Octavio César Mendoza
Zacatecas vive un colapso de seguridad semejante al que, en su momento, vivió Michoacán. La tensión que experimenta la sociedad es aciaga, y marca un momento de incertidumbre que también nos debe preocupar a nosotros, los potosinos, merced a la repercusión que puede tener una eventual intervención del Gobierno Federal en el vecinísimo estado.
San Luis Potosí se encuentra ubicado en el centro logístico de la República en el aspecto de las comunicaciones carreteras y ferroviarias, por lo que resulta casi imposible pensar que por la carretera 57 circula todo tipo de mercancías, objetos, personas y vaya Usted a saber y Dios nos libre de saber cuántas cosas más, lo que nos convierte en un punto neurálgico de cualquier asunto relacionado con las economías, buenas o malas.
Por ello es que las alertas para evitar que ocurra en San Luis Potosí lo que sucede en varios estado circunvecinos están en rojo, y eso lo sabe tanto el Gobierno Federal como el Gobierno Estatal.
Hoy, nuestro Estado es uno de los polos magnéticos de atracción de inversión internacional por encima de otros competidores, por lo que mantener la paz en medio de la reorientación de inversiones globales resulta crucial.
Así como grandes industrias están comenzando a abandonar a China para instalarse en México, y con ello fortalecer el control de la economía global, así se vuelve necesario que San Luis Potosí mantenga un estatus de paz social, por lo que no sólo la entidad potosina, y no sólo el Gobierno Federal, han puesto ojos y manos en este territorio de amplias promesas.
Resulta que el Gobierno de los Estados Unidas también está recorriendo los 500 kilómetros más productivos en torno a un núcleo industrial que aún tiene mucho por crecer, y analiza la factibilidad de colocar en este perímetro una buena parte de las industrias ubicadas al otro lado del mundo.
La guerra en Ucrania es una señal clara para Alemania, que ha decidido consolidar a BMW en México; específicamente en San Luis Potosí. La inestabilidad geopolítica en Asia y Europa hace que los grandes capitales vuelvan sus ojos a México. Y el Potosí para los Potosinos está en ese mapa de la reconfiguración geopolítica, aunque nuestros opinadores locales sigan en el rancho.
De que el Potosí va para arriba, y a lo grande, es un hecho. Le tocó a nuestro gobernador Ricardo Gallardo Cardona ser el protagonista de este proceso geopolítico, por lo que su capacidad de gestionar la seguridad —en todos los sentidos— resulta crucial, más allá de la política local.
Por ello, y porque no existe duda de que estados vecinos son tanto competidores como aliados, es el momento de unir fuerzas como sociedad para confiar en nuestro Gobierno, dado que estamos a la puerta del mega crecimiento del Estado.
La política debe quedar a un lado. Esta es la gran oportunidad que tiene San Luis Potosí de crecer como nunca lo ha hecho, y sinceramente, quienes se opongan a trabajar del lado del gobernador también lo estarán haciendo en contra del Estado.
Las grandes oportunidades se dan un par de ocasiones, y hoy ha llegado la oportunidad de San Luis Potosí. Quienes creemos y vemos eso, sabemos que no habrá otra igual, si no estamos unidos.
Este es el momento de ser todos uno, a menos que no se desee que este gran Estado sea el líder de México en la nueva configuración económica que viene.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Nació en San Luis Potosí en 1974. Actualmente es director de Publicaciones y Literatura de la Secretaría de Cultura, y también dirige la Casa del Poeta Ramón López Velarde y la Editorial Ponciano Arriaga. Ganó el Premio Nacional de la Juventud en Artes en 1995 y el Premio 20 de Noviembre en 1998 y 2010. Ha publicado siete libros de poesía y uno de cuento. Fundador de las revistas Caja Curva y CECA, también colaboró en Día Siete, Tierra Adentro, entre otras. Asesor de Marcelo de los Santos Fraga de 1999 a 2014, siendo él presidente municipal, gobernador y director de Casa de Moneda de México.