Por Victoriano Martínez
En la ciudad del Sí a la modernidad, con la pirámide de movilidad invertida, el peatón no sólo es el último muy lejos de los automóviles, que ocupan el primer sitio, sino que también le disputan prioridad los ferrocarriles que la atraviesan.
Y como si el papel que esos dos tipos de transporte juegan en la economía, los ferrocarriles pueden llegar a disputarle a los automóviles el uso de los espacios públicos, no así los peatones, incluso aquellos que vean en riesgo sus viviendas.
La prioridad del ferrocarril por encima de los peatones tuvo una demostración este lunes 15 de julio en la calle Jaime Sordo de la Fracción Tercera Grande cuando un grupo de vecinos cometieron el delito de haberse manifestado en contra las afectaciones a más de 500 familias y su patrimonio por los trabajos que realiza Kansas City Southern de México (KCSM).
De por sí las vías que cruzan por esa zona de la Tercera Grande ya complican el tránsito de los peatones, KCSM ahora les disputa más espacio con la ampliación de una vía más que no sólo agrava el riesgo para los peatones, sino que se acerca de tal manera a las viviendas, que también pueden resultar dañadas por el paso del tren.
¿A quién le gustaría ver pasar largos trenes cargueros a cuatro metros de la entrada de su casa? ¿Acaso el gobernador Ricardo Gallardo Cardona y el alcalde Enrique Galindo Ceballos se pararían muy felices en la puerta de su casa a saludar el paso de esos trenes cargueros cuya vibración poco a poco cuarteara sus viviendas?
Si no es así, ¿por qué no han intervenido para garantizar la seguridad de esas 500 familias que se manifestaron este lunes? ¿por qué en lugar de escuchar a quienes sólo piden que se les proteja de los riesgos que representan las vías del ferrocarril, se los llevaron detenidos e incluso los agredieron físicamente los elementos de la Guardia Civil?
“Ya no podemos pasar porque el tren está atravesado, muchas veces en una urgencia que implica la vida de una persona. Está invadido de policías resguardándolos, mejor que se pongan a trabajar para lo que están contratados, para protegernos”, fue una de las quejas de los vecinos afectados.
Pero el papel de la autoridad se ajustó a la pirámide de movilidad invertida: los peatones y hasta sus viviendas son la última prioridad y el ferrocarril de una trasnacional importa más. La modernidad, pues.
Y si el ferrocarril cuenta con la autoridad para estar por encima de los peatones, que se cuide la autoridad porque si quiere dar continuidad a su culto por el automóvil, los dueños de los ferrocarriles le disputarán la prioridad… y le negarán los terrenos necesarios para favorecer a los vehículos automotores.
“Tenemos recursos para esa obra, que es extraordinaria, pero no hemos logrado la donación de los terrenos”, lamentó el alcalde Enrique Galindo Ceballos, y recurrió a argumentos presuntamente para convencer a la Industrial Minera México sobre la aportación de los terrenos para ampliar la Avenida Hernán Cortés.
“Esto sería una forma de reconciliación entre la minera y la ciudad. Esta minera ha estado aquí por más de 100 años, ganando mucho dinero. No sé cuánto han contaminado, pero sería una manera de reconciliarse con la ciudad y no han querido”, expresó con cierto tono de chantaje.
“Nos deben dos años de predial, y es mucho dinero. El primer año pagaron el predial, pero en los siguientes dos no lo han hecho. Entonces, yo voy a decirles: ‘páguenme’”, advirtió como si llevara el chantaje a otro nivel: ¿donas los terrenos y te condonamos el predial?
Galindo Ceballos tendrá que explicar cómo es que en dos años la Minera México adeuda los 100 millones de pesos de impuesto predial que aseguró no han pagado, pues eso representaría que tendría que pagar 50 millones de pesos por año, es decir, eso es lo que habrían cubierto en 2022, que aseguró que sí lo pagaron.
Sin embargo, en los 527 mil 859 recibos de entero emitidos por el Ayuntamiento en 2022 sólo aparecen 12 pagos hechos por Industrial Minera México que acumulan 7 millones 775 mil 699 pesos. Si según Galindo Ceballos ese año no tiene adeudo, ¿cómo se incrementó el pago del predial para que los dos siguientes años acumule una deuda de 100 millones de pesos?
¿Tanta es la urgencia de contar con los terrenos para una obra más en favor del automóvil?
En 2023 aparecen sólo dos pagos por impuesto predial de la Minera México que acumulan 83 mil 731 pesos y este año otros dos que suman 91 mil 386 pesos. De que debe la Minera, debe; pero ¿cuánto?
Tanto lo ocurrido en la Tercera Grande como los pronunciamientos del alcalde a favor de más carriles para los automóviles dejan el mismo saldo de la modernidad galindista: los peatones siempre al fondo de las prioridades de movilidad… y hasta sus viviendas.