Fernanda Durán
El presidente Andrés Manuel López Obrador negó que el Ejército espíe a periodistas y opositores a través del software Pegasus, luego de que una investigación revelara que durante su administración han espiado al menos a dos periodistas y un activista por los derechos humanos por medio de sus dispositivos móviles.
Durante la conferencia matutina de este martes, el mandatario se opuso a la investigación realizada por Proceso, la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), Animal Político y Aristegui Noticias, en la que se reveló que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) utilizó el programa Pegasus para espiar a periodistas y activistas.
“No es cierto que se espíe a periodistas o a opositores, no somos iguales a los anteriores [gobiernos], no es cierto. Yo hice el compromiso de que nadie iba a ser espiado (…) Si tienen pruebas que las presenten”, expresó.
Por esta razón Nayeli Roldán, periodista de Animal Político, dio a conocer que ya fue interpuesta una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República (FGR), a lo que el presidente replicó: “Hay que esperar a que la Fiscalía resuelva y no hay ningún problema”.
López Obrador aseguró que el Ejército solo realiza actividades de inteligencia, distinto al espionaje, y además atribuyó esta investigación como un intento de igualarlo con los gobiernos anteriores.
“[Sedena] tienen labores de inteligencia que llevan a cabo, que no es de espionaje, que es distinto. Nosotros no espiamos a opositores y lo que buscan nuestros adversarios es equipararnos con los gobiernos anteriores, y no somos lo mismo”, explicó.
El jefe del Ejecutivo declaró que es “indebido y contrario a sus principios”, ya que él también fue espiado por años, por ello compartió que entre 1979 y 1988 fue perseguido y vigilado, cuando fungía como encargado del Instituto Nacional de Independencia.
Agregó que su Gobierno no tiene interés en vigilar a personajes opositores como el periodista Ricardo Raphael, uno de los denunciantes que encontró el malware en su celular, del que se refirió como alguien “predecible”.
“Uno de los que se queja es el señor Ricardo Raphael, qué caso tendría espiarlo, la verdad él no es un criminal, él es simpatizante del movimiento de derecha o conservador en el país (…) ni siquiera leo sus artículos porque es predecible, o sea qué interés vamos a tener en estarlo espiando, yo creo que sería una pérdida de tiempo”.
La investigación conocida como “Ejercito Espía” incluye los casos de Raymundo Ramos, defensor de los derechos humanos en Tamaulipas; del periodista Ricardo Raphael y un periodista del medio de comunicación Animal Político, cuyos teléfonos móviles fueron intervenidos entre 2019 y 2021.
En el documento se indica que los involucrados fueron espiados mientras realizaban investigaciones sobre violaciones a los derechos humanos cometidos por autoridades de la Sedena.
“Los hallazgos de esta investigación demuestran que el Gobierno Federal ha incumplido su compromiso de terminar con el espionaje ilegal en México, además de refutar las tesis sobre las que se ha basado la administración actual para profundizar la militarización en el país”, señala el texto.
Mientras tanto, las organizaciones Artículo 19, el Centro Prodh Agustín Juárez y la R3D acusaron que la Sedena aún realizan labores irregulares de espionaje en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo con la investigación, en 2019 la Sedena adquirió Pegasus, revelado tras el hackeo a la dependencia, por ello R3D aseguró que es probable que existan más víctimas; especialistas de Social TIC, R3D y Citizen Lab concluyeron que algunas de estas vulneraciones se hicieron sin necesidad de que las víctimas hicieran clic en un enlace.