María Ruiz
Luego de haber sido robada en días anteriores, este 1 de abril se reinstaló la bomba de agua en el jardín del Barrio de San Miguelito la cual, de acuerdo con el titular de la Dirección de Servicios Municipales, Christian Azuara Azuara, se demoró más de lo esperado debido al trámite de compra que el área de Parques y Jardines tuvo que realizar.
Azuara Azuara también detalló que se presentó una denuncia previa por el hurto de este tipo de máquina. Sin embargo, y a pesar de las condiciones físicas del jardín, negó la ausencia de riego en el área verde.
En cambio, remarcó que los habitantes de la zona utilizan este espacio para pasear a sus animales y permitir que realicen sus necesidades en el jardín, a pesar de la prohibición existente.
“En sistema de riego no hay, pero pues se riega con pipa. Tampoco es que el jardín esté tirado completamente. Lo que sí hemos notado es que las personas no atienden las prohibiciones y aún así llevan ahí a hacer a sus mascotas, y eso también daña las condiciones del jardín”.
El funcionario explicó que la orina y las heces de los animales dañan el suelo y contribuyen a la casi inexistente presencia de pasto en el jardín, además de que, a pesar de las advertencias, los habitantes no atienden las normas de uso y conservación del espacio público.
“Claro que debemos encontrar formas efectivas de concientizar a la comunidad sobre la importancia de preservar y cuidar los espacios verdes”.
Por otro lado, los habitantes del barrio remarcaron que la falta de riego y el deterioro del pasto afectan la calidad de vida de todos los vecinos y la belleza del entorno urbano.
“La reinstalación de la bomba de agua es un paso positivo, pero es fundamental que también las autoridades colaboren y mantengan el jardín en buenas condiciones. La sequía y el descuido no solo afectan la estética del lugar, sino también su funcionalidad como espacio de recreación y encuentro para la comunidad”, detalló una vecina afectada.
