El ridículo

Carlos Rubio

Finalmente el Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (Ceepac) respondió a la pregunta que Óscar Vera Fabregat hizo el 19 de julio en sesión extraordinaria: “¿Van a hacer el plebiscito o van a hacer el ridículo?”. Y para no dejar lugar a dudas, los consejeros decidieron dar cátedra de lo que es hacer el ridículo consiguiendo una participación del 6.8 por ciento con un presupuesto de 20 millones de pesos, algo así como que salió a 437 pesos cada opinión emitida el domingo.

Hace meses el presidente Andrés Manuel López Obrador abrió el debate y la polémica en torno a la pertinencia de los Organismos Públicos Locales Electorales, con la reforma que proponía su desaparición. Desde el Instituto Nacional Electoral (INE) y en todo el país se defendió su existencia y, hasta hoy, siguen vigentes.

Era una tarea complicada que un solo organismo electoral manejara todas las elecciones en el país, como lo planteaba el presidente. Tampoco era difícil darse cuenta de sus intenciones de tener más control sobre el Instituto, sin embargo, no se equivocaba cuando exhibía la ineficacia de estos organismos y a las cúpulas doradas que los dirigen. En esta ocasión, el Ceepac no hizo más que darle la razón a López Obrador y exponerse a sí mismo como un desperdicio de recursos públicos.

Tanto que los politiquillos y empresarios de San Luis Potosí defienden al INE y se ponen a organizar diminutas marchas que culminan con anticuados discursos de dudosos personajes en Fundadores, para que aquí en su estado, en su casa, el gobernador utilice al Ceepac como instrumento para sus intereses personales y no digan nada, ¿les interesa o no la democracia?

Pero una cosa es que el gobernador quiera utilizar al Ceepac y otra que los consejeros acepten ser usados; y pues sí, ambas ocurrieron.

Desde que propusieron su nada austero presupuesto de 55 millones de pesos para realizar el plebiscito y el gobernador ordenó que se realizara con 20 millones, los consejeros debieron ponerle un alto, exponer a la ciudadanía las razones por las que era imposible realizar el ejercicio y rechazar llevarlo a cabo.

Todavía decidieron llevar la humillación al extremo y lanzar la consigna de que con menos de 23 millones sería imposible realizarlo; propuesta que también fue bateada por el gobierno estatal.

El orgullo de los consejeros no los dejó decir “no se puede” y su sumisión no les permitió negar la solicitud, y en vez de ello decidieron realizar un papelón que terminó confirmando el discurso de López Obrador que ha replicado Ricardo Gallardo en el estado: los organismos electorales representan un gasto excesivo.

Si el Ceepac ya sentó un precedente de que con 20 millones de pesos se puede realizar un plebiscito (sin difusión, aunque esto parecía más bien intencional), ¿cómo será posible que en un futuro se vuelvan a pedir 55 millones para organizar otro? Quedaron atados de manos.

¿Qué hubiéramos obtenido con casi el triple de presupuesto que pedía el Ceepac?, ¿el triple de opiniones? ¿Una participación del 20.4 por ciento? ¿Un abstencionismo del 80 por ciento sí lo estaríamos celebrando?

En cada elección el abstencionismo triunfa; las recientes consultas promovidas por el presidente no han sido la excepción y el plebiscito sobre Villa de Pozos llegó a la capital a confirmar la nula capacidad que tienen el Ceepac y sus consejeros para incentivar la participación ciudadana, que guardados en sus oficinas piensan que con organizar cuatro foros es suficiente para convencer a una persona de salir a de casa un domingo para votar sobre algo que no sabe si le beneficia o le afecta.

El trabajo real fue hecho por los funcionarios de las Mesas Receptoras de Opinión, que se encargaron de informar sobre el ejercicio que se estaba llevando a cabo a los curiosos que se acercaban. Ellos sí tuvieron la convicción de promover la participación.

Solo queda esperar a que el Ceepac presente un balance de resultados y los consejeros le bajen dos rayitas a su orgullo para aceptar que realizaron un ejercicio que fracasó, no por la municipalización de Villa de Pozos, ese proceso seguirá y el gobernador cumplirá su cometido, sino por apenas haber alcanzado la humilde cifra de 45 mil 713 opiniones de un universo de 669 mil 525 electores.  

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente es jefe de información de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública.

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