Abelardo Medellín Pérez
En perspectiva con todo aquello que rechaza este gobierno, es muy irónico pensar que obras, programas, propuestas y ahora evaluaciones se han hecho, en su mayoría, a las Carreras.
Este martes 24 de enero, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona reveló (tan solo dos semanas después de que lo anunciara) el “Semáforo Estatal de Rendimiento Gubernamental”; una nueva herramienta de evaluación al desempeño de las dependencias estatales que, cuando se anunció, prometía servir como vara para comparar el trabajo que se realizara al interior de las diversas áreas del gobierno estatal.
De la evaluación, lo relevante, terminaron por ser dos dependencias que, desde el año pasado, ya estaban sentenciadas: la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam) y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). Una, desde el año pasado altamente criticada por el propio gobernador respecto de sus limitadas acciones para el cuidado del medio ambiente, y la otra, profundamente cuestionada por el actuar público del secretario que la ocupa.
Lo curioso de la evaluación, allende de la dudosa metodología (hasta hoy desconocida) con la cual se realizó, es la temporalidad con que se difundió al público y lo poco que tardó antes de estar lista.
El ejercicio de calificar a las secretarías fue anunciado por el gobernador a inicios de enero de 2023, una semana después citó a reunión de gabinete y tras dicha reunión, la titular de la Secretaría Técnica del Gabinete, Nohemí Proal Huerta, afirmó que aún faltaba definir la lista de indicadores que cada dependencia debía reportar para ser calificada.
De acuerdo con la afirmación de Proal Huerta, en menos de una semana, su oficina, la Dirección de Comunicación Social y la Secretaría General de Gobierno eligieron cuáles eran los indicadores necesarios, solicitaron la información pertinente y calificaron a través de nueve parámetros distintos el rendimiento de 43 dependencias.
No es exactamente una actividad imposible, pero sí muy compleja y difícil de lograr con el tiempo que terminó realizándose; y es justo ese tiempo limitado el que hace dudar de la evaluación misma.
Sin embargo, para dudar de lo publicado por el gobierno del estado respecto a la calificación de dependencias, quizá baste solo con ver la forma en que se repartieron los resultados. Solo dos dependencias obtuvieron resultados explícitamente negativos; el resto, obtuvo un cuestionable reparto de indicadores verdes y amarillos.
Pese a que no necesariamente se equivoca en el caso de dependencias como la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) o la Feria Nacional Potosina, cabe preguntar: ¿en serio creen que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana tiene un rendimiento alto?, ¿de verdad la Oficialía Mayor obtuvo una calificación excelente con escándalos como el del oficial mayor huyendo de manifestantes la semana pasada?, ¿la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas se merece ese semáforo verde teniendo en cuenta las múltiples negativas a responder adecuadamente solicitudes de información?
Preguntas similares surgieron al interior de las mismas dependencias evaluadas, y antes que explicar o justificar su nuevo semáforo, el gobernador aceptó que al interior de las secretarías y direcciones los trabajadores han expresado molestia por los resultados de este nuevo instrumento.
¿Será que su molestia es porque un mal resultado pone en duda el trabajo que realizan día a día o es quizá que han descubierto un indicador oculto, manejado al contentillo de los intereses del gobernador?
Y tal como los resultados mismos, un día después de su publicación es poco claro el impacto que van a tener realmente estas evaluaciones sobre los integrantes del gabinete. Sí, Segam y SCT salieron mal evaluados, pero las intenciones del gobierno siguen fijas sobre lo que hacen los titulares, sin criticar las peticiones que el propio gobernador hace a estas áreas sin mediar las previsiones técnicas o materiales. Lo anterior sin mencionar que, por encima de la eficiencia, se les ha pedido a los secretarios que cada acción buena sea convertida en propaganda aprovechable para seguir asfixiando la agenda pública de información intrascendente.
Quizá con un curso de ruta ya marcado, aunque no claro, la siguiente publicación del semáforo de rendimiento estatal arroje resultados más interesantes, quizá más rigurosos, con una mejor metodología o, ya mínimo, hecho sin prisas; porque por ahora, cuando de evaluaciones se trata, el gobierno concluye este primer mes del año en rojo.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es reportero de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.