María Ruiz
Desde hace cinco días, los comerciantes y habitantes de las calles 16 de septiembre y Pedro Montoya enfrentan una grave problemática debido a una fuga de aguas negras y residuos que no ha sido atendida por el Interapas.
A pesar de las múltiples denuncias realizadas la situación persiste, lo que genera indignación y preocupación entre la comunidad afectada.
El 17 de julio personal de Interapas visitó el área para llevar a cabo trabajos de desazolve e hidro excavación. Sin embargo, lejos de resolver el problema, sólo lograron sacar una gran cantidad de desechos que dejaron acumulados en las calles.
Según los testimonios de los afectados, los trabajadores argumentaron que no podían realizar más acciones sin la indicación directa de Interapas, limitándose a las maniobras que realizaron, las cuales resultaron insuficientes y perjudiciales.
Los malos olores ya son perceptibles en la zona y el encharcamiento de aguas negras ha alcanzado niveles alarmantes, lo que impide el tránsito peatonal.
“Es imposible cruzar la calle sin mojarse con estas aguas contaminadas. Nos afecta en nuestras ventas y pone en riesgo nuestra salud”, comentó Laura González, una comerciante de la zona.
Afectados remarcaron que la presencia constante de aguas negras expone a la comunidad a diversos riesgos sanitarios; enfermedades gastrointestinales, infecciones en la piel y problemas respiratorios son algunas de las afecciones que podrían surgir debido a la exposición prolongada a estos contaminantes.
Además, la falta de movilidad en esta área ha generado una parálisis económica para los comercios locales, que dependen del flujo constante de clientes, por lo que los habitantes y comerciantes exigen una solución inmediata y definitiva al problema.
“No podemos seguir viviendo en estas condiciones. Interapas debe actuar de inmediato y de forma efectiva”, añadió Mauro Cardenas, residente de la calle 16 de septiembre.
Hasta el momento, Interapas no ha emitido un comunicado oficial sobre las acciones que tomará para resolver esta situación. Habitantes y comerciantes están a la espera que sus demandas sean escuchadas y atendidas lo antes posible para evitar mayores afectaciones a su salud y calidad de vida.
