Miguel Ángel Lutzow, el médico aficionado a los Pumas recluido en La Pila

Este lunes se tiene programado el inicio de la audiencia de juicio oral en contra del extitular de Salud.

José de Jesús Ortiz

Como cada domingo, desde hace 28 meses, Rosa Lutzow Steiner viaja desde la Ciudad de México a la capital potosina para acudir durante el día de visita al Centro de Reinserción Social de La Pila. Llega a temprana hora, casi al alba, luego de viajar por carretera durante la madrugada. Un viaje semanal convertido en rutina para visitar a su hermano Miguel Ángel, quien fuera titular de la Secretaría de Salud en la parte final del sexenio anterior, recluido en ese penal.  

Los domingos, la fila de visita de familiares de los internos es enorme, un torrente, mucho más que los jueves, el otro día autorizado, todos con playeras o prendas de color rojo; los hombres, además, con pantalón de mezclilla. El proceso para ingresar es lento, se registra todo, principalmente la comida que llevan los familiares a los internos identificados en el lenguaje burocrático del sistema penitenciario como PPL (Personas Privadas de la Libertad). Adentro, es un día diferente, casi festivo pese al encierro.

Profesora en la Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes, Rosa se ha vuelto una experta para aprovechar promociones y descuentos de diversas líneas de autobuses a viajeros frecuentes. 

“A Miguel lo he visitado cada semana desde que está detenido, he faltado algún domingo por temas familiares en la Ciudad de México o para visitar a mis papás y mi familia en Tabasco”, dice. 

En todo este tiempo ha sido un apoyo esencial, a través de ella se han entregado en Palacio Nacional dos cartas dirigidas al presidente de la República, así como una queja en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en las que el doctor Miguel Ángel Lutzow Steiner solicitó la intervención para dar seguimiento al proceso penal en su contra y se investiguen los actos que ha sufrido de “tortura psicológica, tratos crueles, inhumanos y degradantes, por los hechos falsos y pruebas sembradas”, además de realizar otras gestiones en la Ciudad de México donde radica.

Advierte que lo más difícil ha sido la incertidumbre que provoca el encierro de un familiar, la distancia física, el no poder apoyarlo directamente. “Ver el sufrimiento de mis padres, su zozobra, son personas sencillas, de vida trabajadora, sin lujos, llenos de vitalidad positiva, de convicciones claras, que no conciben el daño, la maldad, la saña con la cual las autoridades de San Luis y otros personajes han armado todo esto”. El aislamiento es parte principal del castigo, de la violencia punitiva del derecho penal que impacta también en el entorno del procesado o sentenciado, una forma de quebranto.  

Miguel Ángel Lutzow Steiner (Ciudad de México, 1975) fue detenido la mañana del 3 de mayo de 2022, acusado de los delitos de uso abusivo de funciones y asociación delictuosa por su posible participación en una supuesta compra simulada de un plaguicida para combatir el dengue en la época en que fue director de Salud Pública en la Secretaría de Salud en el estado, más de siete meses después del arribo de Ricardo Gallardo Cardona al gobierno estatal con su discurso efectista en contra de la “herencia maldita” con que resumió el sexenio corrupto encabezado por el priista Juan Manuel Carreras y sus antecesores. 

Médico cirujano y homeópata egresado del Instituto Politécnico Nacional, definió su vocación por la medicina siendo adolescente cuando enfrentó la pérdida de su hermano mayor Luis Orlando, quien falleció de leucemia muy joven, en una época en la que aún eran incipientes los trasplantes de médula ósea en México, necesarios para el tratamiento de esa enfermedad. Una tragedia y experiencia familiar que lo marcó y definió su vocación por la medicina. “Eso me generó un enojo ante la vida, él tenía 28 años, vivió cinco de ellos con leucemia. Yo era su favorito, era como su mascota, era mi senséi”, dice. De él le viene su afición por los Pumas, el equipo de futbol de la UNAM.

Creció en Comalcalco, Tabasco —de donde son originarios sus padres—, una región eminentemente petrolera y productora de cacao ubicada a poco más de una hora de Macuspana, el municipio en que nació el presidente Andrés Manuel López Obrador. Su madre, médica de profesión, especializada en obstetricia, trabajó durante décadas en el Hospital de Pemex en Tabasco; su padre se dedicó al comercio hasta que terminó como trabajador también en Pemex, en áreas de mantenimiento.

En aquellos años se relacionó también con diversos grupos juveniles de la Iglesia Católica que fueron determinantes en su formación durante la adolescencia.  Eran grupos dedicados al trabajo social, a buscar apoyos para donar cosas en colonias y comunidades precarizadas, o de apoyo a diversas actividades sociales y pastorales.

“La etapa en la Iglesia con los grupos juveniles fue muy importante por los valores que adquirí, que era confirmar lo aprendido en casa: no robar, no ser avaricioso, no pasar por encima de los demás”, señala.

En la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional estudio la carrera de Médico Cirujano y Homeópata, cursó luego una especialidad en Epidemiología por la UNAM y una maestría en Administración Pública y Políticas Públicas por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Antes de su llegada a San Luis Potosí en 2019, Lutzow Steiner había hecho ya una carrera profesional a nivel federal en el campo de la salud desde más de una década atrás. Entre otros cargos —en esencia de carácter técnico y administrativo—, se desempeñó como coordinador de asesores de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud (2014 a 2018) y subdirector de Prevención de Cólera en el Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (2007-2009).

Como jefe de asesores de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud del gobierno federal (2014-2018), le tocó coordinar diversas estrategias de seguimiento y evaluación de programas de salud pública, además de ser enlace con los titulares de las secretarías de salud en el país. En ese contexto es en que conoció a Mónica Rangel Martínez, quien al término del sexenio federal anterior lo invitó a trabajar en los Servicios de Salud del Estado, inicialmente como consultor y asesor externo.

Más que un político de vocación o de militancias partidistas, quienes lo conocen lo definen sobre todo como un técnico del ámbito de la salud pública, apasionado por la promoción de la salud y prevención de enfermedades; una vocación surgida en el ámbito familiar.

“Profesionalmente hablando, creo que su sola trayectoria habla por él, es un médico especialista en epidemiología sumamente competente que logró escalar una buena cantidad de niveles dentro de la administración pública federal gracias a su trabajo dedicado y responsable, lo que lo ha llevado a ser considerado un experto en temas diversos de la salud pública, pero especialmente lo ha llevado a ser muy apreciado en el gremio de profesionales de la salud”, afirma Cuitláhuac Ruiz Matus, médico cirujano y presidente de la Sociedad Mexicana de Salud Pública (2011-2012), quien coincidió con él en la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud del gobierno federal anterior.

La llegada a la Dirección de Salud Pública en SLP

En agosto de 2019, Lutzow Steiner se incorporó de tiempo completo a la Secretaría de Salud en San Luis Potosí como director de Salud Pública, hasta febrero de 2021 cuando fue designado titular de la dependencia luego de la renuncia de Rangel Martínez para iniciar su aventura fallida como candidata de Morena a la gubernatura del estado, alentada por el gobernador Juan Manuel Carreras, en medio no solo de la crisis por el covid-19, sino también de reiterados señalamientos públicos de corrupción.

En la etapa de la pandemia del covid-19, con el ascenso imparable de contagios, colapsados los hospitales públicos y privados, fue en buena medida el responsable de coordinar la estrategia epidemiológica a nivel local. Algunos de sus allegados lo recuerdan incansable en esos meses duros de la pandemia.   

“Era la cara del médico que hacía frente al virus, lo veíamos todos los días en las conferencias de prensa sobre la pandemia, era un tipo al que la gente esperaba escuchar todos los días porque se le veía un compromiso enorme en la atención de este mal. Debió estar en unas 400 conferencias de prensa del coronavirus. Su papel fue sin duda importante, y me atrevo a decir, que permitió salvar muchas más vidas de los lamentables fallecimientos que hubo, un héroe de la salud a quien el Estado le pagó con cárcel”, dice Ulises Tello, quien fuera responsable de Comunicación Social en la Secretaría de Salud durante aquella época.

Al dejar la Secretaría de Salud, Mónica Rangel Martínez heredó una estructura de mando en las principales áreas burocráticas que fue con la que tuvo que trabajar Lutzow Steiner. Semanas después se daría una ruptura con ella al tratar de remover a los responsables de algunas de esas áreas. La dependencia era ya una bomba de tiempo, señalada con múltiples denuncias de actos de corrupción. Una de las investigaciones que documentó posibles actos constitutivos de delitos fue la que hizo en julio de 2020 la organización Ciudadanos Observando, en la que denunció la existencia de una red de empresas que operaban en los Servicios de Salud del Gobierno —con Rangel Martínez como titular—, para desviar presuntamente más de 200 millones de pesos.

No fue solo eso: en 2020, la Auditoría Superior del Estado registró múltiples observaciones en Salud que ascendían a poco más de 732 millones de pesos. De todo ello tuvo conocimiento el gobernador Juan Manuel Carreras López, indolente a las denuncias, expresión de un carácter.

Guadalupe González Covarrubias, vocero y dirigente de Ciudadanos Observando, estima que la afectación al erario en la Secretaría de Salud fue de más de mil millones de pesos, con observaciones documentadas por instancias oficiales. “El daño que se realizó en los Servicios de Salud durante el pasado sexenio con datos de la propia Auditoría Superior del Estado, de la Auditoría Superior de la Federación y nuestras propias investigaciones, nosotros tenemos una presunción de cerca de mil 200 millones de pesos; sin embargo, lo único que se ha resarcido fueron 22 millones, el Gobierno de Estado ni la Fiscalía quieren ir realmente al fondo”, denuncia.

En diversas ocasiones, como fue la comparecencia ante el Congreso del Estado el 25 de agosto de 2021 para la glosa del último informe del gobierno Carreras López, Miguel Ángel Lutzow dio cuenta del desorden administrativo que encontró en la Secretaría de Salud y el desaseo en el manejo de recursos. También, sostuvo que “de forma inédita” al asumir la titularidad de la dependencia se hicieron observaciones al acta de entrega-recepción, documentando múltiples inconsistencias y se informó de ello al Órgano Interno de Control.

“Desde que llegamos uno de los primeros retos que hemos estado trabajando y atendiendo es el tema de las observaciones de auditoría, hay una serie de observaciones que se han estado verificando por parte de los diferentes órganos fiscalizadores, tanto federales como estatales”.

En esa misma comparecencia, reveló que ante el desorden administrativo que encontró y las denuncias de presuntos desvíos de recursos, para atender el trabajo de fiscalización y auditorías, se estableció un “semáforo de seguimiento de las auditorías” ubicando en color verde aquellas observaciones que podían ser solventables; en amarillo las que se podrían atender y corregir en el mediano plazo; y en rojo, las que difícilmente podrían solventarse.

En la comparecencia, el entonces diputado local del Partido Verde, Edgardo Hernández Contreras, lo cuestionó:

—Usted llegó a recoger la casa tirada doctor, con una pandemia… quisiera decirle, por su garantía jurídica, que haga las denuncias correspondientes porque en todo lo que tiene que ver, tratándose de presupuesto, usted es el responsable. Hay temas que son muy delicados como son las cuentas públicas, las finanzas públicas, si usted no da vista correspondiente, usted no tiene por qué pagar los platos rotos de una sinvergüenza que dejó la casa tirada y que se fue a contender para buscar impunidad. ¿Por qué ha guardado silencio ante las acusaciones de malos manejos del presupuesto de la dependencia que usted representa y qué ha hecho al respecto?

—Yo quiero señalar que desde que ingresé a los Servicios de Salud como titular, de manera inédita, llevamos a cabo una serie de observaciones al acta de entrega-recepción, desde ahí partimos señalando inconsistencias en la propia acta y dándolas a conocer al propio Órgano de Control— respondió, ante los cuestionamientos incisivos de Hernández Contreras.

La imputación de la Fiscalía

Nueve meses después de aquella comparecencia ante el Congreso del Estado, la mañana del 3 de mayo de 2022, Miguel Ángel Lutzow Steiner fue detenido, imputado por los delitos de uso abusivo de funciones y asociación delictuosa por su probable participación, como coautor, en la supuesta compra simulada de un plaguicida para combatir el dengue en la época en que fue director de Salud Pública en San Luis Potosí. Su detención se dio 20 días después de que fuera también detenida Mónica Rangel Martínez, titular de Salud durante la mayor parte del gobierno carrerista, en una causa penal diferente, aunque relacionada con otra compra simulada de un plaguicida a la empresa a la empresa regiomontana Public Health Supply and Equipment de México S.A.

La excandidata a la gubernatura apenas pisó la cárcel: obtuvo su libertad a los pocos días de ser detenida luego de declararse culpable de los delitos que se imputaban y acordar un procedimiento abreviado para devolver 22 millones de pesos como reparación del daño. Algo similar le ofreció la Fiscalía a Lutzow Steiner: “declararse culpable para poder librar la cárcel.” Oferta que rechazó, “no iba a declararse culpable de algo que no había hecho para salir libre”, expresó.

Según la Fiscalía General del Estado, Lutzow Steiner participó en diversas reuniones con otros exfuncionarios estatales de Salud —entre ellos la titular Mónica Rangel—, quienes habrían acordado en abril de 2020 la compra simulada de 193 tambos de insecticida para combatir el dengue, por los que se pagaron más de 32 millones 732 mil pesos a la empresa regiomontana Public Health Supply and Equipment de México S.A., así como el posterior reintegro de ese dinero qué, según uno de los testigos de la Fiscalía, se utilizaría en “compromisos políticos” de la extitular de Salud y candidata a la gubernatura en 2021. Todo ello supuso una afectación al erario por más de 32 millones de pesos. De acuerdo a la versión de la FGE, como director de Salud Pública en el Estado participó, junto a otros exfuncionarios estatales, en tres reuniones que hicieron posible dicha operación simulada.

Una imputación mantenida principalmente a partir de los testimonios de dos exfuncionarios, entre ellos el de Marco N., director de Salud Pública hasta antes de la llegada de Lutzow Steiner; así como el de Francisco N., secretario particular de la entonces titular de la Secretaría de Salud, quienes dicen haberlo visto en las reuniones en que se acordó la compra y el reintegro en efectivo del dinero.

En todo este tiempo, Miguel Ángel Lutzow ha rechazado las imputaciones de la Fiscalía, sostiene que no participó en esas reuniones y no hay evidencia documental que acredite su autorización o aval en esa operación fraudulenta. “No estuve en ninguna reunión con ninguna de esas personas… jamás en mi vida he tomado dinero público, jamás en mi vida lo hice y jamás lo haré”, señaló durante la audiencia judicial del 20 de febrero de 2023 de reposición de la formulación de imputación y vinculación a proceso.

“La Fiscalía se ha empeñado en mantenerme recluido a pesar de que no hay pruebas en mi contra, a pesar de que saben perfectamente que yo no cometí ese delito ni ayudé ni firmé ni autoricé nada para que se cometiera… la Fiscalía ha contado con el acompañamiento de una parte del sistema judicial del estado (jueces y magistrados parciales), que sin autonomía y sin independencia, actúan en favor de intereses oscuros, perversos y crueles que me mantienen a mí y a cientos de personas presos, pero inocentes”, escribió en una carta que me hizo llegar con sus familiares en enero pasado.

Pese a que la FGE lo acusa de la comisión de citado delito en grado de coautoría, a la fecha no hay más exfuncionarios detenidos o procesados penalmente por ese caso. El abogado Alejandro Manríquez Laguna, titular del despacho MLegal que lleva la defensa del exfuncionario, advierte que en el caso del doctor “lo están relacionando como coautor, es decir, que varias personas intervinieron en ese supuesto evento y permitieron que ese injusto penal en apariencia pudiera lograrse. Yo puedo estar reunido aquí, con más compañeros, pero ésta sola reunión no ocasiona un posible delito, es sólo una reunión. Para que pueda considerarse en apariencia un delito, tendría que existir algún elemento prohibido por la norma penal”.

En su lenguaje jurídico, los criterios jurisprudenciales de la Suprema Corte han establecido que para la coautoría de un delito se debe acreditar que “el dominio del hecho lo tienen varias personas que, en virtud del principio del reparto funcional de papeles, asumen por igual la responsabilidad de su realización”. De modo tal, que dicha contribución “pueda estimarse como un eslabón indispensable de todo el acontecer delictivo”. Hasta ahora, esa intervención como un “eslabón indispensable” en la consumación del ilícito no ha sido acreditada por la Fiscalía, más allá sostener la participación de Lutzow Steiner en esas reuniones.

También, como ha reconocido la Fiscalía y el Juez de Control, Javier Pérez Contreras, no hay un documento que acredite que el extitular de Salud Pública y de la Secretaría de Salud firmó o autorizó dicha operación para la compra del plaguicida o que obtuvo un beneficio económico.

Lutzow Steiner ha descartado apegarse a la misma ruta del procedimiento abreviado que siguió Mónica Rangel, pues en los hechos sería reconocer su responsabilidad en los delitos de los que se le acusa, lo cual ha rechazado en cada una de las audiencias judiciales de la causa penal. Como afirman en su entorno, tampoco cuenta con un patrimonio de decenas de millones de pesos para la reparación del daño como lo hizo la extitular de Salud.

“Si el doctor lleva ya dos años y no ha podido regresar el dinero por el cual se le acusa, pues o una de dos: quiere decir que no tiene el dinero que le imputan o algo raro pasó ahí, pues no creo que una persona que tenga el dinero prefiera seguir en la cárcel. ¿Cómo lo percibimos nosotros? Es una percepción, pero creo también obedece a una negociación perversa que hubo con Mónica Rangel, creo que fue parte del acuerdo que hubo: que a ella le montaron ese teatro para que no pisara la cárcel, dura unos días ahí, devuelve el dinero y sale. Creo que parte de ese acuerdo que hubo, es una presunción, es que se dio muchísimo más dinero por fuera de lo que se reportó para que se detuviera todo y parte de esta negociación pudo haber sido que precisamente le cargaran gran parte del tema a Miguel Ángel Lutzow”, advierte Guadalupe González Covarrubias.

En uno de los textos que hizo llegar a este medio, el exfuncionario estatal dice que tras su detención pensó que todo se resolvería de forma rápida, acaso en una semana. No se arredra, dice que ha tenido fuerzas para enfrentar la situación que vive “con la Biblia, la palabra de Dios la parte espiritual y mi familia. Ahí he encontrado fuerzas para seguir adelante. Lo que vivo lo veo como una prueba, una tribulación, una injusticia. No robé nada, nunca robaría, nunca traicionaría mis principios”.

Este lunes 2 de septiembre, si no hay una cancelación de última hora como sucedió ya el pasado 5 de agosto, deberá realizarse la audiencia de inicio del juicio oral en el proceso penal en contra de Miguel Ángel Lutzow Steiner. Un juicio en el que, de acuerdo a las exigencias que impone el sistema penal acusatorio, la Fiscalía deberá acreditar ante el Tribunal de Enjuiciamiento la culpabilidad de Lutzow Steiner en los delitos que le imputa, con datos de prueba e indicios contundentes, más allá de toda duda razonable.

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