Tres años de relación se fueron a la basura cuando el prometido de Shelby Swink le dijo que no la amaba y que no se iba a casar con ella.
La chica había puesto su alma en la organización de la boda y quedó en shock al saber esta noticia. Lo primero que hizo fue llamar a sus invitados para disculparse y decirles que la boda se cancelaba.
Enseguida vino la tristeza.
Aunque en un principio no sabía cómo lidiar con la situación, el fotógrafo que había contratado para el día más feliz de su vida le dio una idea: destruir el vestido. Así que la pintura de colores fue la mejor idea para hacerlo.
En la interesante sesión de fotos estuvieron las personas que aman a Shelby, ella decidió que su ex prometido no podía quitarle esa dicha de sentirse apoyada.
La primera gota de pintura sobre el vestido, fue liberador para ella.
También estuvieron presentes sus padres, quienes dedicaron este gesto al ex yerno.
Shelby descubrió lo fuerte que era gracias a que su pareja la abandonó en un momento crucial de su vida.
El padre de Shelby llevó puros y champaña a la sesión de bodas de su hija, para celebrar que no se casaba.
Liberador o no, la terapia le sirvió mucho a la joven, quien dedicó estas palabras para el que hubiera sido su marido.
“Gracias por haberme librado de un gran dolor y decepción en el futuro, gracias porque me has ayudado a entender lo fuerte que soy en realidad. Gracias a ti ahora estoy segura de que nadie me puede quitar la felicidad.Gracias por regalarme la posibilidad de encontrar a mi verdadero amor en el futuro.
