Cuéntame una de abogados: Carta Abierta al Señor Rector

Joel Hernández Vázquez

Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra
Rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí

De mi mayor consideración.

Doctor, quisiera compartir con usted algunas reflexiones en el marco del centenario de la autonomía universitaria. Con honestidad, en consciencia; a verdad sabida, de buena fe.
Se está perdiendo un tiempo –valioso– en la afanosa campaña que usted emprende (desde hace meses) gestionando –aún más– presupuesto al gobierno del estado (ejecutivo y legislativo). Por lo que usted guste, pero ese canal parece estar cerrado. Su imagen –su investidura– se desgasta tocando puertas que no abren. No es correcto estar ahí; tocando la puerta. Pidiendo.
No lo haga, no se lo permita a usted mismo; no se lo permita a la Universidad.

No pida más, porque no hay dinero que les alcance.
Se perdió toda disciplina administrativa pensando, en todo caso, que bastaría con pedir más.
Se abusó en el cobro de cuotas de inscripción, anualidad y titulación que (además de ser inconstitucionales) convirtieron a la Universidad en un híbrido de escuela pública y privada. El presupuesto de la institución se escurre en generosa nómina; pensiones vitalicias para los rectores en retiro: Valle Méndez, García Valdez y Villar Rubio. Se tolera el turismo académico a costa de los universitarios y refugian políticos de poco vuelo que nada aportan en el escaparate intelectual.

Habrá que ajustarse el cinturón. Esto no es ninguna tragedia; quizá para la universidad sea una sorpresa (acostumbrada al milagro diario de la opacidad, el dinero público y el manejo de prensa), pero pasa hasta en las mejores familias. Los tiempos de crisis son ventanas de oportunidad.

Si el presupuesto no alcanza; abrace el momento histórico y sacuda el paradigma del pensamiento burocrático universitario. No deje piedra sin mover; requiera informes de cada departamento, agende juntas intensas de trabajo, exija ideas, actualice estructuras, refresque políticas de gastos, revise cuentas, aumente el galope, comande paso de trote; demande resultados.
Dé el primer paso: decline su pensión vitalicia, Doctor.

Los tiempos cambian. Será preciso hacer gala de ingenio para hacer que la Universidad sea autosustentable, libérela de lobbyng político. Acuda a las posibilidades que el Reglamento sobre los ingresos extraordinarios de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí prevé para generar recursos propios; tiene a la mano una elite de profesionistas (profesores y alumnos) en cada facultad. Considere, de entrada, promover la prestación de servicios profesionales, técnicos, y educativos para el sector público y privado; en todo México y el mundo. Piense en grande; convierta a la Universidad en una vitrina de empleo para los alumnos y una fórmula de posicionamiento a escala global para la institución.

Planee ingresos por vía de licenciamiento de tecnología y registro de patentes. En trabajo conjunto, administradores, contadores y abogados formarían sinergias para la enajenación de terrenos que los agrónomos harían producir en abundancia para la exportación. Los economistas indicarían donde invertir las ganancias; imagine si esto se hubiera hecho hace años en empresas de tecnología emergentes; en vez de estar atenidos al dinero de la gente –a través– del gobierno del estado o tener a los alumnos boteando moneditas en los radio maratones.
La Universidad Autónoma de San Luis Potosí no debe estar para pedir; sino para que le pidan.
Esa sería la siguiente escala evolutiva de la autonomía.

Decida el lugar que ocupará en la historia universitaria.
Sea el hombre visionario a la altura de los tiempos; no se entrampe en justificaciones.
En ese caso quizá sea mejor dar un paso al costado. Con honor.

Enero 19, 2023.

joel@estudiocientotres.com
@aliasrubik

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es abogado, director de Estudio #103, una firma enfocada a la consultoría y litigio en procesos laborales y migratorios. Le ha dedicado 18 años al ejercicio de su profesión en el ámbito privado. En su trabajo destaca la promoción de litigios constitucionales en contra de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí debido a la prohibición de cursar una segunda licenciatura; así como el cobro de cuotas de inscripción. Representó a un grupo de internas en la conducción de la primera demanda laboral relativa a un esquema de esclavitud análoga en contra de una empresa maquiladora dentro del penal de San Luis Potosí.

Skip to content