Los sótanos del poder: ¡Me la juego con el cártel!, dijo el alcalde

Ángel Castillo Torres

Mordió el anzuelo, nunca se imaginó que esa llamada era una trampa y el comienzo de un calvario. Lo querían grabar para tener evidencia de su complicidad. Forzado por quien le llamó pensó que sus respuestas debían parecer sinceras. Por eso y sin desconfiar se abrió de capa. Quería mostrarse como un hombre cabal que cumple su palabra. El que le hablaba pedía definiciones, le exigía que manifestara su lealtad al cártel. Consciente de que no podía andar con hipocresías se mostró valiente y una recia voz que supuestamente era la del alcalde de Matehuala respondió sin rodeos: “ya te dije, yo soy transparente y jalo con el cártel, y lo que el cártel me diga, aquí está, y lo que el cártel merezca, aquí está”. Al contestar de esta forma, Iván Estrada sintió que exorcizaba cualquier peligro. Que su lealtad y devoción a los mafiosos quedaría fuera de toda duda. Respiró aliviado cuando del otro lado del teléfono le refrendaron la confianza. Pero Iván olvidó que no se debe hablar de temas delicados a través de un teléfono celular. Que tanto el gobierno como el crimen organizado practican el espionaje para monitorear a sus enemigos y que para ello cuentan con tecnología avanzada. Al definirse tan descaradamente como aliado de “la maña” el ingenuo alcalde abrió las puertas del infierno.

El escándalo estalló en las redes sociales

El prestigiado medio de comunicación Reporte Índigo que ha revolucionado el mundo de la información y la opinión en México difundió en su sitio web el audio en el que quedó grabada la que se presume es la voz del alcalde de Matehuala Iván Estrada y donde éste afirma de manera franca que es materia dispuesta para “jugársela con el cártel”. La revelación desató un huracán de reacciones en las redes sociales y de inmediato se convirtió en noticia nacional. Aristegui Noticias y el influyente periódico Reforma dieron vuelo a las grabaciones que incriminaban al alcalde por tener presuntos vínculos con el crimen organizado. La comprometedora grabación tuvo interés periodístico debido a que semanas atrás, a principios de abril, Matehuala se había convertido en foco de atención de la prensa nacional por el secuestro de 86 migrantes ocurrida en la zona limítrofe de esta ciudad. Luego de las investigaciones realizadas por la policía estatal y el ejército mexicano se pudo rescatar a los migrantes sanos y salvos pero se descubrió que en Matehuala operaba una red criminal que lucraba con la desgracia de los migrantes. Lo más grave es que las indagatorias llevaron a la detención del comandante de la policía municipal, Francisco “N” y otros dos elementos quienes fueron detenidos y vinculados a proceso luego de que se les encontró droga (cocaína) en sus oficinas tras un cateo realizado por la corporaciones estatales y federales de seguridad pública. Días después se supo que fue este jefe policiaco quien entregó a los migrantes a una célula del crimen organizado. Estos indicios de involucramiento de la policía municipal en el secuestro de migrantes encendieron las alarmas de emergencia en las oficinas de las autoridades competentes. Algo muy malo estaba ocurriendo en ese municipio del altiplano y, entonces, las sospechas cayeron también sobre el alcalde Iván Estrada. Nadie creyó que el edil no estuviera enterado de las actividades delictivas de su jefe de policía. Fue tal el escándalo que el propio presidente de la república condenó los hechos desde Palacio Nacional en una de sus conferencias mañaneras.

Así que cuando unas semanas después se hicieron públicas las grabaciones en donde presuntamente se escucha al alcalde de Matehuala pactar con los mafiosos, ya se había formado la tormenta perfecta que empezó a causar estragos en la imagen del edil matehualense.

La gravedad de los hechos llevó a que la Fiscalía General del Estado abriera dos carpetas de investigación en las que se señala a Iván Estrada como presunto partícipe en esta trama de horror. El mismo gobernador Ricardo Gallardo Cardona condenó los hechos y pidió al alcalde que por iniciativa propia se presentara ante las autoridades a dar la cara para que se sometiera a un proceso judicial en el que se descartara su culpabilidad o se confirmara su complicidad.

De manera natural el asunto se politizó cuando la diputada por el distrito electoral de Matehuala, Cinthia Segovia, pidió al alcalde que pidiera licencia al cargo mientras se aclaraba su situación. A esta petición el acorralado presidente contestó: “Eso es lo que quisieran ellos, pero yo les he dicho que vengo por tres años a trabajar y desgraciadamente ellos ya están pensando en otro hueso cuando todavía no acaban el encargo y tienen miedo, me ven como oposición; yo les digo que se pongan a trabajar y hagan un política de altura, que den resultados en los puestos que tienen”.

Pero para desgracia del alcalde voces de la sociedad civil empezaron a exigir que se llegara al fondo del problema. El coordinador de la Alianza Empresarial, Luis Gerardo Ortuño Díaz Infante, consideró que es altamente preocupante que se estén presentando situaciones de esta naturaleza y todavía más grave es el hecho de que las autoridades puedan tener alguna relación con grupos criminales. Por ello exigieron que se investigue al alcalde Iván Estrada para saber si acaso tiene nexos con el crimen organizado. En el mismo sentido Juan Manuel Pérez Herrera, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) consideró que este tema requiere la inmediata intervención de las autoridades de justicia para que se haga una investigación precisa y así se confirme o descarte la veracidad de las acusaciones y se proceda como lo establece la ley.

El sospechoso se defiende

Ante la tupida andanada de críticas que lo señalan con índice de fuego como colaborador del crimen organizado el aún alcalde de Matehuala se defendió como dios le dio a entender. Culpó de su desgracia al diputado federal Alejandro “Jano” Segovia de ser el cerebro maligno que había orquestado esta conspiración que hoy lo quema a fuego lento. Hay la versión de que a través de Jano Segovia se había intentado que el alcalde matehualense se pasase a las filas del partido Verde. Pero ante la oferta el edil se resistió estoico y adoptó una actitud de presunto heroísmo. Dramatizando y actuando de manera magistral el papel de víctima, Iván Estrada utilizó una frase célebre del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata, para justificar su rechazo a esta insinuación. Rasgándose las vestiduras gritó a los cuatro vientos: “Prefiero morir de pie que vivir de rodillas”.

En su defensa salieron a declarar a la prensa algunos líderes del Partido Acción Nacional. Verónica Rodríguez Hernández, presidenta del PAN, alegó que los señalamientos en contra del alcalde son parte de una “campaña negra” para debilitar a su partido. Por su parte Liliana Guadalupe Flores Almazán, coordinadora parlamentaria del blanquiazul en el Congreso local sostuvo que las acusaciones no dañarán al panismo puesto que su partido es fuerte y tiene como fortaleza sus valores e ideales.

Creo que este drama donde el alcalde de Matehuala camina hacia el paredón es un adelanto de la rudeza que caracterizará las campañas electorales de 2024. Viviremos un temporada más de degradación de la política. Y mientras tanto el crimen organizado avanza en el control de los gobiernos municipales.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es psicólogo y maestro en Ciencias de la Educación. Fue delegado de Villa de Pozos en 2022 y subsecretario de Gobierno de 2016 a 2017. Presidió el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional en 2013. También fue director general del Sistema de Financiamiento para el Desarrollo del Estado. Ocupó los cargos de regidor en la capital potosina (2007) y de diputado local de la LVI Legislatura (2000). Impartió clases en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

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