Antonio González Vázquez
En la nueva era de La Gallardía, en San Luis Potosí se sigue viviendo con miedo. Los tiempos del miedo, no se han ido.
El gobernador José Ricardo Gallardo Cardona rinde hoy su primer informe de gobierno. A menos que él tenga otros datos, las estadísticas oficiales muestran que el cambio no se nota.
Se dice que las comparaciones son odiosas, pero sí ilustrativas.
En el primer año de gobierno del priista Juan Manuel Carreras López, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se cometieron 302 homicidios dolosos relacionados con la delincuencia organizada.
En los primeros once meses del primer año de la nueva era de gobierno, hubo 573 víctimas.
Durante el sexenio anterior, sumaron 3 mil 628 víctimas de homicidio doloso, lo que arrojó un promedio anual de 604.6 anualmente.
Suponiendo sin conceder que en la nueva era se sostenga el promedio de esos delitos mortales observado en el primer año, al cierre de la administración estaría alcanzando un total de 3 mil 438, lo que representaría una disminución mínima.
Es decir que, en el caso de la inseguridad, la violencia y las muertes, en el primer año del gobernador Gallardo no se puede decir que hay buenas noticias.
El gobierno de Carreras fue de menos a más en cuanto a la cifra de ejecutados, esa es una verdad incontestable y cerró como el más mortal en la historia potosina.
En su caso, el de Gallardo no está empezando nada bien, así lo reflejan los números. Su reto que es enorme, es lograr revertir la incidencia mortal para que vaya de más a menos.
Tendría que suceder algo que está ocurriendo a nivel nacional.
Durante la primera mitad del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, el número de homicidios dolosos creció, pero ya en el cuarto año, no solo logró detener ese aumento, sino que ha logrado hasta agosto pasado, una disminución de 10 por ciento.
La meta de la cuarta transformación es concluir el sexenio con una disminución de ese delito en 15 por ciento.
Visto así, Gallardo Cardona enfrenta un escenario similar.
El gobierno de Carreras López no logró contener y mucho menos disminuir, sino que fue creciendo año con año en el número de homicidios dolosos.
Como se expone en líneas anteriores, en su primer año hubo 302 víctimas de homicidio, pero en su último año, la cifra fue escandalosa con 703.
La administración de Gallardo, recibió entonces, una entidad con una dinámica al alza que, en su primer año no ha logrado atajar.
A López Obrador le llevó la mitad del sexenio alcanzar el punto de contención y de ahí, se ha iniciado una disminución gradual que, aunque aún muy ligera, ya representa buenas señales.
Para que ocurra algo similar en San Luis Potosí, se requiere de una estrategia consistente y efectiva con vistas al mediano y largo plazo.
Creó la Guardia Civil Estatal y eliminó la Secretaría de Seguridad Pública para enfrentar la emergencia provocada por la inseguridad. Hay presencia y coordinación con la Guardia Nacional y las fuerzas armadas. Esa es la gran apuesta.
Se han presentado incidentes tan violentos como mortales con presuntas organizaciones delictivas, algo que, en efecto, antes no se hacía.
Paradójicamente, eso no ha contenido y mucho menos revertido la percepción social de inseguridad. Hay muchos muertos y miedo desbordante.
En ese sentido, el informe del gobernador tendría que revelar datos precisos sobre cuál es el estado de cosas que en materia de seguridad priva en la entidad.
No podemos engañarnos. El problema es grande y es necesario describirlo con rigor para que la sociedad conozca el tamaño de tan lamentable situación.
No hay razones para el optimismo al que se evoca al hablar de una nueva era o de un cambio que, afirman, ya se nota.
Cuando disminuyan el índice de percepción de inseguridad y el número de víctimas mortales, entonces se podrá decir que vamos bien. Antes, no.
Aun así, no puede pasarse por alto que la percepción de inseguridad no resulta únicamente de los homicidios dolosos, sino que proviene de otros delitos del fuero común que lastiman cotidianamente a la sociedad.
A eso también se le debe poner más atención desde la prevención.
Así como el presidente López Obrador llama a los gobernadores a comprometerse y trabajar más en la labor de garantizar la seguridad, a nivel local en San Luis, las y los presidentes municipales tendrían que ser más proactivos y eficientes porque hasta el momento no lo han sido.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias NOTIMEX, La Jornada y Milenio.