¿Galindo nos prepara otro madruguete?

Carlos Rubio

La forma en la que la administración de Enrique Galindo Ceballos extendió por 15 años la concesión de recolección de basura en San Luis Potosí dejó un muy mal sabor de boca y no puede más que levantar un sinfín de dudas sobre el presente y el futuro de la ciudad. En una coyuntura en la que a nivel nacional y local se cuestiona ampliamente la ética de concesionar servicios que deben ser públicos a empresas privadas, el alcalde ha sumido a la capital en otro compromiso a largo plazo que será difícil echar para atrás y ha sembrado la incertidumbre sobre la forma en la que manejará el tema sobre Aguas del Poniente Potosino.

La historia de Red Recolector (Vigue) en San Luis Potosí ya ha sido abordada muchas veces, de muy buenas formas y sigue presente en la memoria colectiva, así que sería ocioso intentar volver a contarla a mi modo.

En México la reelección está prohibida para el presidente, que debe conformarse con seis años en el cargo, así como para gobernadores; el asunto es un poco más flexible para alcaldes, diputados y senadores, que tienen la oportunidad de reelegirse; en el Poder Judicial es en donde jueces y magistrados suelen eternizarse en el cargo, pero hasta ahí hay límites establecidos en la Constitución que blindan el poder para que ninguna persona pueda ostentarlo todo por siempre, sin embargo, lo que sí se permite es que las empresas privadas se introduzcan en el servicio público para asegurar un millonario ingreso durante al menos 30 años.

A falta de unos meses para que culminara la concesión, Galindo y sus regidores emprendieron la tarea de escoger un regalo para la empresa Red Recolector para festejarle sus primeros 15 años de cobrar en el Gobierno Municipal. Y qué mejor regalo que darle otros 15 años más para que siga viviendo de recursos públicos. Para el año 2039 vamos a tener en la ciudad a un vividor de 30 años que sigue pidiéndole dinero a su papá Ayuntamiento.

No sorprende el sigilo con el que el Ayuntamiento manejó este tema. Pregonan transparencia, pero desde mayo el alcalde había pedido que se analizara ampliarle la concesión a Vigue y ¿cuándo se informó sobre esto? Enrique Galindo cree que solo es necesario que la población se entere de que recibió la escoba de platino y para eso sí paga publicidad en medios, pero no cree importante dar a conocer que está a punto de garantizarle dinero público a una empresa durante los próximos 15 años.

No es la primera vez que lo hace. Sabe los asuntos que son delicados y que por algo no serán bien recibidos por la población, por mucho que quiera resaltar las bondades de sus decisiones. Ocurrió con las patrullas que le arrendó mediante adjudicación directa a una empresa extrañamente beneficiada por gobiernos priistas. No habían informado nada hasta que el verdadero costo y proceso de asignación fueron dados a conocer en este medio.

Con el tema de Vigue lo sabían y lo dejaron plasmado en el comunicado que enviaron el viernes después de la sesión de Cabildo. En las 349 palabras que conforman el texto proporcionado por Comunicación Social del Ayuntamiento, en ninguna se menciona el término “concesión”, tampoco dice cuál empresa es la beneficiada ni cuánto va a costar el servicio. Una forma muy tramposa de simular transparencia, pero esto en nada se diferencia de las acostumbradas prácticas del gobierno gallardista.

“…el Cabildo de la Capital aprobó por mayoría calificada la garantía de la continuidad del servicio de la recolección, traslado, tratamiento y disposición final de los residuos sólidos que se generan en la ciudad. También por mayoría calificada se aprobó la obtención de servicios adicionales de barrido mecánico, recolección en papeleras, contenedores soterrados y cuadrillas de barrido manual…”.

Esto fue parte de lo escrito en dicho comunicado, que más que informar demuestra la incapacidad del alcalde para hablarle de forma directa, clara y honesta a la gente que representa y que votó por él para colocarlo en el lugar en donde ahora se encuentra.

Pero aquí lo podemos traducir con gusto:

“El Cabildo de la capital aprobó por mayoría calificada ampliar por 15 años más la concesión del servicio de recolección, traslado, tratamiento y disposición final de los residuos sólidos que se generan en la ciudad, a la empresa Red Recolector S.A. de C.V., por un monto de… (…) También aprobó concesionar a la misma empresa los servicios de barrido mecánico, recolección en papeleras, contenedores soterrados y cuadrillas de barrido manual, por lo que se pagará la cantidad de…”.

Así de fácil era hablar con claridad, pero les gusta engañar.

¿Se estudiaron más empresas para ver cuál brindaba mejor servicio? Ensañarse con la misma durante años es lo que abre dudas sobre la pulcritud del proceso. Y, además de la escoba de platino, ¿cuáles son los parámetros que se utilizaron para calificar el servicio como eficiente?, ¿a quién se le preguntó?

La discreción con la que se llevan a cabo las sesiones de comisiones del Cabildo es otra ventaja que utiliza el Ayuntamiento para analizar asuntos en lo oscurito y después aprobarlos sin rendir cuentas ni explicaciones ante nadie. Como en el Congreso del Estado, el Ayuntamiento debería dar vista de estas reuniones –como mínimo– a la prensa, en aras de garantizar plena transparencia.

Enrique Galindo Ceballos envió una muy mala señal sobre las formas con las que se conduce, sobre todo si se toma en cuenta que este año debe tomar la decisión de renovar o no la concesión de Aguas del Poniente Potosino, otro quinceañero incomodo de la ciudad, que tiene el propósito de convertirse en treintañero mantenido. ¿Le preparará el Cabildo su regalo para celebrar sus quince años?

A Vigue le renovó la concesión seis meses antes de que esta concluyera, por lo que es probable que el dictamen referente a Aguas del Poniente ya se esté trabajando y en cualquier momento pueda votarse en Comisión para pasarse al Cabildo.

A lo largo del año Galindo ha mostrado actitudes distintas sobre este tema, que a leguas se ve que le ha resultado incomodo, tanto por su relación con empresarios como con el gobernador Ricardo Gallardo. Lo que es una realidad es que están predominando intereses particulares en un asunto que por la coyuntura exige seriedad para con la ciudadanía, en un momento en el que se sufre de escasez de agua, por lo que no hay margen para equivocarse.

Al final, solo queda preguntarse: ¿Galindo nos prepara otro madruguete?

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente es jefe de información de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública.

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