María Ruiz
Maltrato y desigualdad laboral es lo que enfrentan las trabajadoras del hogar, condiciones que les impiden desarrollarse de manera plena y digna, así lo señaló Norma Palacios Tramabala, secretaria general colegiada del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (SINACTRAHO), durante el foro “Construyendo Caminos Hacia la Justicia Laboral: Resultado del Proyecto Laborando en lo Privado”, organizado por Lúminas, Centro de Derechos Humanos, A.C.
Palacios Trambala detalló que al ser un trabajo feminizado, las mujeres sufren los riesgos que conlleva pertenecer a este grupo laboral altamente vulnerable, pues se encuentran en un estado constante de subordinación y discriminación.
“Lamentablemente hay una falta de reconocimiento de las trabajadoras del hogar a nivel nacional. Nosotros hemos identificado que viene desde el hecho de que el trabajo del hogar no es bien remunerado, y por consiguiente se desatan violencias en contra de quienes desempéñanos esta labor”.
Explicó que estas condiciones de vulnerabilidad también tienen que ver con una concepción misógina y machista, en la que los empleadores sostienen discursos que conciben el trabajo del hogar como “una ayuda”, es decir, no lo ven como una relación laboral formal.
Por ende, el trabajo que desempeñan las mujeres no es bien remunerado y lo hacen bajo condiciones infrahumanas, en el que las violencias físicas, sexual y psicológica se convierten en herramientas comunes en las que las trabajadoras del hogar desarrollan su labor.
Por este motivo, insistió en que la clave para acabar con estas expresiones de violencia que vulneran la calidad de vida de las mujeres trabajadoras es la información oportuna y clara, para que conozcan que son sujetas de derechos y que como cualquier trabajador que sea asalariado informal, exija condiciones dignas, pero sobre todo, el empleador les ofrezca un trabajo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana.
“Hay mucho desconocimiento de todo el tema, sobretodo de los avances legislativos. En cuanto a derechos laborales no hay conocimiento de parte de las trabajadoras del hogar, quienes tienen derecho a prestaciones, a seguridad social y a entablar relaciones laborales dignas”.
Palacios Tramabala explicó que a través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) 2021, se indentificó que al menos 2.5 millones de personas en México se desempeñan como trabajadoras del hogar, y más del 80 por ciento de ellas son mujeres.
Un contexto que también revela que las trabajadoras del hogar son un impulso de la economía nacional, y por ello es necesario que comiencen a organizarse, para que sean beneficiadas con el acceso a sus derechos laborales.
“Hoy día hay mucho por hacer, y podemos comenzar en transformar la visión de los empleadores, que tienen esa concepción de que nosotros les pertenecemos, que somos de su propiedad, y por ello se niegan a aceptar la relación laboral”.
En este sentido, la organización sindical es una oportunidad para que las trabajadoras del hogar accedan a estos beneficios y los empleadores cumplan con su responsabilidad.
“Aunque no exista un contrato por escrito, al haber una relación de manera verbal, hay una responsabilidad que cumplir. Nosotras como sindicato queremos generar conciencia de la importancia de la organización sindical, que es una oportunidad para defender nuestros derechos”.
Actualmente San Luis Potosí se ha sumado a las acciones del SINACTRAHO, en las que al menos 83 trabajadoras del hogar ya fueron afiliadas para fortalecer los vínculos, pero sobretodo, comenzar a generar espacios de diálogo con las y los empleadores para que las violencias y condiciones laboralmente precarias acaben.