María Ruiz
Los empresarios Eduardo Ayala y Alberto Narváez Arochi aseguraron que la crisis por la escasez del agua en San Luis Potosí ha afectado de sobremanera a los comercios ubicados en la avenida Venustiano Carranza.
“Tenemos que empezar a hacer contrataciones de pipas, aunque eso ya se hacía desde antes de que anunciara el alcalde. Sabíamos que sería una problemática muy seria en el tema del agua, del suministro del agua”, apuntaron.
Ambos empresarios remarcaron que existen tres problemáticas vigentes en torno al abasto de agua: la primera de ellas la falla de El Realito; la segunda, la falta de lluvias; y la tercera, la sequía del caudal de la Presa San José. Estos son los principales factores que ocasionaron que se haya sufrido una reducción en el suministro de agua potable en la ciudad.
También apuntaron que si bien la distribución de pipas de agua es una herramienta de apoyo que utiliza Interapas para dar una solución temporal y rápida a la escasez, es necesario que el organismo defina inversiones y formas de operar en el reparto.
“Lo que quisiéramos también aclarar es que el Municipio nos diga cuál va a ser la estrategia de estas pipas que empiezan a pasearse. Vean, en la avenida Carranza y pues en toda la ciudad ya hay pipas por todos lados, ¿cuánto va a costar? Necesitamos que haya un criterio claro para que no se abuse del suministro de líquido”, remarcaron.
Narváez Arochi remarcó la importancia de que el Interapas defina si el reparto de pipas también será para beneficiar a los negocios de la zona, pues hasta el momento se sabe que solo han atendido la demanda de los vecinos.
El empresario insistió que esta problemática de desabasto lleva varios años, aunque se ha recrudecido desde el anuncio de la inminente crisis de agua que sufriría la capital.
Por último, señaló que a lo largo de estos meses han tenido que costear el abasto de agua por medio de pipas, las cuales han pagado de su bolsillo con costos que van de los 800 pesos hasta los 2 mil 400 pesos por semana, además de que se tienen contabilizados 300 negocios que podrían verse afectados por la falta del suministro.