La capital: unidad o fractura entre la Gallardía y la 4T   

Antonio González Vázquez

Para que Enrique Francisco Galindo Ceballos logre la reelección en la presidencia municipal de la capital en los comicios del 2 de junio, necesitaría una ruptura de la cuarta transformación con la Gallardía.

El objetivo reeleccionista del priista es viable únicamente, en tanto que la alianza “Sigamos Haciendo Historia” sufra una fractura.

De no ser así, le espera una derrota estruendosa.

No es el único elemento a influir, pero si el más relevante.

Pesarán también en el ánimo de las y los capitalinos que acudan a las urnas, datos incontestables acerca del incumplimiento de Galindo a compromisos de solución a las principales problemáticas de la ciudad.

Hace tres años, había ofrecido resolver los que a su decir son los tres problemas de atención prioritaria: inseguridad, agua potable y movilidad.

Verbigracia, llegó a decir ya como edil en funciones, que San Luis Potosí sería el municipio más seguro del país y que contaría con la mejor policía de México.

La realidad lo contradice: Del inicio de su gestión en octubre de 2021 al cierre de 2023, sumaban 505 ejecutados.

El tema del agua lo ha utilizado con fines de promoción política con claros fines electorales, mientras que en el de la movilidad nunca pasó de la firma de convenios insustanciales e inútiles que no se concretaron en nada.

El trienio a su cargo no ha dejado gran cosa como para marcar diferencia con administraciones anteriores.

El enorme gasto público en su estrategia de medios ha sido insuficiente para revertir la percepción social acerca de las problemáticas existentes.

Simulación y apariencia en exceso, resultados escasos.

Resalta su incongruencia política: se ufanaba de que su mayor éxito como alcalde era su buena relación con el gobernador, José Ricardo Gallardo Cardona a quien seguía a todas partes para aplaudirle.

Nunca hizo las veces de autoridad de oposición sino hasta que llegaron los tiempos electorales.

Otro factor negativo, es que se ha negado a separarse de la presidencia municipal pese a que, en los hechos, ya es precandidato por Coalición Fuerza y Corazón por México. Dijo que solicitará licencia hasta el día 3 de marzo.

Mientras llega ese día, continuará utilizando al ayuntamiento para figurar ante la opinión pública, es decir, campaña con cargo al erario municipal.

Al margen de lo anterior, un eventual triunfo electoral no depende de él, sino de factores externos, de manera relevante lo que hagan Morena y la Gallardía, fuerzas políticas que no cejan en el jaloneo por la candidatura.

Existe un riesgo cierto de que la 4T y el gobernador Gallardo rompan lanzas y provoquen una fractura que favorezca a Galindo.

Gabino Morales Mendoza, el Delegado de los Programas Sociales del Gobierno Federal, quien fuera bajado de la precandidatura al Senado pese a haber ganado la encuesta de la Coalición, compartió recientemente escenarios posibles para la elección municipal.

Adelantó derrotas en dos escenarios en los casos de que Sonia Mendoza Díaz o Gilberto Hernández Villafuerte puedan ser candidatos. Serían derrotas de la Gallardía, vaticinó, pues la militancia y simpatizantes de Morena no aceptan a la ex panista por carecer de identidad con el proyecto de transformación del obradorismo y el diputado federal es de un perfil muy bajo.

En cambio, valoró que en la capital se obtendría un triunfo aplastante con el cuatroteísta Leonel Serrato Sánchez.

Morales Mendoza posteó en redes sociales que “el tercer escenario sería la postulación de Leonel Serrato, quien hasta el momento encabeza todas las encuestas con una amplia ventaja sobre sus contrincantes en la elección interna, pero sobre todo con una gran ventaja sobre el candidato opositor del frente conservador.

Leonel Serrato cuenta con la simpatía de la Gallardía, a la que en la elección pasada le dio un gran número de votos, también cuenta con toda la simpatía de quienes militamos en Morena, lo cual lo perfila como un candidato ganador.

Leonel Serrato le da el triunfo que necesita la Gallardía para demostrar la fuerza política del gobernador Ricardo Gallardo a medio término de su mandato; y también le daría los votos que necesita Morena para sumarle votos al Senado, pues concurre por separado con una fórmula que no cayó bien a los dos partidos que la integran”.

En ese sentido planteó una interrogante: ¿Funcionará el Plan C, que tiene la finalidad de lograr la mayoría absoluta en las Cámaras del Congreso de la Unión, en cualquiera de los tres escenarios?

Y concluye: “A tumbos y sobresaltos en los dos primeros, 10 de 10 posiciones federales en el tercero, con una estrella para la corona: la capital de SLP”.

A Morena ya le despojaron en la fórmula al Senado con la inclusión del gallardista Ignacio Segura Morquecho en perjuicio de Gabino Morales, sobre esa amarga experiencia, van por la candidatura al ayuntamiento de San Luis.

En palacio de gobierno deben saber que ni Sonia Mendoza ni Gilberto Hernández provocaron entusiasmo en sus precampañas y debieron darse cuenta que representan garantía de victoria, tan es así que el mandatario mantiene sus especulaciones en torno a otro candidato, en cuyo caso, ha colocado de nuevo en la palestra al secretario de Desarrollo Económico, Juan Carlos Valladares Eichelmann.

Gallardo mueve sus fichas porque se niega a ceder la candidatura a Morena. No ha caído en cuenta que esa postura podría acarrear un conflicto que terminará por dividir el voto, tal como sucedió en 2021.

En esas elecciones, el PVEM logró 92 mil 107 votos y el PT, 10 mil 497, es decir, 110 mil 870 votos.

Morena con Francisco Xavier Nava Palacios alcanzó 53 mil 859 votos.

Por partido, el PAN obtuvo 87 mil 754 votos, el PRI, 37 mil 507 y el PRD, 5 mil, 205; Enrique Galindo ganó con 143 mil.

De haberse dado la alianza electoral hace tres años, habrían ganado con 20 mil votos más que “Va por San Luis”.

Dividirse es sinónimo de derrota.

Eso lo deben evaluar muy bien las dirigencias de los partidos que integran la Coalición: le ganan con amplitud a Galindo Ceballos o le ayudan a triunfar dividiéndose.

A Gallardo Cardona le haría falta algo de mesura en su ambición, no todo puede ser para la Gallardía.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.

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