Intolerancia selectiva

Carlos Rubio

A Ricardo Gallardo Cardona no le molestan las manifestaciones ni los bloqueos. No le importa que se cierren las vías de comunicación ni tampoco que la gente pase horas en el tráfico sin poder llegar a sus hogares. Al gobernador no le molestan las marchas, salvo que sean en su contra.

Nuevamente el mandatario hizo referencia a su acostumbrado sentido de la intolerancia hacia la libertad de expresión, ahora por las protestas que encabezó el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de Gobierno del Estado, las cuales sí, interrumpieron el paso de muchos potosinos en el Centro Histórico, y sí, también se podrían evitar si se les pagara lo que se les debe.

Y aunque el gobernador se muestre preocupado porque muchas familias no pueden llegar a sus casas, la realidad es que aquello poco le importa, el fondo es que esas marchas llevan su nombre calcado en una connotación negativa.               

¿O a poco se preocupa cuando se bloquean calles por protestas en contra del alcalde Enrique Galindo Ceballos? No han sido pocas veces las que se han cerrado avenidas muy concurridas por manifestaciones debido a la falta de agua o la carencia de servicios públicos. ¿También le molestan al gobernador aquellos tapones al tránsito vehicular o sólo los que llevan su nombre?

¿Cuántas calles se cierran en el Centro Histórico por el desfile del 16 de septiembre? ¿Esas también le molestan? ¿Y por la Procesión del Silencio? Si a Ricardo Gallardo le molesta tanto que se interrumpan las vías de comunicación, ya debería comenzar a revisar a dónde mueve esas celebraciones, para también empatizar con la gente que no comparte esas tradiciones y durante esos días debe movilizarse a través de las calles que mantienen clausuradas.

Y ojalá también se consultara al poco nombrado Consejo de Seguridad, para saber cómo van a proceder para desalojar dichos eventos que causan el cierre de calles.

Pero no se hará, porque la intolerancia del gobernador es selectiva. Si es contra sus rivales, las calles pueden cerrarse, si es contra él, los inconformes pueden ser reprimidos.

No recuerdo la intervención del gobierno estatal en la protesta que hubo en El Saucito, cuando el Ayuntamiento intentó comenzar la obra de el paso a desnivel, lo que ocasionó que la calle principal fuera tomada por los vecinos junto con la iglesia, incluso durante más de un día.

Aquella ocasión incluso se obstaculizó el paso para que las personas acudieran a profesar su fe en el templo. Pero estas son las manifestaciones que sí le gustan al Gobierno del Estado.

El grupo gallardista es conocido por manejar un gran número de simpatizantes que utilizan como grupos de choque. Los usaron en gran medida durante el trienio de Xavier Nava Palacios. ¿Cuántas veces cerraron la avenida Salvador Nava frente a la Unidad Administrativa Municipal, personas que venían desde Soledad de Graciano Sánchez?

En un estado potosino en el que se cierran calles para mítines políticos, es sumamente preocupante que se amenace con actuar en contra de protestas, con una exigencia de fondo, por el simple hecho de que no representan una forma más de alabanza al gobernador.

Es riesgosa la postura del mandatario, principalmente por la gran cantidad de alcaldes aliados con los que cuenta en todo el estado, ¿qué va a pasar cuando todos decidan emular su actuar y se comience a vivir una crisis de intolerancia hacia las expresiones de la sociedad?

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente es jefe de información de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública. Formó parte de la tercera generación del MásterLab en edición de investigaciones organizado por Quinto Elemento Lab.

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