Carlos Rubio
Las últimas señales de simpatía de Enrique Galindo Ceballos con El Saucito no son casualidad ni provienen de una reflexión de sus actos, son el control de daños que el alcalde debía realizar si no quería una afectación mayor para su campaña de 2024, que de por sí ya ha sido trastocada por sus errores y viene empañada por el Frente Amplio por México, cuyos líderes en San Luis Potosí están sometidos al gobierno en turno.
Galindo sabe que el conflicto que estalló en El Saucito no solo exhibió su falta de labor política y la de sus funcionarios, como lo dijo el regidor Arturo Ramos Medellín, quien señaló a los secretarios generales por no haber preparado el terreno antes de entrar con maquinaria a la colonia; seguramente el alcalde se reunió con su nada barato grupo de asesores y comunicación social, que le advirtió sobre los riesgos a futuro de tener a otro grupo en su contra, y el uso que sus detractores le podrían dar a éste.
Es así que el pasado domingo, el Ayuntamiento realizó su acostumbrada propaganda en El Saucito a la que llama Día de Talacha, en la que simulan que los vecinos salen a acompañar al alcalde mientras limpian las calles, pero que en realidad la mayoría son trabajadores municipales que obligan a ir, como si no se pagara ya por este servicio a otras personas.
Al evento llevaron a un numeroso grupo de gente que durante siete minutos y medio recibió el micrófono para agradecer la presencia del alcalde y reiterarle que las puertas están abiertas para él, un acto simbólico de reconciliación con la colonia a la que meses atrás intentó someter con la fuerza pública.
Desde un punto de vista político es un acierto para el alcalde limar asperezas y pasar la página hacia otros asuntos, en lugar de dejar fracturada su relación con una gran e histórica colonia; no puede mantenerse peleado con un sector de la población, pues es el representante de todo el municipio y no solo de unos cuantos, esto es algo que entendió mejor que el gobernador, que por donde se para se esfuerza en crear nuevos enemigos (algunos imaginarios), atacar y difamar al por mayor, lo cual no es propio de un mandatario ni de la vida democrática de un país.
Aún sea un acierto la bien organizada reconciliación del alcalde con El Saucito, no se debe ser ingenuo; el objetivo ahí tiene tintes electorales que en meses rendirán frutos. Si no cómo podemos explicar que meses atrás Galindo planeaba modificar las calles que rodean el Santuario del Señor de Burgos y hoy quiere declarar El Saucito como el octavo barrio de San Luis Potosí. ¿Acaso una noche tuvo una visión que le aclaró la relevancia histórica de todo el entorno que iba a poner en peligro con su paso a desnivel?
“El Saucito se lo merece y esta administración quiere dejar documentado su valor cultural, histórico, religioso, de tradiciones, es importantísimo y yo creo que ese es el mejor obsequio que le podemos dejar más allá de un puente”, fueron las palabras que Galindo utilizó el domingo para endulzar los oídos de toda una comunidad que se sintió seriamente afectada después de aquella noche en la que no durmieron para proteger su entorno.
Hasta una sesión de Cabildo quieren llevar a cabo ahí, que no es más que propaganda y simbolismos que más que beneficiar a la colonia, limpian la imagen del alcalde que sí o sí aparecerá en una boleta el próximo 2 de junio de 2024.
Con todo esto, Galindo sigue sin aceptar la derrota con la cancelación rotunda del proyecto del paso a desnivel e insiste en que se puso en pausa para ejecutarse el próximo año, sin embargo, tanto él como todo su equipo saben que la obra no será aceptada en este año ni el siguiente, así haga 50 Días de Talacha o Domingos de Pilas.
Al parecer lo que se vislumbraba como un desastre, terminó por favorecer a El Saucito, que seguramente será declarado como el octavo barrio de la ciudad, proceso que no tardará mucho (mientras no haya irregularidades ni opositores), pues para entrar en campaña Galindo debe separarse del cargo, lo que le impediría encabezar esa sesión de Cabildo y se perdería del beneficio político de la declaración.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente es jefe de información de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública.