Antonio González Vázquez
Como el entrenador del equipo de fútbol que regresa a los vestidores de capa caída abatido por el fracaso de la derrota, Marko Cortés Mendoza vino a San Luis Potosí a dar ánimos a la escuadra blanquiazul.
La motivación como antídoto para un panismo que aspira a lo grande y termina con migajas en las manos.
Para motivar a las huestes desmoralizadas, de ser necesario hay que recurrir a la demagogia y eso es precisamente lo que hizo al reunirse con la estructura partidista. Celebró que se han concretado modificaciones estructurales para que, en lo interno, “quien gane no lo gane todo y quien pierda no lo pierda todo, sino que sean incluidos”.
Falso.
Desde la elección de Verónica Rodríguez Hernández como presidenta estatal, se denunció que el partido “está secuestrado” por el grupo del diputado federal, Xavier Azuara Zúñiga, lo que derivó en la renuncia de panistas encabezados por Josefina Salazar Báez, Marco Antonio Gama Basarte, Francisco Xavier Salazar Sáenz, Ricardo Villareal Loo y muchos más.
Recientemente, en la capital, fue excluida Marcela Zapata, ex candidata a la presidencia del Comité Municipal, quien antes había denunciado que no hubo piso parejo en la interna.
En el Partido Acción Nacional se dice una cosa y se hace otra.
“Vamos a cerrar filas y ponernos a trabajar y, desde hoy, lanzarnos a construir y buscar a los mejores perfiles para ir a las elecciones y ganar las Senadurías, las Diputaciones Federales, las locales y las alcaldías”, dijo en el éxtasis de un futuro que en realidad es incierto.
Pero para motivar, es posible incluso traer a la memoria el funesto “carro completo” que formó parte de la historia electoral del Partido Revolucionario Institucional. Dijo que van a ganar todo como si hubiese sustento para tan aventurada afirmación.
La primera coalición para ir juntos y con todo, afirmó, es con los panistas.
Eso es cierto, pero lo concreto es un criterio desfasado pues ya muchos panistas desertaron y se fueron en busca de refugio en el partido Movimiento Ciudadano. Irán juntos sí, pero los que quedaron y esos son los del ala azuarista.
Ejercicio motivacional el del líder de Acción Nacional dirigido a un panismo aún adolorido por la derrota electoral de junio del 2021 que, además, ha sido presa del sectarismo provocado por ese grupo que se ha adueñado de la franquicia.
Aseguró que el PAN es la única fuerza opositora y la única alternativa de cambio frente al gobierno, lo cual también está en tela de duda en San Luis Potosí, donde las y los panistas se han mostrado impasibles ante los excesos del gobierno de José Ricardo Gallardo Cardona.
Alcaldes y diputados locales del blanquiazul departen alegremente con el mandatario cuando entrega despensas o cuando anuncia o inaugura obras, de modo que no ha faltado quienes alaben al gobernador por los apoyos históricos que reciben sus municipios.
La dirigencia estatal suele guardar silencio frente a un gobernador que marca la agenda política e informativa con sus ocurrencias.
En el Congreso del Estado, las y los legisladores panistas avalan las iniciativas del mandatario y rara vez han hecho uso de la tribuna para expresar alguna crítica, por mínima que sea, a la administración de La Gallardía.
El PAN potosino solo levanta estridencia mediática, pero para arremeter contra el presidente Andrés Manuel López Obrador. Lo que sucede en San Luis Potosí parece que no es de su incumbencia.
Cortés Mendoza habló de la coalición del partido con la sociedad, pero la ven solo en lo electoral y no como partido que desde la oposición está obligado a fiscalizar los actos del gobierno del Verde y aliados.
No trabajan de cerca con la ciudadanía de la que dicen, el partido está de su lado.
En días previos a la visita del líder nacional, para hacer ver que en San Luis si se trabaja, Verónica Hernández y sus colaboradores salieron a la calle a repartir volantes propagandísticos. Y dos días ante de recibir a su presidente, a la rápida, se instalaron los Comités Municipales en la capital y Soledad de Graciano Sánchez.
Anticipar que barrerán en las elecciones locales y federales en el 2024 no es más que un discurso motivacional sin mayor sustento.
“En 2021 teníamos todo para ganar la gubernatura, tenemos que buscar cohesionarnos de la mejor manera porque han sido varias las elecciones en las que nos quedamos muy cerca”, dijo al reconocer que perder con La Gallardía fue muy doloroso.
Lo que no dijo, es que las últimas tres elecciones para gobernador, el PAN las perdió por la división interna que se originó por la conflictiva elección de candidatos. En el caso más reciente, la nominación de César Octavio Pedroza Gaitán culminó con la deserción de líderes, militantes y simpatizantes encabezados por Sonia Mendoza Díaz, lo cual a la postre, fue fundamental en la derrota.
El grupo que impuso al candidato es el azuarista que hoy controla al partido.
De eso Marko Cortés no hizo autocrítica alguna. Los hechos ahí están y son incontestables.
Respecto de las tres últimas derrotas en San Luis Potosí, aleccionó con acento motivacional: “nos falta concretar al final, nos ha faltado meter los goles, ganar el partido, pero hemos competido muy fuerte y lo vamos a lograr pronto, vamos a ganar nuevamente como lo hizo Marcelo De Los Santos Fraga, vamos a ganar la gubernatura nuevamente”.
Pues sí, nadie duda que el partido haya competido, pero perdió y no como se diría en términos futbolísticos, en el último suspiro, sino que fueron construyendo sus derrotas a fuerza de dividirse y pelearse por el control de la institución, por dar satisfacción a sus venganzas personales que provocaron al final el fracaso en las urnas.
Las y los panistas que escucharon a su presidente nacional quedaron más que satisfechos con la demagogia desparramada, allá ellos.
Hace unos días los priistas hicieron lo mismo con la visita de Beatriz Paredes Rangel: vamos a ganar, vamos a ganar se repitieron convencidos, ante las palabras de una de sus aspirantes presidenciales.
Viven y hacen política en su burbuja en la que no tienen otra certeza que la de que pronto, van a ganar caminando, como en las épocas del carro completo.
Luego por eso, desde las “mañaneras” les mandan decir que “dan ternurita”.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias NOTIMEX, La Jornada y Milenio.
