Óscar G. Chávez
El sobre no llegó a las manos que debía llegar. Frase que circulaba en los pasillos de la Secretaría de Finanzas y dio lugar al rumor que apuntalaba el cese del titular de la dependencia, Omar Valadéz Macías. Ni el año completó.
Como es sabido y queda demostrado en esta administración, el cese posibilita dos caminos: destierro o reacomodo. Esta última es la vía que garantiza al gobierno gallardista ser enfermedad y remedio, una mala cataplasma que permita disimular los males por ellos ocasionados.
No resultaría raro, siguiendo este vicio dinámico, que como afirmaron algunos medios de comunicación el saliente secretario pasara como titular a la dirección de Pensiones.
Su lugar sería ocupado, siguiendo lo difundido por los medios, por Ariana García Vidal, administradora en el rubro educativo e integrante de las legiones verdes mexiquenses refugiadas en el estado desde el inicio de la administración.
Dada su procedencia –y siguiendo la repulsa gubernamental a lo foráneo– muy probablemente también a ella “le vale madres” el resguardo y administración de los recursos potosinos. ¿Y el San Luis para los potosinos?
No hay un buen desenlace cuando se dan a conocer los cambios por alguien ajeno a los reyes del gabinete, menos tratándose de los medios de comunicación. Un madruguete noticioso antes de un puente hizo al gobernador desmentir el rumor; el secretario de Finanzas se mantiene. ¿Hasta cuándo?
“Hay un clima propicio para que este fin de semana largo podamos vivir fiestas patrias en paz y tranquilidad”, según Guadalupe Torres Sánchez. Las lluvias son otra cosa, ¿para qué enturbiarlo con rumores?
Más propicio para él que para otros “Un enroque en la secretaría más importante” dijo hace dos días el gobernador. ¿Cuál será de acuerdo a los criterios gubernamentales?
De nuevo la rumorología en ambulatorios y entre secretarias. Sale Manuela Cázares ¿será que no renunció?, llega Guadalupe Torres (¡madre santísima de Ídem, protégenos!), lo sustituye José Luis Ruiz Contreras quien iría por la tercera dependencia que también infiltrará con sus estructuras.
Si ocurre así nada hay que hacer, ya está decidido, pero no es lo mismo una filtración a que, dada su megalomanía y corto repertorio verbal, lo dé a conocer el gobernador.
¿Para qué complicarse la vida atendiendo complicadas interrogantes que lo hacen trastabillar? Tan sencillo como responder que los cambios son necesarios y se darán en beneficio del estado.
¿Entonces fue Guadalupe quien ya no dio el resultado esperado o fueron las palaciegas intrigas del fiscal? De tiempo atrás se cuestionaban sus resultados, se criticaban sus intervenciones; poco cuidaba la espalda y los costados del gobernador por cuidar los propios.
¿Será necesaria la dupla Ruiz Contreras – Serrano? Son 29 ya los cambios hechos hasta ahora por el gobernador. Tres años en los que su gabinete no ha dado resultados o al menos no los que él esperaba. De la ciudadanía ni hablar porque no cuenta.
Otra posibilidad. Considerando que la administración estatal se encuentra a la mitad y vislumbrando un panorama poco promisorio en el ámbito de la sucesión, es necesario reforzar las áreas que pueden inutilizar a los adversarios del proyecto gallardista.
Un ejemplo simple nos lo da el órgano fiscalizador al buscar evitar que tome protesta como diputado el panista Marcelino Rivera, bajo el argumento del desvío de recursos cuando fue alcalde de San Martín, ¡hace veinte años!
Nada peligroso ni de cuidado, pero un panista menos siempre se agradece. De su suplente nada qué decir, al parecer ya fue cooptado. Atentos al cambio de Legislatura.
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