Estela Ambriz Delgado
La conservación de la Sierra de San Miguelito es fundamental para poder enfrentar la crisis hídrica que se agudiza cada vez más en la zona metropolitana y en todo el estado por la sobreexplotación, sequía, y el cambio climático, ya que de acuerdo a diversos estudios e investigaciones, para asegurar el suministro a mediano y largo plazo es necesario proteger los cuerpos de agua y las áreas de recarga del acuífero de esta Área Natural Protegida (ANP).
Sin embargo, en la actualidad, existen proyectos inmobiliarios en los límites de esta área, que amenazan las corrientes naturales del agua que escurren por la sierra, pues podrían causar su desvío y provocar inundaciones.
En este segundo año del decreto presidencial de Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) cabe puntualizar aspectos importantes que correlacionan la defensa de la Sierra ante la amenaza de su urbanización, pues como lo señala la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), el macizo montañoso de la Sierra funciona como una esponja natural al captar y filtrar el agua hacia los mantos acuíferos
Como lo expresa el director de la APFF, Luis Enrique Rodríguez Sánchez, la conservación del ANP se vuelve imperativa para reducir la vulnerabilidad de la población y adaptarse a la creciente escasez de agua que se enfrenta.
Asimismo, investigadores del Colegio de San Luis (Colsan) e integrantes del Consejo Hídrico Estatal (CHE) ha advertido de los riesgos del crecimiento urbano especulativo en ciertos sectores de la ciudad, sobre todo al Poniente en partes que son consideradas tradicionalmente como de recarga del acuífero, como la Sierra de San Miguelito.
Dicha urbanización abona a la complejidad del problema a mediano y largo plazo, pues se impermeabilizan las pocas fuentes superficiales y con ello hay un problema de escasez, así como de inundaciones relámpago para quienes viven en las faldas de esta.
En este sentido, Guardianes de la Sierra de San Miguelito destaca que históricamente el macizo montañoso ha sido clave para abastecer de agua a la ciudad, e inclusive es lo que le dio origen a la misma junto con la explotación minera en Cerro de San Pedro en 1592, poco después se funda la ciudad por la cercanía y el agua que escurría hasta el río Españita y a la Caja del Agua, y afectar la Sierra implicaría repercusiones tanto en el abasto como en lo referente a inundaciones.
Desarrollos inmobiliarios en los límites del ANP causan desvío de corrientes e inundaciones
El activista Carlos Covarrubias Rendón informó que recientemente la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) inició un procedimiento en contra de la empresa Desarrollos del Pedregal, por afectar corrientes de agua naturales con la construcción de un edificio de 14 pisos en los límites de lo que era la Garita de Jalisco, hoy Desarrollo del Pedregal y otros fraccionamientos que derivaron de esa inmobiliaria, y los límites de la comunidad San Juan de Guadalupe, que son los límites del ANP.
“Iniciaron con la construcción de un edificio, pero empezaron a abrir brecha y se metieron al área natural, y la Profepa hace 20 días fue a hacer una inspección y levantó un acta administrativa, para llevar a cabo un procedimiento, porque están destruyendo algunas de las principales corrientes de agua que desfogaban el líquido que venía de la Sierra San Miguelito, unas ya están desviadas y son las que provocan las inundaciones que hoy vivimos”.
Covarrubias Rendón advirtió que esa obra va a desviar otra de las corrientes más importantes que hay en la zona, y puso como ejemplo la construcción del centro comercial The Park, ubicado en el bulevar Antonio Rocha Cordero, en un área ecológica protegida por el Ayuntamiento de San Luis hace más de 20 años, que tiene como objetivo proteger a la ciudad de las inundaciones derivadas de la urbanización de 750 hectáreas de la Sierra en lo que era la ejido Garita de Jalisco.
“Había una zona muy importante de cañadas y de corrientes de agua que se tenían que respetar, porque se supone que el proyecto de Desarrollo del Pedregal era un proyecto ecológico, y al final de cuentas lo destruyeron, se urbanizó toda esa zona (…) pues la agudización de las inundaciones es precisamente porque esa parte donde está esa zona comercial era una de los últimos reductos de contención de las inundaciones”.