Carlos Rubio
Lo que durante años ha ocurrido en la Dirección de Pensiones no es más que una pequeña muestra de lo podrida que está la administración pública. Aquella es una sola dirección, estamos hablando de que en San Luis Potosí, tan solo el Poder Judicial, Ejecutivo y Legislativo ejercen 63 mil millones de pesos al año, a eso hay que sumarle todo el presupuesto federal que le llega a cada municipio y organismo “autónomo”, y todos los fondos a los que se pueden acceder al año como de obras públicas o de contingencias. Es una barbaridad la cantidad de dinero que circula por las arcas y sería muy ingenuo creer que el único desvío existe en las pensiones de los trabajadores jubilados.
Lo que ha sido calificado como el “fraude del siglo” por el gobernador Ricardo Gallardo Cardona es una realidad, existe un desvío de recursos públicos y un mal uso de estos. Existen personas que inexplicablemente cargan consigo una fortuna descomunal. Algunos de los implicados ya han sido detenidos y vinculados a proceso, la investigación muy seguramente arrojará que son culpables y ya veremos la forma en la que tendrán que pagar por haberse dado una vida de lujos a costa del erario. Aunque, según hemos visto con los últimos exfuncionarios detenidos, en poco y en nada se ha logrado resarcir el verdadero daño que han causado. Y está por verse si en verdad van a capturar a los altos funcionarios que permitieron, avalaron y quizá hasta se beneficiaron de esto.
Lo que está sobredimensionado es el nombre que se le ha dado a este esquema de desvío de recursos. “El fraude del siglo” no es más que otro lamentable capítulo de corruptelas, que hoy apenas asciende a los 200 millones de pesos, y si acaso apenas, muy apenas, llegará a los mil millones de pesos (o eso nos van a decir).
Basta con que el gobernador y prácticamente cualquier alcalde vean su gabinete (o sus propias cuentas) para que encuentren un par de “fraudes del siglo”.
Es desafortunado el uso que Gallardo le está dando a este saqueo, porque el fraude existe, pero el fin de destaparlo parece más bien una cortina de humo con tintes electorales. Recordemos que las detenciones se realizaron pocos días después de que los sindicatos se movilizaran por la deuda que su administración tiene con Pensiones. Una deuda que sí, va mucho más allá de 200 millones de pesos.
Cuando los señalamientos vienen del gobernador, poco se pueden tomar en serio, porque entonces es seguro que tienen una doble intención y un aprovechamiento personal de la situación. Lo que es lamentable, porque de esta forma siempre se tomará a juego la justicia.
Es muy común que en una plática de sobremesa o con unas cuantas cervezas salgan a flote los típicos comentarios de que los políticos son ricos, porque se piensa que la remuneración en la administración pública es muy alta, pero esto no podría estar más equivocado. Si bien el sueldo de un funcionario alcanza para que una persona se dé una vida que no puede costear el 85 por ciento de la población mexicana, tampoco es suficiente para que tengan todos los lujos que ya estamos acostumbrados a ver: casas, carros, relojes, guardaespaldas, ni con el sueldo del presidente alcanza para adquirir todo eso.
Y entonces aquí viene la pregunta: ¿cómo carajos se vuelven millonarios?
Cuando a un funcionario ya se le encuentran dos o tres casas que superan los 5 millones de pesos cada una, uno se comienza a preguntar: ¿y cómo le hizo?
Por ejemplo, el alcalde con el sueldo más alto en el estado es Enrique Galindo Ceballos, quien recibe 97 mil pesos al mes, según la Plataforma Estatal de Transparencia. Lo que significa que en 36 meses que equivalen los 3 años de administración para los que fue electo, ganará 3 millones 492 mil pesos. Esto sin contar aguinaldo, bonos, etc. Sin embargo, ya tenemos un aproximado de cuánto puede obtener uno de los funcionarios de mayor nivel en el estado.
Una ganancia que para nada alcanzaría para adquirir una casa en el Pedregal, en Villa Antigua o en Lomas del Tecnológico. Quizá pueda costearse una pequeña casa en Himno Nacional, y eso si no tuviera que gastar en la subsistencia diaria de toda su familia, por lo cual volvemos al punto de partida: ¿de dónde sale un exalcalde con carros y casas en las Lomas y en La Florida?
Y es acá donde uno se da cuenta que indudablemente tienen que saquear el erario para acceder a tales cantidades de dinero o ser parte de acuerdos oscuros que les den remuneraciones de esas que se entregan en maletas negras, con lo que claramente comprometen a toda una ciudad o estado.
La visión de la administración pública está bastante pervertida. Hay que entender que no es una empresa y tampoco es un lugar al que se llegue para generar dinero, algo que la mayoría ya ha perdido de vista. Ostentar un cargo es dar un servicio a la población, ahí es donde sí se necesita un verdadero amor al trabajo y ponerse la camiseta.
No es normal tener políticos millonarios.
Por cierto, cuántas personas y medios de comunicación tomaron como bandera de la justicia a Gerardo Sánchez Zumaya (otro millonario sin explicación), después de que salió a confrontar al gobernador en un video, pero nada dijeron de la relación que tuvo con Trapeza, la empresa señalada del fraude en Pensiones. Y todavía publicaron como única verdad la réplica que dio al respecto, en la que, de una forma bastante burda, quiso zafarse del tema, pero lo único que hizo fue confirmar que fue socio.
Es ahí cuando uno se da cuenta de que no persiguen fines periodísticos, sino que están en el mismo juego político que hace todos los días el gobernador, y ya eligieron un bando, lo cual es muy dañino para el ya de por sí lastimado periodismo de San Luis Potosí.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente es jefe de información de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública. Formó parte de la tercera generación del MásterLab en edición de investigaciones organizado por Quinto Elemento Lab.