Nubarrones negros en el horizonte de Galindo

Antonio González Vázquez

El tiempo se le agota a Enrique Francisco Galindo Ceballos: la Capital del Sí ha entrado en su etapa final.

A punto de concluir el primer mes del último año de su trienio, al primer priista del estado lo ha alcanzado el momento de las definiciones.

A través de su presidenta, Verónica Rodríguez Hernández, el Partido Acción Nacional lo instó públicamente a abandonar al Revolucionario Institucional y afiliarse al blanquiazul.

Esa es la condición para que Galindo pueda ir por su reelección en el ayuntamiento de San Luis Potosí.

El PAN quiere a un panista como alcalde, no a uno honorífico sino a un militante que lleve al gobierno de la ciudad programa, ideario y principios de ese partido.

La panista declaró a la prensa hace unos días que ya lo ha invitado, pero no le ha respondido. Le insistirá sobre el tema con un argumento irrebatible: el partido definirá candidaturas de los ayuntamientos a nivel nacional, dependiendo de su “rentabilidad” en cada ciudad.

En la capital, el PAN es la principal fuerza opositora, mientras que el Revolucionario Institucional es minoría.

En las elecciones municipales del 2021, el blanquiazul aportó el 70 por ciento de los votos de la alianza “Sí por San Luis”, que llevó a Galindo a la alcaldía.

Un alcalde priista gracias a los votos panistas.

Más allá de las cortesías profesadas al edil en el sentido de que “lleva mano” y que le apoyarán en lo que “él decida”, hacia el interior del PAN tienen claro que no harán campaña para alguien que no sea uno de sus filas.

La dirigente de los azules fue contundente al señalar que no se trata solo de lo que Galindo quiera o decida en torno a una candidatura, ni tampoco lo que digan los dirigentes del PRI, PAN y PRD, “es como se ve el acomodo de la rentabilidad de los municipios; hay altas posibilidades de que Acción Nacional pueda siglar la capital por la votación que se ha tenido”.

Así o más claro.

La única alternativa que tiene el alcalde para hacer realidad la posible reelección es renunciar al PRI para afiliarse al PAN.

No es una decisión sencilla, pero no parece haber otra.

Una eventual candidatura al Senado de la República está muy lejana porque lleva mano el diputado federal, amo y señor del panismo potosino, Xavier Azuara Zúñiga.

Las dirigencias nacional y estatal, lo descartaron porque a nivel estatal, el Revolucionario Institucional tampoco tiene mucho que aportar.

Es decir que uno de los problemas de Galindo es su partido, pues Rodríguez Hernández le ha coqueteado de que “se ve mejor de azul”.

Hay otro escollo y no menos significativo: su desempeño al frente de un gobierno que materialmente no ha resuelto los principales temas que agobian a las y los capitalinos: inseguridad, movilidad y abasto de agua potable.

Esas tres asignaturas que hizo suyas como reto a superar en su administración tienen un balance negativo.

De octubre de 2021, cuando arrancó el gobierno de Galindo a septiembre de 2023, que marcan dos años de la administración, sumaron 449 ejecutados.

Cifra terrorífica para el alcalde de formación policíaca, cuyas promesas eran hacer de San Luis la capital más segura del país y ser el municipio con la mejor policía de México.

La crisis hídrica derivada del fracasado proyecto de la presa El Realito vino a agudizar el eterno problema de desabasto que ninguna administración municipal ha sido capaz, de al menos atenuar, mientras que el tema de la movilidad se mantiene estancado al punto de suplicio.

No todo es bachear o instalar alumbrado táctico, eso está claro.

Y no solo eso que ya de por sí hace despertar dudas acerca de la viabilidad de la reelección.

En el ámbito político, Galindo mantiene un enfrentamiento con la impresentable dirigencia estatal del PRI, Ma. Sara Rocha Medina y de paso, con Alejandro Moreno Cárdenas quien tiene a la catorceña como dirigente real del partido por encima del llamado primer priista del estado.

Galindo Ceballos no es el tricolor, ni lo representa orgánica ni estratégicamente; no tiene la sartén por el mango como para decidir su reelección ni cualquiera otra candidatura. Ostenta el cargo de elección más importante del priismo potosino, pero no es suficiente.

Afines a Galindo y otros de menor presencia, han inundado los tribunales de solicitudes de juicio para anular la elección de la dirigencia y del Consejo Político Estatal al acusar desaseo y trampas, lo que supone que el alcalde es adversario en casa.

De modo que para el alcalde no parece haber un futuro halagüeño. A no ser que brinque al PAN y se trague sus palabras de que seguirá en el PRI hasta la muerte.

Ha llegado el momento de las definiciones y lo sabe.

Bien haría en abandonar, aunque sea fugazmente, la burbuja publicitaria en la que se siente confortablemente feliz y optimista.

Su gobierno ha sido uno más, de esos que con el paso de algunos años quedan en el olvido.

Aun afiliándose al PAN, tendría que superar a los otros aspirantes: César Octavio Pedroza Gaitán, Rubén Guajardo Barrera, David Azuara Zúñiga y Héctor Mendizábal Pérez.

Todos ellos tienen la estructura interna en el PAN como para ganar un proceso electivo, de manera que para que Galindo sea candidato la única vía es la imposición.

Nubarrones a la vista para el alcalde, cuyo proyecto político para el 2024 está por desmoronarse irremediablemente.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.

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