María Ruiz
El pasado miércoles 11 de septiembre, el organismo operador de agua y alcantarillado, Interapas, anunció que el agua proveniente de la presa El Realito “ya está lista” para ser inyectada a la red de agua potable.
Tras un año y medio sin servicio para 111 colonias se verificó, en colaboración con la Comisión Estatal del Agua (CEA), que el líquido cumple con los estándares de calidad y en las próximas horas comenzaría a distribuirse a los usuarios de la zona metropolitana de San Luis Potosí. Sin embargo, la realidad en algunas colonias dista mucho de este anuncio.
Habitantes del fraccionamiento Lomas de Morales, quienes habían dejado de recibir abasto de agua una vez que la presa El Realito y el acueducto del mismo nombre dejaron de funcionar, denunciaron que el agua que comenzó a llegar a sus hogares viene cargada de sedimentos y está turbia, luego del anuncio sobre la reactivación del suministro de agua proveniente de este acueducto.
Si bien se había notificado que el agua llegaría con sedimentos, la problemática se agravó al observar que no solo llega con este tipo de material, sino que también presenta malos olores y un color turbio que impide utilizar el líquido para actividades domésticas.
“No es justo que nos manden esta agua tan horrible. Tengo niños pequeños y temo que se enfermen”, expresó Marcela López Ramírez, vecina de la calle Valenciana.
Según López Ramírez, el agua que reciben no solo huele mal, sino que tiene un color y una textura que la hacen inutilizable para tareas básicas como lavar los dientes o bañarse.
“Estamos usando agua del garrafón para todo, y eso nos sale mucho más caro”, añadió, señalando que sus recibos de agua superan los mil pesos. “Nos cobran por agua potable, drenaje y tratamiento, pero lo que recibimos no es potable”.
Otra vecina, Nereida Salazar, fue aún más contundente y dijo que el agua que les llega del Interapas no es potable.
“No la podemos usar ni para bañarnos sin que nos cause problemas en la piel”.
Las afectadas acusaron al organismo de ser un “asesino en silencio” al enviar agua contaminada que perjudica a la comunidad, especialmente a niñas, niños y personas mayores.
Además, señaló que la falta de respuesta de las autoridades para resolver el problema ha generado frustración entre los vecinos, quienes consideran injusto pagar por un servicio de tan baja calidad.
A pesar de que Interapas asegura que el agua ha sido tratada y es apta para el consumo, los testimonios de los habitantes de Lomas de Morales pintan una realidad diferente.
“El agua tiene sedimentos blancos, es sucia y huele mal. No es agua potable”, insistieron.
Mientras tanto, los vecinos exigieron una solución inmediata y piden la intervención de las autoridades para garantizar que el agua que reciben cumpla con los estándares de calidad que se prometieron.
“No nos merecemos esto. Pagamos por un servicio esencial, y lo que nos están mandando es agua contaminada”, recalcaron.