Por Victoriano Martínez
No podía ser de otra manera. Si desde los últimos procesos electorales todos los partidos sin excepción, con el chapulineo de un cargo a otro y/o de un partido a otro, denigraron la participación democrática a una baratija politiquera electoral que busca votos antes que ciudadanos, con el inicio de este sexenio la politiquería se volvió gobierno.
Desde el 4 de octubre de 2021, apenas a nueve días del inicio del sexenio, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona tomó protesta a 15 delegados distritales del DIF Estatal y 15 de la Secretaría de Desarrollo Social y Regional (SEDESORE) para la entrega de ayudas sociales, y los convocó a trabajar con “hambre de triunfo”.
Un empate entre la estructura de apoyos sociales y la cartografía electoral que obligó a la mayoría de los municipios a coordinarse varios con un solo delegado distrital en tanto que en el municipio de San Luis Potosí lo tienen que hacer con seis.
Un empate electorero cuyos resultados ya se comienzan a ver. Los titulares de las dos dependencias involucradas, DIF y SEDESORE, hoy son candidatos al Senado de la República: Ruth González Silva como primera fórmula por el PVEM, e Ignacio Segura Morquecho como segunda fórmula por Morena.
Los resultados no paran ahí. Ha sido tal el uso clientelar de los apoyos sociales que, desde septiembre del año pasado, los enlaces para la entrega de ayudas en colonias y comunidades han sido utilizados para movilizar a la gente para nutrir eventos partidistas, como acarreos a acto de precampaña de Claudia Sheinbaum.
Un juego de demostración de fuerza como moneda de cambio para acuerdos y negociaciones con las cúpulas partidistas nacionales para, por parte de la gallardía, vender cara su filiación con la Cuarta Transformación (4T). Parte de la explicación sobre el avasallamiento a los morenistas y lopezobradoristas locales originales.
Un avasallamiento patrocinado principalmente con recursos públicos, lo que cada vez se realiza de manera más abierta y sin escrúpulos. Campea el cinismo.
A lo útil que resulta el uso de los padrones de beneficiarios de programas sociales de DIF y SEDESORE a través de sus coordinadores de zonas o colonias para nutrir eventos proselitistas, ahora se suman dos dependencias más, la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (SEGE) y el Sistema Educativo Estatal Regular (SEER).
En ambas dependencias un grupo denominado Fuerza Magister Verde no sólo repartió invitaciones a un evento de González Silva en el Centro de Convenciones –recinto propiedad de Gobierno del Estado–, sino que se estableció un control con invitaciones seriadas que se reforzó, ¡faltaba más!, con pase de lista durante la concentración.
Un cuadro de avasallamiento politiquero que abre un juego de componendas y acuerdos con quienes se proclaman políticos, pero viven de una politiquería barata en la que lo mismo pueden ser verdes, petistas, morenistas… y hasta del movimiento laborista. El caso es caer parados de algún modo después del 2 de junio.
Una promiscuidad politiquera, cuya mezcla y confusión puede provocar que lo que cantan como trabajo a favor del Plan C de la 4T genere rencillas entre quienes se ven unidos por una presunta convicción cuatroteísta, pero que los separan sus ambiciones personales y de grupo que podrían provocar variaciones en resultados aislados que peguen al objetivo general.
Promiscuidad promovida por la verde-gallardía que pretende aparentar que se trata de una demostración del gran poder que es capaz de ejercer, cuando lo que realmente exhibe es un abuso sobre las instituciones gubernamentales y con los recursos públicos que los muestra como un aparato electorero acarrea-votos que de ser gobierno no tiene ni idea.