Francisco X. Salazar S.
La hipocresía es fingir cualidades contrarias a los que realmente se tienen; no es señalar los defectos de los demás, sino el no querer ver los propios errores y atreverse a criticar los de las demás personas.
Cuando Jesús llama hipócritas a los fariseos lo hace porque se fijan en la paja en el ojo ajeno y no reconocen la viga en su propio ojo; o cuando hacen oración o ayuno y quieren que lo sepa todo el mundo. Los llama sepulcros blanqueados: lucen por fuera, pero por dentro son huesos, muerte y toda clase de impurezas. O cuando lavan sus manos y los vasos, pero por dentro están llenos de robo y avaricia; o cuando recorren un gran trecho para conquistar adeptos y les impiden llegar al Reino al que tampoco ellos llegan.
Así, es una gran hipocresía por parte del presidente López y sus corifeos responsabilizar al Gobierno y a la Fiscalía de Guanajuato por el asesinato de Gisela Gaytán, candidata de Morena a la Alcaldía de Celaya, cuando en todo México y, sobre todo en los estados gobernados por Morena, Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Zacatecas y otros, hay mayores índices de criminalidad, y no lo quieren reconocer.
Y qué decir cuando desde Morena se hace correr en la redes un video de hace un año que muestra al hijo de Xóchitl Gálvez en estado de ebriedad discutiendo con personal de un antro en Polanco, y se calla frente a las grabaciones que involucran a los hijos del presidente en tráfico de influencias y negocios multimillonarios. Mientras que en el primer caso estamos hablando de un escándalo privado en el segundo nos encontramos frente a un tema de orden público.
Y aunque pronto salió el hijo de Xóchitl a pedir disculpas a los que ofendió y renunció de su cargo en la campaña, del otro lado no hemos visto ni disculpas ni renuncias. ¡Qué hipocresía rasgarse las vestiduras por una falta del hijo de Xóchitl, quien no robó y no causó más daño que los insultos y discusiones, pero nunca reconocer los robos y negociazos de los hijos y parientes de AMLO, Nahle, Bartlett, etc.!
Potosinos enchilados
- El Debate entre los candidatos a la presidencia, que había despertado gran curiosidad e interés, resultó menos interesante de lo que se pensaba. Tanto Xóchitl como Claudia cumplieron con lo que se esperaba.
Xóchitl, al ataque por las fallas de la gestión de Claudia: el Metro, que por falta de mantenimiento causó 26 muertos, el derrumbe del Colegio Rébsamen, la Ivermectina y sobre todo los errores de AMLO en salud, educación, seguridad, crecimiento del crimen organizado –al que por cierto Claudia no se atreve a tocar ni con el pétalo de una rosa–.
Por su parte, Claudia eludiendo, saliendo por la tangente, aprovechando lo acartonado del formato y nunca reconociendo los errores de AMLO ni los propios, e insistiendo en que su gobierno será más de lo mismo, en segundo piso.
Máynez, criticando principalmente a Xóchitl, y solo de refilón a Claudia. Mejor hubiera llevado palomitas. Espero que más adelante no se confirme que su verdadero objetivo es hacerla de esquirol, debilitando a Xóchitl, o sea, haciéndole el trabajo sucio a Claudia y a AMLO.
El peligro para Claudia es que el público cada vez va conociendo más y más a Xóchitl. Dos grandes sectores del electorado se empiezan a identificar con ella cada vez más: los más necesitados, los más pobres, que empiezan a ver en Xóchitl a una persona como ellos, que salió de la pobreza a base de estudios y esfuerzo y sacó adelante también a su familia.
El otro sector importante son las clases medias. Esas a las que AMLO odia y critica, los que se han “derechizado y hamburguesado”, los aspiracionistas, los que quieren tener mejor nivel de vida y no depender de las dádivas del Tlatoani. Esos dos grandes sectores, entre los que están los llamados “Switchers”, van conociendo cada vez más a Xóchitl y se van identificando con ella.
Claudia, flotando sobre su cada vez menor ventaja, después de más de 5 años de campaña estancada en su techo de 45 %. Xóchitl acercándose semana con semana, con una campaña de apenas unos meses.
Los próximos debates serán sobre una contienda cada vez más reñida. El arroz apenas está en el primer hervor. Y falta ver cómo van a influir las campañas locales, que apenas empiezan y en donde, por cierto, Morena sólo tiene en la bolsa tres de las nueve gubernaturas que creía tener seguras.
- El escándalo diplomático con Ecuador, que está cumpliendo con las intenciones de AMLO es otra caja china para distraer a la ciudadanía de la contienda presidencial y que no se hable tanto de la violencia, del empoderamiento y participación del crimen organizado en las elecciones.
En este asunto, qué mal se vio el presidente López defendiendo al Cartel de Sinaloa cuando lo señalaron por el asesinato del candidato a la presidencia de Ecuador, Fernando Villavicencio.
- ¿Fue Tatiana Clouthier la que dijo que el Tren Maya podría compararse con la llegada del hombre a la luna? Por el respeto que le tengo al Maquío, a su esposa Lety y a toda su familia, espero que no haya sido así.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Ingeniero Químico, maestro en Administración y doctor en Educación. Empresario. En 2005 ocupó el cargo de Secretario del Trabajo y Previsión Social a nivel Federal. Fue dos veces diputado federal y senador, y una vez diputado local. Ha sido catedrático por más de 25 años en universidades públicas y privadas. Miembro del Partido Acción Nacional de 1975 hasta abril de 2022. Ha sido consejero de Canacintra, Industriales Potosinos, Unión Social de Empresarios de México y de Coparmex. Ocupó el cargo de secretario general en el Sindicato de Académicos de la UASLP. Actualmente es presidente del Instituto de Política Laboral A.C.