Antonio González Vázquez
La charrería nacional se quedará como las novias de rancho: vestidas y alborotadas.
Valga la crudeza del término en referencia al antojo del mandatario que, en noviembre del año pasado, anunciara que el Congreso y Campeonato Nacional Charro tendría como sede San Luis Potosí.
Acto seguido, dio a conocer la construcción de la Arena Potosí que sería inaugurada con ese evento.
Obra exprofeso para la actividad ecuestre de la que es fanático.
Como charro que es, fue su deseo edificar un escenario fastuoso, pero no siempre se puede obtener lo que se quiere, aunque se trate del gobernador.
Los imponderables en la administración pública surgen en el momento menos pensado, más cuando la burocracia de primer nivel no está del todo dotada de amplias habilidades, conocimientos y capacidades.
El día 16 de enero, Gallardo Cardona presentó el diseño del proyecto en sus redes sociales y adelantó que en cuestión de semanas iniciaría la construcción.
No fue así.
Apenas el día 11 de abril, es decir, la semana pasada, se emitió la convocatoria de licitación, según la cual, hoy se realizará la visita al lugar de construcción, en la avenida Francisco Martínez de la Vega esquina Simón Díaz, colonia Satélite, exactamente frente al Auditorio El Domo.
Vaya casualidad.
El miércoles 19 es la junta de aclaraciones; el 26, la presentación y apertura de propuestas, mientras que el fallo está programado para el día 3 de mayo. La firma del contrato con la empresa ganadora será el día 18, dentro de un mes.
El inicio de las obras o lo que es lo mismo, cuando el mandatario de el banderazo de salida y coloque la primera piedra, será el 22 de mayo y su conclusión para el 31 de diciembre.
La buena noticia para la charrería es que ya hay fechas de inicio y terminación de la obra, pero la mala, es que pasarán 224 días naturales para pensar en su inauguración.
Cuando el gobernador anunció el proyecto, estimó que tendría una inversión de 200 millones de pesos, aunque ahora esa cantidad se ha incrementado a 290.
De acuerdo con el sitio oficial del Congreso Nacional Charro SLP 2023, éste y su Campeonato Nacional se realizarán durante la última semana de octubre; dos meses antes de que concluyan la Arena Potosí.
En el espacio “A golpe tendido” del Congreso Nacional Charro, el mismo 16 de enero publicó una cápsula informativa sobre el anuncio de la construcción de la Arena Potosí “inmueble destinado a recibir el Campeonato y Congreso Nacional Charro 2023”.
El evento, se apuntó, significará para San Luis Potosí una derrama económica de más de mil millones de pesos “solamente para la entidad”.
Y precisa: “Gallardo Cardona que es gran apasionado a la charrería, apostilló que en más de 30 años no se han realizado edificaciones de este tipo, por lo que hay altas expectativas e ilusión por este nuevo recinto para la gente”.
“En noviembre de 2022 Ricardo Gallardo Cardona presentó la solicitud formal para recibir en su entidad el Campeonato Nacional Charro 2023, por lo que se dio a la tarea de iniciar con la planeación del mismo, desde ya. Una de las preocupaciones principales era la de brindar un recinto a la altura de un Nacional Charro y es ahí donde surge la idea de crear un centro polifuncional para recibir a la charrería organizada y a la sociedad potosina”.
“A golpe tendido” expresó su confianza de que la Arena Potosí sea una realidad para la charrería en el futuro más allá del sexenio y recordó lo siguiente: “cabe destacar que en 2016 Chiapas vivió una situación similar, en el mismo año del Nacional, el entonces gobernador Manuel Velasco, se edificó el Foro Chiapas, centro de espectáculos que cuenta con infraestructura para hacer eventos charros, deportivos, culturales y de entretenimiento, sin embargo, en dicho inmueble ya no se realizan competencias charras y los donantes del predio ya no tienen certeza de lo que les dejó Velasco Coello”.
Con tan amarga experiencia, advirtieron: “esperemos que en San Luis Potosí no se repita la historia y que sea una casa grande para la charrería potosina”.
Lo anterior supone que quieren la Arena para ellos.
Visto así y dado que prácticamente nadie le dice no al gobernador, es posible que la empresa constructora que gane la licitación se aventure a prometer acortar el plazo de conclusión de la obra e impongan jornada de trabajo a sol y sombra.
Tres turnos de ocho horas con labores a todo vapor para recortar 60 días al plazo establecido en una convocatoria.
Podrían justificar eso, sin demerito de la calidad de la obra.
Lo importante es que el gobernador no le quede mal a la charrería nacional que tan ilusionada está con estrenar un “recinto a la altura”.
De no ser así, tendrían que empezar a planear una sede sustituta y empezar a acondicionarla a la brevedad, pues como dijo Gallardo, “se esperan 50 equipos de Estados Unidos, 10 de Canadá y se sumarán de otros países más los nacionales”.
¿A dónde llevarlos junto con los cientos de asistentes al espectáculo?
¿A los parques Tangamanga, estadio 20 de noviembre, en el Alfonso Lastras o, dar una manita de gato al Auditorio Miguel Barragán?
¿Son éstos recintos a la altura como anhelan los charros?
Ni qué decir lo que píense el gobernador a quien le gusta que en San Luis todo sea en grande, que San Luis sea el “más chingón” porque se trata del “gobierno del cambio”.
Por eso, es mejor esperar al arranque de la obra, puede que se de algún anuncio sorpresa para no hacer quedar mal al gobernador.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.