Turismo policiaco

Óscar G. Chávez

Cinco cadáveres humanos abandonados en la puerta de la alcaldía de un municipio de la zona media pudiera parecer una escena exclusiva de una película de los hermanos Almada o de Luis Estrada pero, hoy lo sabemos ocurre también en San Luis Potosí, en un municipio más alejado del alcance, voluntad de las autoridades estatales y de la mano de Dios, que del crimen organizado.

De la agenda criminal en el estado puntualmente nos da noticia Antonio González en su Crónica de Ejecutados. Y no es que sean sucesos extraordinarios; la violencia delincuencial asola ya cualquier poblado sin distingo en el estado, lo mismo en la capital que en cualquier municipio del interior; tampoco que ocurra en sus centros (ya en 2007 la capital del estado dio la muestra), lo que sí resulta sorprendente es que grupos criminales dejen su rúbrica en pleno corazón de una cabecera municipal y, nada más, en la sede de su poder ejecutivo. Pero como siempre, nadie supo nada.

A simple vista, sin necesidad de ser un especialista en mensajes criminales, se puede interpretar como un mensaje dirigido de manera directa al titular de la alcaldía, pero (aquí comenzarían los problemas) a cuál de los dos, considerando que uno se encuentra de licencia por haberse incorporado a las campañas políticas o al que recién se incorporó al cargo como consecuencia de la ausencia de aquel.

Y lo que policías e investigaciones no han podido resolver se logrará gracias la inteligente determinación del señor gobernador y su segundo, de realizar la llamada Mesa de Seguridad (ésa que el gobernador y su secretaría de Seguridad presumen todos los días en redes sociales y que más pareciera galería de desmañanados) en Cárdenas, ya no sé si para agilizar las investigaciones, resucitar a los difuntos, apaciguar a los delincuentes o para hacerle creer a los habitantes de la región, al menos por un día, que las garantías del estado y sus fuerzas del orden se encuentran con ellos. Una gran ayuda.    

Aunque tampoco queda claro si realmente hay violencia en la región, ¿para qué trasladarla a ese municipio si el propio secretario de Seguridad Pública, el militar habilitado como policía, Guzmar Ángel González Castillo considera que no es relevante?; pertinente sería evitando un gasto mayor al estado, que se reevaluara la cuestión y de no haberla, para qué incomodar al gobernador con problemitas menores propios de cualquier pueblo mexicano.

Porque, también hay que observar que este tipo de problemas no son exclusivos de San Luis Potosí, los hay en todo México y en algunas partes con mayor virulencia; entonces ni al caso viene magnificar el asunto y distraer en él las fuerzas policiacas si apenas fueron cinco los muertos que dejaron en esta ocasión.        

Toda la razón asiste al secretario general de Gobierno cuando critica a los alcaldes de todos los municipios que en realidad no hacen nada para protegerlos, con lo bien armadas que se encuentran sus policías deberían de confrontar valerosamente a los criminales; además –recordando los dichos del secretario de Seguridad– ningún orgullo es mayor que fallecer en cumplimiento del deber.

Además, como bien lo dijo el inefable Lupe,  el nuevo alcalde de Cárdenas, el morenista Omar Alexander Torres Gloria no ha actuado como debiera, ni siquiera se presentó a sus oficinas luego de los hechos. Del que nada dijo, pues entre bueyes de la misma yunta no hay cornadas, fue del alcalde con licencia Jorge Omar Muñoz Martínez, quien por compromiso, responsabilidad y honorabilidad, debiera regresar al cargo a afrontar los hechos. Los convenientes silencios protectores entre miembros de la mafia verde.

Acabaron aceptándolo no por responsabilidad ni por necesario sino porque era imposible ocultarlo, pero al no tener una estrategia real y efectiva ponen en marcha la teatralidad que acostumbran y que nada acaba resolviendo y de paso se van a orear a la zona media. Esperemos que no regrese con una nueva ocurrencia.    

* * *

Señores diputados: no sean infames, pónganse a trabajar, desquiten su salario; al menos por una sola vez en esta legislatura muestren compromiso social y humanidad, otorguen ya el indulto a Sanjuana Maldonado.                     

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Skip to content