Octavio César Mendoza
Luego de que el huracán García Luna dejó damnificado al PAN, y también fuera de la decisión de quién va a la cabeza de su alianza con el PRI y el PRD para buscar recuperar la presidencia de la República (ja, ja y recontra ja) resulta que el coletazo de dicho huracán trajo consigo, también, la calma de AMLO respecto a lo que tienen en mente en el llamado Movimiento Ciudadano, pues al asegurar la llegada de Tesla a Nuevo León se firmó un quid pro quo: los naranjas no se van a aliar con la débil oposición prianista porque lo que quieren es crecer y no achicarse, y con esta decisión de ir con candidato propio por la silla grande, dejan el cielo despejado para quien el presidente decida poner de candidata o candidato de Morena, a fin de sucederlo en el ya muy cercano 2024. Ese AMLO es un listillo, pues al PRI sólo piensa dejarle Coahuila, pero al PAN le van a armar una campaña épica con el agua del mismo chocolate, con los rostros de García Luna y Calderón de fondo: “El PAN es un peligro para México”.
Pero como diría mi abuelita: ¿Y eso a mí en qué me afecta o me perjudica? Pues ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario. Para San Luis Potosí, el clima también se muestra benévolo, pues se pronostica un ascenso en las temperaturas de la popularidad de nuestro gobernador, quien está más cerca de una Secretaría de Estado en el 2024 de lo que algunos trasnochados piensan —aquí podríamos pedir el patrocinio de algún fabricante de medicamento para la gastritis—, como un paso previo hacia la Presidencia de la República.
El verde corazón de El Pollo es parte de los quereres de Adán, Claudia y Marcelo, tal y como se escucha, pues resulta que las tres corcholatas del “Peje” lo tienen anotado en la lista de sus posibles gabinetes porque le vieron zanca de gavilán y lo van a necesitar para ganar la madre de todas las batallas de liberales contra conservadores; la cual empieza, por cierto, en el Estado de México, ya en este 2023.
Para los que aún andan leyendo las noticias atrasadas tipo ¡Alarma! (e incluso las siguen replicando en sus también trasnochadas columnas político-periodísticas) la idea de que el famoso Pollo sea Secretario de Estado del futuro Gobierno Federal puede caer como granizo en invierno; pero para los potosinos de a pie, esos que usan los periódicos para envolverse los aguacates con la finalidad de que maduren, la posibilidad de que Ricardo Gallardo Cardona se convierta en Secretario (por ejemplo, es decir) de Desarrollo Social, es aviso de una fresca lluvia de primavera para sus milpitas, ávidas de apoyos directos.
Así que a buen árbol se arrimó San Luis Potosí desde el 2021; por lo que si hablamos de segundos pisos para la carretera 57, también hay que pensar en los segundos pisos de la Gallardía en el 2027, y hasta los terceros pisos en el 2033. Y ya veo que algunos seguirán reproduciendo las noticias atrasadas cuando seamos potencia nacional, y sigan vomitando tinta cual tuberías de la Presa de El Realito: desaforada y desperdiciadamente. Sí, también soy neologista.
Para los que apoyamos el cambio, y para los que no, los vientos seguirán soplando a nuestro favor, amigas y amigos. De todos modos, habitamos el mismo terruño que algún día muy lejano fue cuna de las democracias mexicanas antigua y moderna, y que hoy vive su más promisorio tiempo despejado.
No hay que dejar pasar este clima para disfrutar de lo que nos hace felices.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Nació en San Luis Potosí en 1974. Actualmente es director de Publicaciones y Literatura de la Secretaría de Cultura, y también dirige la Casa del Poeta Ramón López Velarde y la Editorial Ponciano Arriaga. Ganó el Premio Nacional de la Juventud en Artes en 1995 y el Premio 20 de Noviembre en 1998 y 2010. Ha publicado siete libros de poesía y uno de cuento. Fundador de las revistas Caja Curva y CECA, también colaboró en Día Siete, Tierra Adentro, entre otras. Asesor de Marcelo de los Santos Fraga de 1999 a 2014, siendo él presidente municipal, gobernador y director de Casa de Moneda de México.