Centinela: Traiciones con gallardía

Antonio González Vázquez

Desde la “Capital del Mundo”, Arnulfo Urbiola Román asestó severo golpe al Partido Revolucionario Institucional y de paso a la “Capital del Sí”, así como a la fantasmal alianza PAN-PRI-PRD.

El alcalde de Rioverde renunció al PRI y por extensión, al liderazgo del primer priista del estado, Enrique Francisco Galindo Ceballos, quien es a todas luces el que controla lo que queda del tricolor.

A propuesta del PRI, esa alianza había postulado a Urbiola como su candidato a la presidencia municipal y ganó. En los hechos, el ayuntamiento quedó en poder de los “Revolucionarios”.

Al asumir el cargo, Urbiola ofreció un futuro promisorio para las y los rioverdenses: “haremos de Rioverde la capital del mundo con el presidente más guapo”.

Al cumplir la mitad del trienio, el empresario, notificó en una carta al presidente del Comité Directivo Estatal, Elías Jesrael Pesina Rodríguez, su decisión de separarse de las filas del PRI.

El partido y el primer priista del estado han guardado silencio ante la dimisión; un trago amargo sin respuesta.

Rioverde es el principal municipio de la zona media y es una de las cinco ciudades más importantes del estado, lo cual, no es poca cosa.

La separación del alcalde se presentó en el marco de la inocultable crisis interna que, desde hace meses, enfrenta el PRI.

A su vez, el presidente municipal de Villa Hidalgo, Ismael Vázquez Rodríguez, anunció su renuncia al Partido Acción Nacional.

También mediante una carta, lo hizo saber a la presidenta del Comité Directivo Estatal, Verónica Rodríguez Hernández.

A diferencia del PRI, el PAN sí reaccionó inmediatamente y reconoció la “decisión personal” del alcalde.

El blanquiazul no desaprovechó la oportunidad para deslizar la posibilidad de que actores políticos presionen a las y los presidentes municipales, para abandonar a los partidos que los llevaron al poder.

Esa especie no confirmada ha sido puesta sobre la mesa desde que en diciembre de 2021 un grupo de ediles de distintos partidos anunciaron su inclusión al Partido Verde que ya controla la mitad de los ayuntamientos.

El ex priista y el ex panista, ya dialogan con el Verde y pronto Rioverde y Villa Hidalgo se vestirán de verde y portarán la camiseta de la Gallardía.

Ambos traicionaron a los partidos que los postularon sin ser sus afiliados y traicionaron a la gente que les dio el voto.

Si bien les asiste el derecho de estar o no en un partido, al menos deberían tener un prurito de lealtad y congruencia. Agradecieron al PRI y al PAN la oportunidad de hacerlos candidatos y luego los botan como quien da una patada en el trasero.

No es sorpresa si se considera que muchos hacen de la política un lodazal.

El partido del gobernador José Ricardo Gallardo Cardona es el beneficiario directo de esas traiciones. En las elecciones de junio de 2021, el Verde había ganado 13 ayuntamientos, pero ahora tiene 29, quizá 30 o hasta 31.

Desde el arranque del sexenio, el mandatario ha sembrado la tentación a alcaldes y alcaldesas para que se sumen al cambio. La estrategia política ha funcionado.

Les ofrecen más obra pública, más recursos, más apoyo financiero, más apoyos sociales y como cereza en el pastel, un futuro político más venturoso.

Y se lo han creído.

Con el pretexto ya manido de que solo buscan lo mejor para sus municipios, traicionan sin el mínimo rubor.

El gobernador, como jefe político del Verde, se propone ir con candidatos propios y sin alianza para las elecciones locales del 2024.

En San Luis Potosí, el Verde acompañará a Morena y el Partido del Trabajo en la presidencial, mientras que para las diputaciones federales podrían ir con esos partidos si se quedan con cinco de las siete candidaturas, tal y como hicieron en 2021.

Para el Senado, el Verde también se propone ir solo. Encuestas de intención del voto, colocan en la punta en estos momentos a Ricardo Gallardo Juárez.

Por eso están armándose hasta los dientes y no hay mejor manera de hacerlo que desde el nivel municipal.

Mientras eso ocurre, la oposición se sigue viendo disminuida e inmovilizada, como si estuvieran solo en espera de la derrota.

Lo sucedido con los alcaldes de Rioverde y Villa Hidalgo es un aviso más. Si no lo quieren ver así, en las urnas lo hallarán.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.

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