Por un 2024 sostenible y más verde

Mariana de Pablos

La cuenta regresiva ha comenzado. El 2024 está a la vuelta de la esquina y para muchos eso significa un nuevo comienzo; la oportunidad para cumplir todos esos sueños y metas que, por diversas razones, no se vieron materializados en este año que concluye. Es así como surgen los conocidos propósitos de año nuevo, o bien, aquellas resoluciones personales que tienen por objetivo alcanzar esa versión mejorada de nosotros mismos a la que aspiramos. Pero, ¿y si más allá de concentrarnos en nuestros propósitos personales desde un enfoque individualista, los encamináramos hacia un bien común con el planeta y el mundo?

Si hacemos un recuento de nuestros propósitos, se podría decir que existen de dos tipos: los individualistas, que agrupan todos aquellos en los que el único beneficiario somos nosotros mismos. Estos usualmente están ligados a la salud, el dinero y el amor. Y, por el otro lado, están los globales. En este grupo hablamos de propósitos de carácter sostenible y enfocados en el beneficio común.

Hablar de sostenibilidad implica mantener un equilibrio entre los recursos naturales, el medio ambiente y las necesidades humanas. Incorporar en nuestros propósitos de año nuevo estrategias o formas de contribuir en la realización de un futuro sostenible para la tierra y para todo el mundo es una buena forma de comenzar el año. Sobre todo, si se toma en cuenta el estado de degradación y destrucción en el que se encuentra el planeta Tierra al día de hoy.

Este año se vivió un calor sin precedentes en todo el mundo. Científicos de Copernicus han señalado que el 2023 batió los récords de temperatura máxima desde que existen registros. Un planeta sobrecalentado, explica la Organización Meteorológica Mundial (OMM), altera la dinámica atmosférica, lo cual abre la puerta a una serie de fenómenos meteorológicos más frecuentes y más extremos como son los huracanes, las inundaciones, el deshielo de los glaciares, la sequía y las olas de calor.

“Las decisiones que tomemos o dejemos de tomar hoy pueden hacer que retrocedamos aún más o que avancemos hacia un futuro más verde, mejor y más seguro. Es nuestra decisión”, estas son las palabras de António Guterres de Portugal, secretario general de la ONU, para hacer un llamado a todo el mundo para que todos y todas asumamos nuestra responsabilidad con el cambio. El inicio de un nuevo año es una oportunidad de empezar de nuevo, de hacer conciencia y renovar nuestras acciones y decisiones a favor del medio ambiente.

Un buen punto de partida es darle un giro verde a nuestros propósitos de año nuevo. De acuerdo con el estudio, realizado por YouGov Surveys en 18 mercados internacionales, el propósito de año nuevo más común a escala global este 2023 fue “mejorar mi salud física”. Una forma de lograr esto y contribuir en reducir el impacto negativo al planeta podría ser caminar al trabajo o hacer actividades al aire libre que impliquen la protección y restauración del medio ambiente, como plantar árboles o hacer tu propio huerto. También puedes dedicar parte de tu energía en colectivos dedicados a recoger la basura en tu colonia o hacerlo por ti mismo.

Otro propósito popular es “mejorar la dieta”, para lograrlo se puede optar por alimentos locales y respetuosos con el medio ambiente y los animales; así como más comestibles de origen vegetal, los cuales requieren menos cantidad de tierra y agua, y producen menos emisiones de CO2. También es importante empezar a generar el hábito de comprar solo lo que vayas a comer, evitando así el desperdicio de comida y frenando el impacto de producir comida en exceso.

Por otra parte, cuando pienses en tu propósito de ahorrar dinero puedes lograrlo al no gastar en productos desechables. En todo el mundo, cada minuto se compra un millón de botellas de plástico. Una solución práctica y económica es invertir en tu propio kit de utensilios reutilizables, como tu termo para café. Asimismo, dile no al consumismo y al fast fashion. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la industria de la moda produce 20% de las aguas residuales mundiales y 10% de las emisiones globales de carbono. Esto es más que todos los vuelos internacionales y envíos marítimos combinados.

Para contribuir en reducir este daño, cuando hagas tus compras de ropa hazlas de forma consciente, sin dejarte llevar por el consumismo y, si puedes, opta por telas amigables con el ambiente o por adquirir prendas de segunda mano. Otra forma de contribuir es haciendo una selección consciente de la ropa que ya no utilices y donarla.

Otros propósitos verdes que te puedes proponer y que harán un gran cambio a un corto plazo al convertirlos en hábitos son apagar la luz cuando salgas de una habitación, utilizar focos ahorradores y, por supuesto, comenzar a separar tus residuos. Solo al sentarnos a reflexionar cómo podemos contribuir, desde nuestra realidad más inmediata, a la preservación de la vida en la tierra, podremos empezar a darnos cuenta de los retos y enfrentarlos antes de que sea demasiado tarde.

¡Por un 2024 más verde!

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