Ángel Castillo Torres
Dos alcaldes decidieron desertar de los partidos que los llevaron al poder. Su inesperada deslealtad provocó sorpresa. A primera vista parece un acto de ingratitud y traición. Pero creo que para entender su comportamiento hay que preguntarse por las motivaciones políticas que los llevaron a renunciar. La voluntad de quemar sus naves tiene que ver con una decisión pragmática que busca conseguir la reelección en el cargo que hoy ostentan. Arnulfo Urbiola Román, presidente municipal de Rioverde (PRI), e Ismael Vázquez Rodríguez, alcalde de Villa Hidalgo (PAN), siguieron el consejo de Maquiavelo: “El fin justifica los medios”. Son calculadores y ambiciosos al tomar esta decisión. Llegaron a la conclusión de que a través del PRI y PAN no lograran su aspiración reeleccionista. Saben que estos partidos viven una crisis interna difícil de superar y que su rentabilidad electoral es muy escasa. Buscar la reelección a través de ellos es subirse a un barco que se hunde. Así que para ellos llegó la hora de la traición; si quieren gobernar otros tres años deben abandonar a los que hasta hace poco eran sus compañeros de partido. Aliarse con un actor político más fuerte les garantiza la continuidad. Por ello han avisado que se unirán al partido del gobernador, el Verde Ecologista.
La traición es parte del juego político
En el capítulo 8 de El príncipe, Maquiavelo analiza la posibilidad de alcanzar el poder a través de acciones perversas como la traición. Sostiene que acciones como la traición, la crueldad y el asesinato pueden ser medios que conduzcan al poder, pero no otorgarán la gloria: “no se puede llamar virtud el asesinar a sus ciudadanos, traicionar a los amigos, no tener palabra; estos medios harán ganar poder pero no la gloria”.
Coincidiendo con este criterio, los ciudadanos educados en la moral cristiana consideran a la traición como un acto ruin, detestable, despreciable y vergonzoso. Por eso Judas Iscariote es el villano más odiado. Como se recordará, Judas traicionó a Jesús según se relata en el Evangelio de Mateo, en el Nuevo Testamento, por treinta monedas de plata. Así que “los traidores son los únicos seres que merecen siempre las torturas del infierno”. A propósito de ello en la famosa obra de Dante Alighieri, La Divina Comedia, en su parte relativa al Infierno, la traición es considerada el peor de los pecados que se puede llegar a cometer y, por tanto, la que amerita la peor de las condenas: ser devorado por el demonio. Dante sitúa a los traidores en el último círculo del infierno, el cocito, que se divide a su vez en cuatro socavones, el último de ellos es llamado Judeca, donde son castigados aquellos que traicionaron a sus benefactores y que recibe este nombre como una referencia al que entregó a Jesús, Judas Iscariote, quien es de hecho el que sufre la mayor tortura. Pero en un medio tan cruel y degradado como lo es la política en México la traición no le quita el sueño a nadie, lo que domina es la falta de escrúpulos y el cinismo. Los alcaldes de Rioverde y Villa Hidalgo al traicionar a los partidos que los llevaron al poder no se angustian con reflexiones morales o religiosas, porque para ellos al igual que para Gonzalo N. Santos, en política “la moral es un árbol que da moras”.
El gobernador y su partido seducen y dividen a sus adversarios
No hay evidencia pero es fácil suponer que las renuncias de los alcaldes de Rioverde y Villa Hidalgo son resultado de un largo proceso de seducción y coaptación orquestado por el gobernador del estado Ricardo Gallardo Cardona y su partido, el Verde Ecologista de México. El mandatario estatal y su equipo ya están operando políticamente para ganar todos los espacios que estarán en disputa en las elecciones de 2024. Gallardo tiene claro que su posición es ventajosa respecto a sus adversarios. Cuenta con todo el poder del Estado, una alianza con el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, recursos económicos de sobra, pero sobre todo, con una oposición debilitada, desprestigiada y dividida.
A diferencia del PRI, PAN, MORENA, MC y otros partidos, el Verde, dirigido entre bambalinas por el gobernador Gallardo ya muestran una estrategia definida rumbo al 2024. Y es evidente que una de sus líneas de acción es debilitar y dividir aún más a sus oponentes. Por eso es probable que en las próximas semanas otros alcaldes del PRI y PAN se pasen a las filas del Verde. Han corrido rumores de que el gobernador y su partido les están ofreciendo cobijo y apoyo a otros alcaldes de oposición para que consigan su pretensión de reelegirse. El Verde no está improvisando ni agobiado por apagar fuegos ocasionados por las disputas internas que actualmente erosionan al PAN y PRI.
El gobernador sabe de la importancia de contar con una estrategia maquiavélica para ganar la guerra electoral el próximo año. Improvisar o actuar a destiempo llevaría a la derrota. El éxito debe ser consecuencia de la organización y estrategia que se echen a andar desde ahora.
Y mientras tanto, Elías Pesina paralizado y callado como momia
El actual dirigente estatal del PRI, Elías Pesina, no es un general de guerra, es un gerente de su partido para tiempos de paz. No sabe y no le entiende a eso de la estrategia y la operación política. Ante la renuncia de Arnulfo Urbiola, no supo qué hacer, no la vio venir, siguió jugando a las escondidas. No salió a fijar una postura digna. Pasmado por la noticia, vio cómo se derrumbaba su narrativa de que el PRI está más fuerte y unido que nunca. Pero el naufragio que amenaza con hundir la frágil embarcación priista es evidente. Y a pesar de la inminente catástrofe que se avecina los altos mandos del PRI y el primer priista del estado, Enrique Galindo Ceballos, siguen alucinando que no pasa nada, que van a rescatar al priismo potosino, porque sus militantes “son de hueso colorado” (pura retórica de lugares comunes para seguirse auto engañando). Sin embargo la realidad es otra, todo apunta a que el partido tricolor se encamina inexorablemente a su extinción.
POSTDATA.- Tomaré un descanso toda la semana de pascua. Nos volveremos a leer el miércoles 19 de abril.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es psicólogo y maestro en Ciencias de la Educación. Fue delegado de Villa de Pozos en 2022 y subsecretario de Gobierno de 2016 a 2017. Presidió el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional en 2013. También fue director general del Sistema de Financiamiento para el Desarrollo del Estado. Ocupó los cargos de regidor en la capital potosina (2007) y de diputado local de la LVI Legislatura (2000). Impartió clases en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.