Nada personal: Boletos gratis para Luis Miguel

Carlos Rubio

Lo que hoy se vive en San Luis Potosí obliga a cada ciudadano a realizar un análisis constante de cada situación y de cada actor que se presenta en escena; observar sus movimientos, reflexionar sus discursos y girar todos los días en torno a dos preguntas: ¿por qué y para qué? La duda ante todo podría remontarnos a un concepto filosófico propio del ser humano por naturaleza, sin embargo, hoy en día es más una obligación ante un contexto en el que todas las acciones –o al menos la mayoría– terminan por tener una doble intención, que usualmente suele ser el ganar simpatía u obtener algún beneficio económico.

La administración pública es un mundo de dobles intenciones; trabajos que deberían estar dedicados por completo al servicio público y en beneficio de la población, terminan convirtiéndose en la empresa del político que saquea las arcas y llena sus bolsillos y los de su familia; también se vuelven un escaparate para el próximo cargo que se desee ganar en la siguiente elección, ya sea en tres o seis años.

Si hoy San Luis Potosí es una calle de malabaristas, en cinco meses se convertirá en un circo, y de esos que quedaron prohibidos hace años: con monos, elefantes, leones, tigres, osos, animales pues. Haciendo cualquier clase de acrobacia con tal de llevarse un aplauso y uno que otro voto de cualquier semáforo.

En ánimos de ejercitar esa sed de duda, vamos con una acrobacia fácil: la –semifallida– visita de Claudia Sheinbaum a la capital potosina. ¿Por qué y para qué? Como jefa de la Ciudad de México, Claudia nada tiene que venir a hacer a San Luis, salvo de turista o a suscribir alguno de esos convenios que a los gobernadores les gusta firmar –que al final terminan sirviendo para nada–. Como “corcholata” presidencial, Claudia ha emprendido una gira por varios estados del país con el objetivo de ganarle la carrera a Marcelo Ebrard y a Adán Augusto (que también andan de fiesta en fiesta). El evento, que al final se llevó a cabo con Claudia en videoconferencia, se realizó en las instalaciones de la Feria Nacional Potosina, un lugar emblema para el gobierno de Ricardo Gallardo Cardona sobre el que ha buscado sembrar su popularidad. A la Feria fueron acarreados militantes y simpatizantes de Morena, pero también del Partido Verde Ecologista de México. Cuatro lonas gigantes con el nombre de Claudia escrito en verde terminaron por adornar el acto, algo muy característico de los eventos del mandatario.

De forma superficial podemos observar a cientos de personas apoyando a una posible candidata presidencial, pero entre líneas los guiños del gobernador hacia la jefa de gobierno son más que visibles. La maquinaria del Partido Verde no opera si no se palomea desde arriba; mover decenas de camiones repletos de gente no es más que un signo característico del partido en el poder. Claudia pudo haber llegado a cualquier otro recinto y haber pagado por ocuparlo (con recursos de quién sabe cuál ciudad), pero no, llegó al lugar en el que Ricardo Gallardo ha invertido una gran cantidad de recursos en remodelaciones, obra pública en los alrededores y artistas en época de Feria. Aunque sea un recinto público, no cualquiera se para por ahí. Me atrevo a decir que la factura le salió en ceros.

Todas las “corcholatas” que han visitado San Luis Potosí han sido bien recibidas. El que más cercanía ha demostrado públicamente con el gobernador ha sido Adán Augusto, que en su discurso le ha refrendado su confianza e incluso ha fungido como mensajero del presidente, que las pocas veces que se ha pasado por aquí ha sido más por compromisos federales que por gusto. Marcelo Ebrard ha tenido un trato más político en sus visitas, sin tanto abrazo y discurso zalamero.

Es un hecho que Gallardo se encuentra tanteando el terreno con los tres posibles candidatos y aquí es donde viene la doble intención: ¿cómo le va a redituar en el futuro el haber apoyado la campaña de cualquiera de las “cocholatas”? ¿Tendremos un San Luis Potosí con un gran aumento presupuestal para el 2025? No creo. ¿Habrá mayor inversión federal en obras públicas? Tampoco. ¿Tendremos a Gallardo de secretario federal?… Ricardo Gallardo tiene claro que este no es su momento, pero también sabe que aún es joven y las carreras políticas son largas; por eso discretamente ha empezado a hacer fila, y aunque ahora se encuentre en el lugar 20, hace cinco años ocupaba el lugar 70.

Y como esas hay decenas de situaciones diariamente a las que no se les debe perder el ojo y se deben reflexionar: la municipalización de Villa de Pozos, el manejo de la información entorno a la balacera en Guadalcázar, la escasez de agua, las personas migrantes secuestradas en Matehuala, la creación de la División de Caminos de la Guardia Civil, las constantes acusaciones hacia el alcalde de Matehuala, la construcción de la Arena Potosí, las protestas de los sindicatos, la salida de Leonel Serrato del gabinete, la desincorporación de Soledad de Graciano Sánchez del Interapas, la entrega de recursos incompletos a la UASLP; todo se rodea de un por qué y para qué más allá de lo obvio.

Y ahora, ¿en qué beneficia a Gallardo la entrega de boletos gratis para el concierto de Luis Miguel?

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente es jefe de información de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública.

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