Ángel Castillo Torres
La marcha de protesta del pasado domingo hizo pedazos la soberbia de las élites de Morena pulverizando la fantasía de sentirse los únicos representantes del pueblo. Los dirigentes de Morena y el presidente de la república no creían que la oposición pudiera llenar el Zócalo capitalino para hacer oír su voz de hartazgo ante tanta arbitrariedad y torpeza realizadas por ellos. La toma de la plaza principal de la Ciudad de México el pasado 26 de febrero simboliza el advenimiento de un movimiento político-social de resistencia y oposición al oficialismo. Esta victoriosa manifestación en la que participaron miles de ciudadanos pertenecientes al México plural, ese que diariamente es negado, insultado y humillado desde el púlpito de Las Mañaneras, mandó un contundente mensaje de repudio al monarca sexenal que promueve una regresión autoritaria en diversos espacios institucionales. La ola de inconformidad se hizo presente en más de cien ciudades del país, entre ellas San Luis Potosí. Y pese a las descalificaciones de los dirigentes de Morena la marcha fue todo un éxito. El Zócalo capitalino fue insuficiente para alojar a los opositores de la 4T que gritaron al unísono “¡Fuera López!”, “Mi voto no se toca”, “No a la reforma electoral”, “No a la destrucción del INE”. En esta ocasión y a diferencia de las marchas que organiza Morena no hubo acarreados, ni tortas, ni refrescos, ni se pagaron 500 pesos a cada ciudadano para que asistiera al mitin.
Luego de este acontecimiento esperamos que los fanáticos seguidores del presidente y su partido tomen nota de que hay en el país un amplio sector de mexicanos que no están de acuerdo con la forma como están gobernando. Que tomen conciencia de que millones de ciudadanos no están dispuestos a permitir que se conspire para debilitar a las instituciones democráticas y electorales que son hijas de un largo proceso de lucha que costó vidas y demandó del esfuerzo de miles de demócratas que derrotaron pacíficamente las pulsiones autoritarias del viejo régimen. En el México actual ya no hay cabida para reciclar el modelo de “Partido Único” y menos el retorno de una “Presidencia Imperial”.
De la marcha del pasado domingo la oposición puede hacer muchas interpretaciones y aprender cosas muy valiosas para aplicarlas en el futuro inmediato. Dos de ellas, quizás las más importantes, son que si quiere derrotar a Morena en las elecciones de 2024 debe fortalecer su alianza con los ciudadanos sin partido y que el candidato a la presidencia de la república de una embrionaria Coalición Opositora deberá ser un ciudadano que no cargue sobre sus espaldas con el desprestigio que caracteriza a las élites políticas de siempre.
Alejandro, “Alito” Moreno, se va en agosto de este año
Los días de Alejandro, “Alito” Moreno al frente de la dirigencia nacional del PRI están llegando a su fin. Al líder del tricolor se le cayó su teatrito. El día de ayer el INE resolvió que son inválidas las modificaciones hechas a los Estatutos aprobadas el 19 de diciembre de 2022 en la 62 sesión extraordinaria de su Consejo Político Nacional (CPN). Recordemos qué pasó.
Alejandro Moreno promovió cambios en los Estatutos de su partido para asegurar su permanencia como dirigente más allá del periodo para el que fue electo y permanecer hasta 2024. Quiso reformar, entre otros, el contenido del artículo 83 de los estatutos para poder mantenerse en la dirigencia hasta octubre del próximo año. Con ello pretendía tener las riendas del tricolor para repartir entre su pandilla las candidaturas a los diversos cargos de elección popular que estarán en disputa el próximo año. Desde luego y con una perversa intención, Alito buscaba amarrar para él una diputación federal plurinominal para, a posteriori, asumir el liderazgo del raquítico grupo parlamentario que resulte luego de las elecciones de 2024. Pero resulta que a criterio del INE el PRI y su Consejo Político Nacional no justificaron adecuadamente el cambio de sus estatutos pues se ampararon en el supuesto de una legislación que todavía no existe, el “Plan B” de reforma electoral que no se ha publicado en el Diario Oficial de la Federación. Para el presidente del INE Lorenzo Córdova, el Consejo Político del PRI sí puede tomar decisiones en lugar de la Asamblea Nacional, pero consideró que el PRI hizo los cambios antes de tiempo. Sostuvo que es una cuestión formal, “un detalle”, pero no menor, pues no se pueden realizar cambios ante una ley que no existe. El hecho consumado es que luego de más de ocho horas de discusión los consejeros del INE aprobaron la resolución con seis votos a favor y cinco en contra.
Ante esta derrota la dirigencia nacional del PRI anunció que apelará la decisión ante el Tribunal Electoral que tendrá la última palabra en este asunto. Pero ante estas patadas de ahogado el pronóstico de los expertos en derecho electoral y constitucional es que el proyecto de Alito no pasará. Así que con la pena pero Alejandro, “Alito” Moreno, deberá dejar la dirigencia nacional de su partido el 18 de agosto de este año. Así mismo y como un daño colateral aborta la intención que tenían Elías Pecina y Yolanda Josefina Cepeda de quedarse en el mando hasta 2024, también ellos tendrán que irse antes de lo que pensaban. Este desenlace inesperado entierra las pretensiones de los dirigentes estatales de quedarse con las dos primeras posiciones plurinominales que hipotéticamente le tocarían al PRI en el Congreso del Estado en 2024.
CARAS Y CARETAS. La cultura del moche. Los señores del diezmo
Algo muy turbio se esconde en el contrato de arrendamiento de 200 computadoras que fueron adjudicadas a sobreprecio por el Ayuntamiento de la capital a la empresa ZR3 Arrendamiento, S.A. de C.V. El gobierno de la capital pagará 5 millones 480 mil 545.38 pesos por el uso de estos equipos pero al término del contrato no serán su dueño. Cada computadora del tipo que se arrendó cuesta en el mercado un promedio de 9 mil 289 pesos, pero el Ayuntamiento pagará por cada equipo alquilado 18 mil 229.526 pesos, casi el doble, así que algo huele mal. Hay falta de transparencia en esta operación. La autoridad municipal no ha querido informar acerca de cuántos cheques ha pagado a la empresa ganadora luego de una presunta licitación en la que ZR Arrendamiento resultó triunfante. En este oscuro entramado en el que se presume un pago excesivo a dicha empresa mucho tienen que informar el oficial mayor SALVADOR MORENO ARELLANO y el tesorero ARTURO JAIMES NUÑEZ si no quieren confirmar las sospechas de que la cultura del moche ha echado raíces en la administración municipal.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es psicólogo y maestro en Ciencias de la Educación. Fue delegado de Villa de Pozos en 2022 y subsecretario de Gobierno de 2016 a 2017. Presidió el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional en 2013. También fue director general del Sistema de Financiamiento para el Desarrollo del Estado. Ocupó los cargos de regidor en la capital potosina (2007) y de diputado local de la LVI Legislatura (2000). Impartió clases en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.