Marcela Del Muro
“Ya me habían robado. Ahorita se volvieron a meter, (unos vecinos) alcanzaron a encerrarlos, pusieron candados por afuera y no se han podido salir. He estado tratando de hablar al 911, no tengo respuesta. ¿Quería ver si me apoyaban a marcar?”, el pasado 22 de septiembre, a las 11 de la mañana, llegó este mensaje a un grupo de WhatsApp de residentes de la zona centro de la capital potosina.
Una vecina se comunicó con un comandante de la Marina, otro más logró contactarse con la policía y algunos solidarios acudieron a la propiedad localizada en el Barrio de San Miguelito para acompañar y hacer presión contra los delincuentes.
Lamentablemente, la policía tardó demasiado tiempo en llegar, el grupo de ladrones escapó por las azoteas vecinas y, se cree, salieron corriendo por un estacionamiento público.
Este no es un caso aislado, el área centro de la capital –y en general toda la ciudad– tiene más de un año viviendo reiterados episodios de violencia: robos a casas y oficinas, asaltos en la vía pública y a negocios; robos de carros, baterías, catalizadores o cualquier objeto valioso que contengan los autos; narcomenudeo; ocupación de casas abandonadas que se utilizan como guaridas de delincuentes e, incluso, violación y asesinatos.
“Las últimas cifras que reveló el Semáforo Delictivo de San Luis Potosí capital, exhiben que durante el mes de agosto se cometieron un total de 134 robos a negocios y 120 incidentes de narcomenudeo”, detalló la periodista María Ruiz.
Cuatro días después del robo, el 26 de septiembre, el alcalde capitalino Enrique Galindo Ceballos develó las “letras monumentales” del Barrio, colocadas enfrente de la iglesia de San Miguelito.
Una vecina del grupo de Whats acudió al evento con una cartulina que decía: “Queremos seguridad en el Barrio. Nos están robando”. El presidente municipal, al verla y escucharla, le pidió sus datos y se comprometió a acudir a una reunión de trabajo junto a los vecinos para entender y atender las demandas en materia de seguridad.
Reunión de trabajo vecinal
El pasado 1 de octubre a las 10 de la mañana, en el atrio de la iglesia de San Miguelito, se llevó a cabo la reunión de los vecinos del centro con el presidente municipal, que estuvo acompañado por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Juan Antonio Villa Gutiérrez; el director de Desarrollo Social, Martín Juárez Córdova, y algunos elementos de la policía municipal.
Los vecinos comenzaron a relatar sus experiencias, descubrimientos y preocupaciones sobre la seguridad en la zona, mientras las autoridades municipales tomaban notas.
Al igual que muchas otras colonias en la capital, la mayoría de las casas de esta zona se conectan por las azoteas; eso ha facilitado que los delincuentes entren y salgan de las viviendas con gran facilidad. Los grupos de ladrones identifican casas abandonadas que les dan acceso a las casas contiguas. Esto ha hecho que los vecinos estén más alertas de los movimientos en las casas vecinas.
En el área del Centro Histórico y San Miguelito, los vecinos han detectado puntos donde se resguardan los grupos delincuenciales y se consideran focos de violencia, como los anexos de recuperación para drogodependientes, las casas abandonadas que han sido invadidas y vulcanizadoras.
Los vecinos de San Miguelito recordaron a las autoridades que la mañana del 23 de mayo, una menor de edad fue víctima de robo y violencia sexual en el callejón de León García, a un costado de la iglesia, cuando se dirigía a la secundaria. “Esto fue algo que nos indignó a todos y no podemos permitir que se repita”, señaló una mujer que habita la zona.
Los residentes de la zona también han detectado que drones sobrevuelan sus casas. Se cree que así los vigilan, pues con ellos pueden observar de forma certera si hay personas en las casas o están solas. “Tenemos que unirnos porque ellos nos están ganando en tecnología”, menciona un vecino.
Comités de seguridad ciudadana
Las autoridades capitalinas presentaron a los presidentes de los Comités de Seguridad Ciudadana de la zona centro, muchos vecinos se sorprendieron, no estaban enterados de dichos comités y del programa. En el evento con el alcalde no se profundizó en el tema, pero se pidió la vinculación y apoyo de todos los habitantes de la zona porque “la ciudadanía puede evitar el 80 por ciento de los delitos sin necesidad de hablar a la policía”.
El 14 de junio pasado, el Ayuntamiento convocó a una reunión en las instalaciones de Puerta Violeta, los vecinos relatan que hubo poca asistencia, ellos lo atribuyen a una difusión deficiente y, quizá, a la apatía vecinal. Pero se trataba de una junta importante, pues escogerían a los miembros de dichos grupos.
Los comités están conformados por cinco vecinos que fungen como vínculo entre los habitantes de la zona y las autoridades, con la finalidad de reducir el tiempo de respuesta de las policías en casos de emergencia, ya que el número 911, al ser nacional y no estar conectado directamente a la policía municipal, hace que la respuesta policiaca sea deficiente.
Lamentablemente, la selección de los miembros del comité no fue una decisión de los integrantes, simplemente fue por haber acudido a la reunión y por no contar con antecedentes penales.
Algunos miembros del Comité de Seguridad Ciudadana del Centro Histórico denuncian que no tienen claras sus funciones, alcances y límites. Tampoco han sido asesorados para determinar sus derechos y obligaciones al ser parte de este grupo ciudadano que protege a sus vecinos.
“Nos gustaría que se nos aclarara en un documento por escrito y en reunión presencial estos datos para saber cómo actuar en determinadas situaciones de inseguridad”, comenta una de las integrantes.
Los miembros de dicho grupo piensan que es imposible que ellos solos puedan articular la comunicación entre todos los habitantes de la zona del Centro Histórico. Sienten una gran responsabilidad que también les provoca miedo, porque no se ha mantenido el anonimato en sus datos personales y sus números telefónicos. Un solo comité con cinco personas es insuficiente.
La articulación vecinal
Pero las y los integrantes del comité del Centro Histórico no se han quedado de brazos cruzados, comenzaron a abrir canales de comunicación a pequeña escala, entre sus vecinos de la manzana. No podrán abarcar todo el centro que cuenta con 64 manzanas, pero sí se han articulado entre los más cercanos.
“La estrategia de seguridad no debe de recaer en los hombros de los ciudadanos”, comenta una de las miembros del grupo ciudadano de seguridad.
Sin embargo, los vecinos que integran el grupo de WhatsApp del centro han hecho un gran trabajo de inteligencia, han mapeado las casas que cuentan con cámaras de seguridad y han seguido los pasos de los grupos delincuenciales que se mueven por la zona, identificando a varios de los integrantes con fotografías y señas generales. Conocen los modus operandi de robos a casas y negocios, y se mantienen comunicados para auxiliar a los vecinos que tengan alguna urgencia.
Pero no ha sido suficiente. La delincuencia continúa escalando. La mañana siguiente de la reunión con el alcalde, el 2 de octubre, el cuerpo de un joven con heridas de arma blanca fue encontrado en el cruce entre las calles Álvaro Obregón y Reforma, en pleno centro, se cree que fue víctima de un asalto.
Una semana después, en la mañana del 9 de octubre, por tercera ocasión, dos delincuentes entraron a la propiedad del vecino de San Miguelito. Nuevamente, solicitó ayuda al grupo de Whats, quienes marcaron a la policía. La respuesta de la corporación fue rápida y detuvieron a uno de los rateros, el otro escapó.
El vecino interpuso la denuncia por allanamiento, pero se enteró que dicho delito no es considerado como grave y el delincuente sólo estaría preso por 48 horas. Regresó a la Fiscalía y denunció al detenido por robo, el sujeto ya tenía antecedentes, había sido detenido por los mismos delitos en tres ocasiones, pero había salido libre.
“Estuve hablando con los de Unidad de Robo a Casa Habitación, la verdad, me trataron muy bien y sí me están asesorando para poder hacer bien las demandas antes de que salga el detenido, a las 48 horas. Todavía no termino todo el proceso, voy a tener que contratar abogado porque no nada más es ir y narrar los hechos, necesitas decir ciertas cosas sino no procede”, explica el afectado.
La respuesta del Gobierno
El lunes 3 de octubre, posterior a la reunión vecinal y el asesinato del joven, el alcalde refirió que la percepción de inseguridad en el Barrio de San Miguelito tiene origen de sucesos que no han acontecido dentro de esta área, dijo que las quejas ciudadanas son efecto del mal manejo de la información en redes sociales de eventos que “no pasan siquiera en San Luis Potosí”.
En contradicción con esta declaración, Galindo señaló que, si bien los comités ciudadanos no suplen el trabajo de las autoridades de seguridad, sí proveen de información más puntual sobre cualquier hecho delictivo, e invitó a trabajar en conjunto.
El 10 de octubre, los vecinos de la zona centro se reunieron con la comandante Irma Morales, titular del área de Prevención Social de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, quien dio una charla muy didáctica sobre los Comités Ciudadanos de Seguridad, programa que ella dirige.
“Tenemos que comprender que los delincuentes nos tienen analizados, la basura da pistas, los pepenadores quizá no solo son pepenadores”, comentó la comandante y agregó: “Necesitamos organizarnos porque los delincuentes están organizados y unidos”.
Los vecinos reconocen que se está impulsando un programa que puede ser muy benéfico para la seguridad en la zona y en toda la capital del estado y, aunque muchos de los habitantes del centro han comenzado a articularse, lo cierto es que para ellos es imposible articularse con los vecinos de las 64 manzanas que forman parte del centro, necesitan más ayuda y promoción de las autoridades capitalinas.
