población.

Su actuación en los hechos de Rayón y San Ciro demostró eficiencia y buenos resultados, aunque el saldo ha sido fatídico.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias NOTIMEX, La Jornada y Milenio.

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