Estela Ambriz Delgado
La discriminación por discapacidad es una problemática que afecta gravemente la vida de las personas con esa condición, la cual puede darse de manera biológica, o estar asociada a enfermedades crónicas, así como accidentes, y envejecimiento, por lo que es importante trabajar en temas de inclusión y accesibilidad tanto en las universidades como acercar el tema a la población en general, así quedó de manifiesto en el foro “Derechos Humanos, Diversidad y Discapacidad”.
Este jueves 25 de enero se llevó a cabo el foro organizado por la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), con la finalidad de exponer el trabajo académico a nivel nacional, que desde diferentes disciplinas se lleva a cabo sobre la temática.
La temática fue abordada por siete ponentes desde la ciudad de Cancún, Quintana Roo; Ciudad de México; Jalapa, Veracruz, y profesores de la UASLP, desde disciplinas como la antropología, que trata de entender a los otros y visibilizar su existencia, así como desde el derecho, enfermería y trabajo social, a fin de ir más allá de lo biológico o médico, y visibilizar también el aspecto cultural.
Entre las exposiciones estuvo la experiencia de elaborar una propuesta metodológica para que las universidades evalúen el diseño de sus políticas públicas, y programas orientados a las personas con discapacidad, en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), por parte de Yehosua González Vásquez.
Asimismo, el profesor de la UAM Xochimilco Alejandro Cerda García, con el tema discapacidad, interseccionalidad y exigibilidad de derechos, un enfoque epistemológico, informó que existe una población muy importante a nivel mundial en situación de exclusión, pues hay un 16. 5 por ciento de la población que vive con alguna discapacidad, sumados a otras colectividades a las que igualmente se les ha dejado fuera de los beneficios que las sociedades han logrado, como los pueblos originarios, afrodescendientes, y de la comunidad LGBT.
El catedrático puntualizó que acuerdo a información de la Encuesta Nacional sobre Discapacidad (ENADIS), la primera que indaga sobre discapacidad en el país a partir de 2017, hay un acceso minoritario de las personas de dichas colectividades a la educación superior y mayores índices de analfabetismo.
Respecto al quehacer de las universidades en el tema, Cerda García indicó que al recibir presupuesto público, se tiene un cometido social, y por tanto no se pueden reproducir las barreras de exclusión que existen en la sociedad, sino que por el contrario, están obligadas a ofrecer su conocimiento, y su servicio a la formación de nuevos profesionales, para que la sociedad mexicana pueda tener características de inclusión, accesibilidad, no discriminación, equidad, así como espacios libres de violencia.
“Hay mucho que hacer, las universidades públicas tendrían que ser como un espacio prefigurativo de aquellos cambios que se quieran ver en la sociedad (…) para lo que es importante contar con una legislación universitaria favorable”.
Por otra parte, Maribel Cruz Ortiz, de la Facultad de Enfermería, detalló que como parte de las líneas de investigación en el proyecto del que forma parte, se estudia la dependencia asociada a condiciones como enfermedades crónicas, pues en México es muy marcada la tendencia a la discapacidad asociada a enfermedades como la diabetes, que puede derivar en pérdida de la vista o amputación de algún miembro, así como asociada a accidentes, y envejecimiento
“Está presente todos los días y nadie lo entiende como algo que los va a llevar a la discapacidad, aunque no se haya nacido con discapacidad puede llegar producto de la enfermedad crónica, sobre todo de diabetes e hipertensión, o por un accidente, que son muy frecuentes, y con el paso de los años no todos vamos a llegar tan sanos e independientes”.
De igual manera, Cruz Ortiz indicó que la segunda línea de investigación es sobre las personas cuidadoras, que en su mayoría son mujeres, y por tanto son doblemente discriminadas; y una tercera es sobre mujeres con esquizofrenia, lo que se considera una discapacidad psicosocial, que en ambos casos su discriminación se duplica por el hecho de ser mujeres.