Historias paralelas: De popularidad y competencia

Octavio César Mendoza

La popularidad es un aspecto sobre el cual se suele colocar a un gobernante para evaluar el sentir de sus gobernados. La popularidad de un gobernante es, entonces, el reflejo del grado de felicidad que siente una sociedad respecto a quien ha mandatado. Por ello mismo, las mayorías se precian de ser inteligentes y haber votado de forma adecuada, y los gobernantes que conocen bien a esas mayorías les ofrecen los beneficios que estas desean obtener.

Sin embargo, el indicador general de competencia en el ejercicio del poder, que implica cómo se administran la sociedad, el territorio y el gobierno, es el que debe preocupar a los analistas políticos, sobre la base de los resultados concretos. Aquí no se admiten filias o fobias. Bajo dicha óptica, y si realizamos un comparativo entre la popularidad y la competencia de un gobernante, encontraremos el trazo de ruta hacia lo que será el resultado global de su actuación, y las consecuencias electorales futuras.

Hoy, a casi dos años de su triunfo electoral, Ricardo Gallardo Cardona se mantiene como uno de los gobernantes más populares del país, al oscilar entre los tres primeros lugares de forma constante; sin embargo, más allá del carisma y la sencillez que lo hace cercano a la gente, es el resultado de su actividad lo que lo mantiene en el liderazgo local y nacional. Visto desde la perspectiva de eficiencia como indicador principal, “El Pollo” se ha convertido en un detonante del desarrollo de San Luis Potosí, y ahora hay que llamarle “Don Pollo”.

Fuera de broma, la reciente gira por Alemania demuestra que Gallardo no tiene ningún complejo y no necesita de comitivas que llenan un avión para traerse la inversión y la simpatía de los empresarios europeos. Él va a lo que va, sin dudarlo, y eso representa más dinero en el bolsillo de los potosinos. Basta con observar una fotografía donde él y el gobernador de Nuevo León, Samuel García, se muestran como los actores principales. En la política del fondo de las formas, eso simboliza que Gallardo está a la par y en competencia con quien sea, pero que también sabe establecer alianzas estratégicas, pues a Nuevo León le conviene San Luis Potosí, y viceversa.

Otro de los factores de competencia es cómo cada vez más alcaldes del Estado se alían al Partido Verde, impulsor de Gallardo Cardona, por la influencia del trabajo activo del gobernador en las cuatro regiones del Estado, la remodelación de bulevares, mercados municipales, vialidades, áreas deportivas, generación de infraestructura productiva, atracción de inversiones, entrega de becas, despensas y uniformes escolares, y hasta por cómo las células delictivas en el Estado se están viendo cada vez más acotadas.

Así, al administrar a la sociedad dándole felicidad y bienestar, al administrar el territorio generando desarrollo económico y progreso, y al administrar el gobierno manteniendo la paz social y devolviendo la tranquilidad a las cuatro regiones del Estado, nuestro gobernador sigue y seguirá extendiendo su “luna de miel” con el pueblo. Y aquí también van las capacidades de las cabezas de su gabinete en ese aspecto, como lo son Guadalupe Sánchez Torres, Juan Carlos Valladares, e Ignacio Segura, de quienes se desprende la triada administrativa liderada por el gobernador.

Finalmente, llama la atención que la primera autoridad del Ayuntamiento capitalino, Enrique Galindo Ceballos, quien también ha aparecido en algunas encuestas como un buen alcalde, esté preocupado por municipalizar las zonas industriales y los bulevares de esta ciudad, cuando la calle de Durango de la Colonia San Luis, por ejemplo, lleva lo que va de su trienio sin ser atendida, y es sólo apta para vehículos lunares; situación en la que también se encuentran cientos de calles y avenidas que correspondería regenerar al presidente municipal. Si cuenta con los recursos que dice tener para invertirle a las zonas industriales y los bulevares, que lo haga, y qué mejor que tomado de la mano de “Don Pollo”; pero que dé prioridad a lo que esperan sus gobernados de la capital.

En esta última, por cierto, también se nota más la mano del gobernador que la de nadie, lo que resultará en el triunfo de quien “Don Pollo” elija como su aliado para terminar con años y años de conservadurismo gobernante en el centro de la entidad potosina.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Nació en San Luis Potosí en 1974. Actualmente es director de Publicaciones y Literatura de la Secretaría de Cultura, y también dirige la Casa del Poeta Ramón López Velarde y la Editorial Ponciano Arriaga. Ganó el Premio Nacional de la Juventud en Artes en 1995 y el Premio 20 de Noviembre en 1998 y 2010. Ha publicado siete libros de poesía y uno de cuento. Fundador de las revistas Caja Curva y CECA, también colaboró en Día Siete, Tierra Adentro, entre otras. Asesor de Marcelo de los Santos Fraga de 1999 a 2014, siendo él presidente municipal, gobernador y director de Casa de Moneda de México.

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