Abelardo Medellín Pérez
“Sueña el virrey con que su tierra se agita por un viento terrible que todo lo levanta…”.
El nombramiento de Rosa Icela Rodríguez Velázquez al frente de la Secretaría de Gobernación del Gobierno de México está lejos de ser una buena noticia para el gobernador potosino Ricardo Gallardo Cardona. No importa cuantas fotografías, cuantos boletines, cuantos cuentos cuente sobre lo mucho que se alegra. El gobernador está al quicio de su peor pesadilla; su partido cartel, el Partido Verde Ecologista de México, traicionó y apuñaló por la espalda a Morena de tal manera que se creía impune ante un obradorato reducido, impune hasta ahora, hasta ayer.
“[…]sueña con que lo que robó le es quitado, sueña que su casa es destruida y que el reino que gobernó se derrumba […]”.
Con la llegada de Rosa Icela se avecina la venganza de Rita Ozalia, hermana de la nueva titular de la Segob en el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo. Rita fue sobrepasada por el Partido Verde en su campaña, la Gallardia incluso le incrustó un compañero envenenado en la fórmula al senado con Ignacio Segura Morquecho. El PVEM incluso llegó a instrumentalizar sus seguidores para atacar físicamente a los militantes de Morena. Por órdenes de gobernador las campañas en coalición se dividían todas a favor del Verde y en donde Morena contendía y el Verde no, el gobernador protegió con el Partido Movimiento Laborista a sus protegidos. El gobierno no destinó su energía a destruir a los opositores, sino en mandar a la tumba a sus aliados.
“[…] Sueña y no duerme. El virrey va donde los señores feudales y éstos le dicen que sueñan lo mismo […]”.
El gobernador y los suyos no deberían fingir vítores y simular orgullo ante la llegada de Rosa Icela; que sean sinceros, esto les preocupa. Con la llegad de Rosa Icela a la Secretaría de Gobernación, por pura sinergia filial, Rita Ozalia avanzará sus peldaños rumbo al 27. La veremos como la nueva cabeza de la delegación del Bienestar, como el nuevo estandarte del morenismo institucional, como el contrapeso-amigo del gobierno actual a la espera de que se desestabilice y se caiga. Gallardo jugó a eliminar al partido fuerte y ahora ha puesto en riesgo las futuras candidaturas de Ruth González Silva, de Guadalupe Torres Sánchez, de Juan Carlos Valladares.
“[…] El virrey no descansa, va con sus médicos y entre todos deciden que es brujería india […]”
El gobernador potosino va a pasar de acumular triunfos a acumular preocupaciones. Entre la cercanía de Rita Ozalia con Claudia Sheinbaum y la cercanía de Gerardo Sánchez Zumaya con la familia del actual presidente, cada vez hay más personas que, sin miedo al poderío político blandengue de la administración estatal, esperan impacientes la caída del régimen Verde.
No solo ellos. Si Rita Ozalia pone en riesgo la permanencia de la autocracia dinástica del gobernador, la brecha que el cambio de influencias provoca le da una nueva oportunidad al alcalde Enrique Galindo Ceballos. El primer alcalde reelecto de la capital potosina tiene una extraña y valiosa oportunidad entre manos: no cambiarse al PAN, cambiarse a Morena; no permitir la represión del gobierno del estado, sino aliarse con el gobierno federal a través de su compañero Omar García Harfuch; ofrecer la capital a Rita Ozalia e intercambiarla por la candidatura al Gobierno del estado. La jugada pareciera imposible en este momento, pero en tres años todo será supervivencia política, y la supervivencia de muchos dependerá de la caída de quienes hoy gobiernan.
“[…] y entre todos deciden que sólo con sangre se librará de ese hechizo y el virrey manda matar y encarcelar y construye más cárceles y cuarteles y el sueño sigue desvelándolo […]”.
Como mencionamos aquí el gobernador sabe que su dinastía ha acelerado su fecha de caducidad, pero como buen animal político, al sentirse acorralado solo se vuelve más peligroso. A partir del próximo año veremos cortinas de humo tan altas y persecuciones judiciales con tanta saña que no debería sorprendernos escuchar que la FGE investiga desvíos del gobierno capitalino, que el IFSE encuentra irregularidades en el Interapas, que las entidades del gobernador intenten suplir al ayuntamiento en sus funciones.
Gallardo dijo que le gustaba ver sangre, lo que le atemoriza ahora es saber que probablemente lo único que se desangre sea su movimiento político.
El crecimiento de sus potenciales fracasos, lo harán incauto, reaccionario (más), improvisado (aún más), torpe para mandar (mucho más), y en la vorágine de intentos por no dejar morir su dinastía, el gobernador de San Luis Potosí se alejará de su meta de convertirse en el próximo Carlos Jongitud Barrios, y se verá cada vez más parecido a un Gonzalo N. Santos.
“[…] En este país todos sueñan. Ya llega la hora de despertar”.
-“Un relato del viejo Antonio”, Subcomandante insurgente Galeano (1998).
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Maestrando en Estudios sobre la Democracia y Procesos Electorales en el posgrado de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha trabajado como reportero y columnista en los medios digitales La Orquesta y Arco Informativo; actualmente es reportero de Astrolabio Diario Digital. Ha sido acreedor de dos premios estatales de periodismo en las categorías de Artículo de Fondo y Periodismo Regional.