Gloria Serrato
Iniciamos el año 2023 en la búsqueda de alcanzar la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres. El 2022 fue un año particularmente complejo, las personas nos incorporamos al quehacer cotidiano que habíamos dejado en pausa por la pandemia del COVID-19, con implicaciones para todas las personas pero particularmente para niñas, niños y mujeres.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de la Relaciones en los Hogares 2021, arrojó datos que ponen de relieve lo que ocurrió en el año 2021 con la pandemia, siendo las mujeres las que enfrentaron situaciones de encierro, de trabajo adicional, de deserción escolar, fueron las más afectadas con la pandemia, quienes vivieron en sus casas sin un ingreso que les permitiera tener una vida digna o bien al cuidado de sus familiares que enfermaron.
Las mujeres, observamos que sigue habiendo temor por los avances hacia la igualdad de género, vivimos un periodo complejo en 2021, en el que muchas niñas se vieron afectadas en su enseñanza, porque se quedaron a cargo del cuidado de sus hermanas y hermanos, del orden del hogar y vivieron situaciones de riesgo de violencia sexual, física y psicológica.
Las niñas y las adolescentes están más conscientes de sus derechos y de las garantías que existen para su respeto, hay cada vez más jóvenes líderes que buscan una vida libre de violencia y que para ello recurren a las nuevas tecnologías y nos dan un ejemplo de un ejercicio pleno de sus derechos.
Buscamos que el 2023 sea el año de las niñas y las adolescentes, que tengan la posibilidad de un sano crecimiento y desarrollo, sin obstáculos generados por las violencias que las ponen en condición de desventaja. El trabajo es avanzar al ritmo de las propias exigencias que ellas van marcando.
Buscamos que las niñas no tengan que enfrentar situaciones de agresiones sexuales, embarazos, violencia psicológica, deserción escolar; las niñas y las adolescentes deben tener la posibilidad de estudiar sin ningún tipo de obstáculos, es uno de los aspectos que cambian y generarán la disminución de la brecha de desigualdades entre hombres y mujeres en el futuro.
Pero también buscamos que los niños sean aliados, que identifiquen la necesidad de eliminar los obstáculos que tienen que enfrentar las niñas para estar en una condición de igualdad. Estamos a tiempo de llevar a cabo acciones en las que los adolescentes tengan relaciones sanas, equitativas, igualitarias con las adolescentes, esa es una las tarea que nos corresponde a todas las personas, familiares, padres, madres, educadores, personas servidoras públicas y en general a la comunidad.
Los retos que nos impone el 2023, implica que las niñas, los niños y adolescentes tengan un piso más firme para llevar las relaciones interpersonales en condiciones de equidad e igualdad.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es periodista y abogada, doctora y maestra; especialista en atención a víctimas, derechos humanos, transparencia y salud. Actualmente es directora general del Instituto de las Mujeres de San Luis Potosí. Anteriormente se desempeñó como directora de Derechos Humanos en la Fiscalía General del Estado; fue comisionada de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas y presidenta de la Mesa Interinstitucional de Feminicidios. Cuenta con diversas publicaciones entre las que destaca su tesis doctoral Construcción de Personajes: El Subcomandante Marcos y la prensa en México 1994 a 1995.