Por Victoriano Martínez
La atracción por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) del juicio de amparo en contra de la inhabilitación a Xavier Nava Palacios para ejercer cargos públicos por 18 años no es un simple paso más en la tramitación del caso por lo selectivo que resulta la intervención del máximo tribunal del país.
De entrada, se tiene que tomar en cuenta que la SCJN se ha convertido en un dolor de cabeza para el Congreso del Estado, que se ha vuelto cliente frecuente de que invaliden sus determinaciones por no ajustarse a los preceptos constitucionales o por incurrir en violación de derechos. No es buena noticia para los diputados que ahora revise la sanción contra el exalcalde.
“Esta inhabilitación siguió su curso, escaló hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación y hoy nos vuelve a dar la razón. El Congreso del Estado de San Luis Potosí invadió facultades del Poder Judicial Federal al resolver un juicio político sin contar con una sentencia, era clara su intención, era clara su consigna” expuso Nava Palacios en su mensaje vía Facebook.
Podría parecer una exageración que Nava Palacios afirme que la justicia federal “hoy nos vuelve a dar la razón” porque el hecho de que haya aplicado la medida de atracción significa que apenas revisará el caso y la decisión final apenas está por venir.
Sin embargo, el optimismo del exalcalde se funda en que la discusión del proyecto de atracción se consideró procedente por la existencia de elementos que configuran una posible invasión por parte de los legisladores sobre facultades del Poder Judicial Federal, lo que menciona Nava Palacios en su mensaje al señalar que se resolvió un juicio político sin contar con una sentencia.
Hasta ahora, el caso de la inhabilitación de Nava Palacios ha tenido un comportamiento de péndulo que comenzó con la resolución del juicio político el 18 de diciembre de 2021, se revirtió en diciembre de 2022 cuando se le otorgó el amparo al exalcalde, y luego nuevamente se mantuvo la sanción por una revocación por parte del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil y Administrativa.
Hoy que el pasado miércoles 29 de noviembre la Primera Sala de la SCJN acordó la atracción del caso, el destino final que tendrá la inhabilitación contra Nava Palacios se encuentra en la antesala de la determinación final.
Una ruta hasta cierto grado natural, en tanto escaló hasta el máximo tribunal, con lo que eso representa en cuanto a que podría sentar un precedente sobre la actuación de las legislaturas en la definición de juicios políticos con tintes de vendettas politiqueras. Los diputados podrían estrenarse como blanco de correcciones en actuaciones distintas a las pifias legislativas.
Independientemente de la determinación de la SCJN sobre el caso, el mensaje en Facebook por parte de Nava Palacios, tras su rebuscada justificación del silencio adoptado en los últimos dos años, genera expectativas sobre el rol que ofreció cuando asumió la presidencia de Frente Cívico Potosino el 20 de noviembre de 2021.
“Trabajaremos desde el Frente para hacer notar y denunciar los abusos y los excesos cometidos desde el poder”, dijo entonces Nava Palacios.
Hoy, tras afirmar que “las calamidades que venían han llegado”, Nava Palacios retoma su lema de campaña del 2018 para convocar a romper el silencio ante lo que consideró una guerra que “amenaza nuestro estado, nuestra ciudad, nuestra dignidad, nuestro patrimonio y la vida de todos los potosinos”.
“Ante nosotros se encuentra un oponente que está dispuesto a utilizar la criminalidad, la calumnia y la mentira, los medios oficiales y los medios creados por ellos para destruir a sus oponentes; todo el poder y todo el dinero para seguir saqueando a nuestro estado”, advirtió.
Un tono entre discurso de precandidato, aunque sin claridad sobre el cargo y el partido, y discurso de continuidad de quien retoma asumir la dirigencia de una organización ciudadana como el Frente Cívico Potosino y, ahora sí, “hacer notar y denunciar los abusos y los excesos cometidos desde el poder”.
Un discurso que no pasara de serlo si en los próximos días o semanas no se traduce en denuncias, públicas o ante instancias formales, sobre los actos de criminalidad, las calumnias y las mentiras, así como contra el saqueo que señala que está en curso.
Un discurso que tiene que aterrizar en acciones que cumplan con las expectativas que crea, o se convertirá, en este clima de sumisión de instituciones –incluidas las autónomas y los partidos políticos–, en parte de ese ruido que es herramienta para infundir miedo, y quede lejos de ser útil para romper el silencio.