Abelardo Medellín Pérez
La diferencia, abismal y necesaria, entre sinergia y servilismo, parece ser una obviedad que pasa desapercibida frente al alcalde Enrique Galindo Ceballos cuando está ante la presencia del gobernador Ricardo Gallardo Cardona.
La tarde de este martes 9 de agosto, luego de entregar las obras rehabilitadas de Av. Carranza en la capital en un evento donde también estuvo presente el gobernador, Galindo Ceballos dio a los medios la autopercepción que tiene él de su relación con Gallardo Cardona:
“La verdad lo digo con mucho respeto para los demás alcaldes y a las pruebas me remito, no sé por qué se volvió una regla estar peleado con el gobernador, yo me llevo muy bien con él, la ciudad gana, la ciudadanía gana y la verdad yo soy muy abierto a eso. Nos llevamos muy bien Ricardo Gallardo y yo. Nos apoyamos. Hoy yo lo apoyo mucho en la feria, una gran feria, y él me apoya creciendo la ciudad, así que no voy a perder la oportunidad de llevarme bien con él para que la ciudad crezca”.
Muy acertado sería pensar que la relación descrita por Galindo Ceballos es una de apoyo mutuo en la que, de forma transaccional, el alcalde capitalino ayuda al gobernador con sus iniciativas que involucran a la ciudad y a cambio Gallardo Cardona aparece en dos o tres eventos, invierte en la ciudad uno o dos mil millones de pesos y solicita el aplauso dirigido al alcalde en cada evento popular.
Una apreciación mas ideal sería creer que, el ánimo conciliador y cooperativo de Galindo, se debe a una aspiración por trabajar en sinergia con el gobierno; en una relación donde la acción conjunta de alcalde y gobernador tenga el objetivo de desarrollar la ciudad.
Ciertamente ambas posibilidades, aunque podrían guardar cierta vigencia si se le pregunta a cualquiera de los dos, palidecen ante lo que en realidad ha pasado cuando revisamos la relación entre alcalde y gobernador del actual sexenio.
A las pruebas nos remitimos, diría el alcalde.
Cuando se anunció la participación del alcalde Galindo Ceballos como patrocinador del día de “garnachas” gratis en la Feria Nacional Potosina, esta revelación no la dio su equipo de comunicación o el patronato, ni siquiera el propio Galindo. El anuncio fue hecho público por el propio gobernador durante el arranque de obras de construcción de la nueva “Área Recreativa Libertad” el pasado 19 de julio.
Mientras Galindo aparecía como el alcalde del municipio que recibía la obra, le tocó recibir por igual el mandato hecho al hervor que ordenó el gobernador cuando dijo: “Vamos a organizar un día de comida gratis, un día que le toque al presidente de San Luis garnachas”, a Galindo Ceballos, no le quedó más que asentir y acatar.
Al día de hoy, Galindo ha asumido plenamente su papel como patrocinador de una feria en la que él no figura más que en las carriolas y un stand para promoción del municipio.
Este es un ejemplo reciente, pero algunos podrían argumentar que la injerencia liminal del gobierno estatal en actividades que le tocan municipio, como la rehabilitación de una decena de calles, es ejemplo indirecto de este ánimo, no de colaborar, sino de acatar sin chistar.
Galindo no tuvo opción de anunciar su participación en la Fenapo, solo le han permitido elegir cómo es que cooperará en la que es, en palabras del presentador que habló durante la inauguración, “la feria de Ricardo Gallardo”.
Quizá tanta sinergia servil tenga frutos a futuro o sea el cumplimiento de un pacto expreso o tácito, pero llama la atención el ahínco con el que Galindo busca cooperar, sobre todo si recordamos que, desde Palacio de Gobierno del Estado, Gallardo Cardona ha declarado su total apoyo para la salida de Soledad de Graciano Sánchez del Interapas, organismo donde el presidente de la Junta de Gobierno es el propio Galindo; sorprende por igual el servilismo ante las intenciones de regresarle la categoría de municipio a Villa de Pozos, sin pensar en la merma de ingresos propios que significará eso para la capital.
Mientras el gobernador propone restar territorio a San Luis Potosí y ofrece 60 millones de pesos de la CEA para facilitar la salida de Soledad del Interapas, el alcalde acata con prontitud su orden de servir la comida el 25 de agosto y presume que entre gobiernos el apoyo es mutuo.
Más que una actitud de resistencia u oposición a las ordenes del gobierno estatal, un buen punto de partida para sopesar la relación entre funcionarios podría ser: ¿qué tan conveniente es que Galindo Ceballos atienda todas las órdenes y sugerencias del gobernador?
Pregunta que deberá hacerse para sí el propio alcalde en vista de que, ante la demanda por la que la empresa Energreen San Luis S.A.P.I de C.V. busca cobrar al ayuntamiento un finiquito de más de 435 millones de pesos, el gobernador propuso que el ayuntamiento no pagara dicho cobro.
Sin saber la naturaleza de este finiquito, sin conocer el tema o su cause legal, el gobernador hizo un llamado a la moratoria y sugirió que, como su gobierno, el alcalde no pague si es que le intentan cobrar.
¿Por qué Gallardo Cardona sugeriría que Galindo Ceballos no pague sus moratorios?, ¿será que teme que eso ponga en riesgo el día de garnachas gratis?
Mientras se deciden si son saludos amistosos o marciales, la sinergia y el servilismo parecen dos formas de relacionarse con el poder cada vez menos distinguibles una de la otra en San Luis Potosí; hay quien dirá que siempre ha sido así, otros dirán que ante antes no se notaba tanto y que ahora ya se nota.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es reportero de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.