Carlos Rubio
De poco sirve que Enrique Galindo sea el primer alcalde reelecto de la capital potosina y el más votado de la historia, si sigue presentándose con una actitud timorata ante los obstáculos que le presenta su principal rival político, Ricardo Gallardo Cardona.
A las 14:00 horas del martes, el Ayuntamiento de la capital citó a una rueda de prensa en la que se fijaría un “posicionamiento institucional sobre la municipalización de Villa de Pozos”, un evento que resultó totalmente intrascendente a tal punto que dejó más dudas que respuestas sobre el nuevo municipio y sobre el alcalde y el aparato de asesores que lo rodea.
El posicionamiento de Enrique Galindo inició colgándose de la municipalización, hasta el punto de decir que también la promovió, cuando 10 días atrás aseguró que la población de Villa de Pozos había sido engañada, ya que esto era inviable financieramente.
Enseguida, dijo que el decreto aprobado por 21 diputados el pasado lunes tenía muchas fallas y le dejaba varias que ya habían sido enviadas al Congreso a través de un documento.
Si no está de acuerdo con el decreto porque conoce la inviabilidad de la municipalización y piensa que esto va a afectar a una demarcación de la cual es responsable, ¿por qué no presentar una impugnación? Al menos, este anuncio es el que se esperaba en su rueda de prensa y no la tibia postura que presentó. ¿Por qué avalar algo con lo que no está de acuerdo y que sí afecta directamente al municipio del cual es el representante recién reelecto?
Mejor fue la ciudadanía, con recursos propios, la que presentó amparos para intentar frenar el desaseado proceso, que el propio Ayuntamiento que cuenta con presupuesto y todo un equipo jurídico y hasta asesores “especiales”, sin mencionar que conoce los riesgos e implicaciones mejor que cualquier otra persona externa.
Enrique Galindo mencionó que durante su campaña escuchó a una gran mayoría de personas, habitantes de Villa de Pozos, que no estaban tan convencidas de la municipalización. Y por lo visto en ningún momento se preocupó por defender aquellas posturas que presuntamente conoció y que debería de atender como presidente municipal.
Las coyunturas que atraviesa la ciudad y la actitud del alcalde abren muchas dudas sobre a quién verdaderamente está representando. Sus continuas contradicciones sobre Villa de Pozos y el Interapas dejan ver que él tiene una opinión, pero al final persigue una línea distinta de lo que sale de su boca.
Sea cual sea la estrategia, no le servirá de mucho en el 2027, cuando se dispute la gubernatura.
En algún momento debe fungir como la presunta oposición que dice ser. De lo contrario así se la va a llevar hasta ese ansiado día y va a ser complicado que triunfe frente al gran aparato electoral que se ha dedicado a construir el gobernador. O puede que desde antes una candidata o candidato de Morena mejor posicionado le dé fin a sus aspiraciones políticas.
Así como en cuestión de días la suspensión que frenaba la municipalización se cayó y Villa de Pozos se volvió municipio, en tres años pueden pasar infinidad de situaciones que lleven a la perdición a cualquiera.
Después de la victoria de Galindo en la elección se anunció con gran euforia el histórico resultado, el problema es que aún no se observa que ejerza el poder de aquel capital político que dice tener y lo acontecido con Villa de Pozos es muestra de ello.
De algo debería de servir ser el alcalde reelecto de la capital del estado.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente es jefe de información de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública. Formó parte de la tercera generación del MásterLab en edición de investigaciones organizado por Quinto Elemento Lab.