Por: Eduardo Delgado
“Quería cerciorarme que no era Diego” y “al momento que abrí el cierre lo tomé y le pedí que despertara…”, instantes dramáticos narrados en la queja formulada por María del Socorro Ruiz Medellín en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), organismo ante el cual condenó “la falta de sensibilidad” del personal y directivos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
Insensibilidad, explicó, “para tener un acercamiento hacia nosotros ya que fui yo la que tuve que acercarme”, asentó en el acta DQQU-0891/15, levantada el pasado martes por Margarita María Castillo González, visitadora adjunta de la Dirección Canalización, Gestión y Quejas del organismo.
“Fue hasta el lunes (pasado) que llevé a Leo (su otro hijo) al camping, que solicité entrevistarme con Sergio Hugo Vizcarra, Director del Campamento Universitario y le dije: “Ninguno de ustedes han tenido la amabilidad de…explicarme que fue lo que le pasó a Diego”.
En respuesta el funcionario, de manera escueta y hasta desalmada, le informó: “A su hijo lo succionó un ducto de agua, se atoró, y entre cuatro personas no lo pudieron sacar”.
Lo narrado antes por la madre de Diego González Ruiz, de profesión doctora, lo vivió precisamente hace una semana, enseguida de que llegó al hospital y le informaron del deceso de su vástago.
Dijo haberle exigido al pediatra entrar a ver a su hijo: “Lo encontré en una bolsa gris e inmediatamente abrí el cierre; yo quería cerciorarme que no era Diego” y cuando constató que sí “lo tomé y le pedí que despertara”.
En su queja ante ese organismo pidió también emprender indagatorias contra la Dirección de Protección Civil, “sobre todo de cómo es posible que la autoridad permita que este tipo de establecimientos, dedicados a las actividades acuáticas, no tenga todas las medidas de seguridad para evitar este tipo de eventos”.
Ello luego de que Diego, de apenas 12 años de edad y recién graduado de la primaria, falleció ahogado el pasado viernes en el campamento organizado por el departamento deportivo de la Universidad.
Aquel día el niño se deslizó en un tobogán y a la salida se sumergió en la alberca, en cuyo interior fue jalado por la fuerza del extractor de agua, del parque acuático “Woow”, inaugurado hace unos meses en la comunidad de Jesús María, del municipio de Villa de Reyes, localizado a unos 40 kilómetros de distancia de la capital potosina.