El Pollo da su 3er. Informe. No es El Emperador, pero sí pesa. Galindo tiene la opción

"Cada hombre tiene su propio destino": Vito Corleone.

Por Edgardo Pérez Alvelais

Cuando comparan al Pollo Gallardo con El Emperador del fascinante libro del mismo nombre de Ryszard Kapusciński es otorgarle un gran poder que no le corresponde. En lugar de madrearlo, sus enemigos no hacen más que exaltarlo y le hacen un inmerecido “homenaje” al compararlo con el emperador Haile Selassie de Etiopía, “el Rey de Reyes”, “el Elegido de Dios”, “el Muy Altísimo Señor”, “Su Más Sublime Majestad”, “descendiente directo de Salomón”.

No. No es así. Se equivocan rotundamente y por eso perdieron el poder. Fallaron en el análisis. Sus “pronósticos” los hicieron con las patas y con las tripas, no con el cerebro. Si bien, así lo perciben por el tremendo golpe que el gallardismo le ha propinado a la llamada “herencia maldita” y sus defensores, Ricardo Gallardo Cardona está muy lejos de ser “el León de Judá”.

Gallardo no es más que un simple mortal de Tlaxcala y Chole, ahora con gran poder. Un muchacho que tuvo la fortuna de tener un padre, una madre y una familia que lo aman, que lo han cuidado desde niño, que lo protegen; si quieren ustedes, a veces lo mal educaron, le dieron todo, pero lo regañaron y castigaron; lo sacaron de la cárcel y lo encumbraron en la primera magistratura de San Luis Potosí. Gallardo es un chavo que tiene 40 años menos que sus más hóstiles detractores; un muchacho que el pueblo quiere y que representa un cambio generacional.

Por más que quieran sovajarlo, Gallardo es un tipo inteligente que aprendió, como los buenos toros de lidia, en el castigo y se creció. En el tablero del Ajedrez Político supo hacer los movimientos, las combinaciones y las alianzas de poder con AMLO, los jefes del Partido Verde -Velasco- y Morena -Mario Delgado- que lo llevaron a la cima con perversos y excelentes operadores políticos como Héctor Serrano.

Su modelo de política que llevó al Partido Verde es el mismo clientelismo asistencial que AMLO impuló desde el PRD –desde entonces le levantó la mano-, y perfeccionó como aliado de Morena: Darle a la gente programas sociales, agua, comida, dinero, un saludo, un abrazo, una sonrisa, una esperanza, un especátulo; pan y circo romanos. Eso es lo que nunca hicieron los conservadores y sus rasputines intelectuales orgánicos que ahora lloran como mujeres lo que no supieron asesorar ni defender como hombres “pensantes”.   

No. Gallardo no es un monarca absoluto que gobernará San Luis Potosí en los próximos cincuenta años. Si acaso logrará imponer a su sucesor o sucesora para los próximos 6 años. Se equivocan. Gallardo no vive sus Mil y una noches. En realidad está preocupado por cumplir todas sus promesas de campaña y pasar a la historia como un buen gobernador, pero a él más le importa ser un buen esposo, un buen padre, un buen hermano, un buen hijo y un buen padrino para su gente.   

El Pollo está muy lejos de ser un “Señor feudal”. Si acaso aspira a ser un buen charro. Poco le importa ser dueño de vidas y haciendas, de conciencias y sentimientos, pero sí quiere ser un mandatario paternal, bondadoso y amante de su pueblo. En contra de él están muchos miembros de su gabinete y falsos “amigos” que le rodean y que sí tienen hambre de dinero, poder, lujos y que, si se descuida, lo pueden hundir y apuñalar por la espalda.

Galllardo hoy rinde su tecer informe y la entrevista de Daniel Ortiz en Pulso calentó el ambiente. Hay que reconocer, no tiene desperdicio.  El gobernador culpó a Carreras y a Marcelo de los Santos de los males de San Luis Potosí; justificó la estigmatización de la “herencia maldita” -él también tendra la suya-; habla de que si los corruptos del anterior régimen regresaran el dinero robado tendrían que traer un cammión de volteo y no las tradicionales cajas de huevo.

Veremos que dice hoy el gobernador en la ciudad de Las Camelias.

El Tercer Informe de Galindo

Uno de los aspectos que más me llamó la atención del tercer informe del alcalde Galindo fue su inteligencia y sensibilidad para decirle a Lupe Torres Sánchez, representante personal del gobernador Gallardo -que andaba en Quintana Roo con AMLO y Claudia Sheinbaum en la inauguración del nuevo tramo del Tren Maya a Chichen Itzá y en la apertura del legendario museo-hotel del mítico lugar que significa “el cenote de los brujos del agua” -y quien esto escribe conoce desde adentro-, que hubo un acuerdo político para que “juntos ayudáramos a gobernar San Luis Potosí”, cosa que no es nada fácil. Como se decía en tiempos de las protestas del Dr. Nava, “los potosinos somos como el atole, tardamos un chingo en calentarnos y también mucho en enfriarnos”.   

Días antes, en la ceremonia del Grito de Independencia en Palacio de Gobierno, a los Hombres G y a sus esposas se les vio muy felices, muy camaradas. ¡Sus colaboradores no daban crédito! Por un lado, se les ordena madrear al edil capitalino en redes sociales y, por el otro lado, los jefes, que siempre se arreglan, a pesar de la tropa, no cabían en elogios mutuos, besos y felicitaciones. O es hipocresía pura o es que Galindo no ha aceptado aún la indecorosa propuesta del Pollo para sumarse a las filas del Partido Verde y resolver, de una vez por todas, sus diferencias y su futuro político. Lo sabremos en su momento.

Otro punto que captó mi atención en el informe de Galindo, en contraparte con lo que después en Pulso expresó Gallardo, es que Marcelo, Silva Nieto, Teófilo -hoy Carmenchu-, la Pispis Zapata, Octavio Pedroza y Victoria Labastida, la “herencia maldita”, “¡son los héroes de la película, Papá!”.

Pero lo que más atrajo mi observación, fue la presencia de un gran periodista que si se ofrece puede ser incómodo para el gallardismo. Se trata de  Jorge Fernández Menéndez, a quien conocí hace 25 años en la presentación, en San Luis Potosí, de su libro “Narcotráfico y Poder”. Me di cuenta de que nada ha cambiado desde entonces. Así relataba y hoy aplica:

“’Algunas historias son difíciles de ver, generalmente porque las pistas están escondidas o disfrazadas, por accidente o a propósito. Pero otras historias te revientan en plena cara’, dice el legendario director de The Washington Post, Ben Bradlee, refiriéndose al caso Watergate”.

“Desde entonces confirmé que no se puede ser un analista político serio y bien informado sin atender esta otra cara de la realidad: no se puede explicar el poder sin atender todas sus variables. Y la del narcotráfico era, es una de las más notables”.

“El choque de esas dos corrientes, la pública y la subterránea, la democrática y la violenta, se dio en 1994 y sus consecuencias se arrastran hasta ahora”.

“Paradójicamente, el incremento de la guerra del narcotráfico está relacionada con la alternancia del poder”.

“Hoy, el narcotráfico ha penetrado, más profundamente que nunca, en la maquinaria del poder y de los partidos, incluso por encima de la voluntad de muchos protagonistas de la vida política nacional”.

“Iniciamos ahora, como en 1993, un nuevo acercamiento, en esta ocasión mucho más dramático y complejo hacia la sucesión presidencial y, hoy, no sabemos quiénes son los hombres que controlan, en realidad, el juego subterráneo”.

“Esta es la historia del poder que, sólo mirando, observando, investigando, desde otro ángulo: desde abajo, desde algunas de sus cloacas se puede conocer y contar. Es un relato realista y fantástico de personajes siniestros y míticos”.

“Blancornelas -potosino- es uno de los periodistas con más experiencia y respetabilidad que hay en México, que ha hecho crecer y madurar, en un medio tan hostil como Tijuana, un periodismo sin complacencias”.

“Blancornelas, desde la dirección del semanario Zeta, desenmascaró a grupos locales, muchos de ellos relacionados con el narcotráfico…Poco antes del atentado que sufrió, divulgó información sobre la banda de los narcojuniors, un grupo de jóvenes de ‘buenas familias’ de Tijuana que no sólo se involucraron de lleno con el narco, sino que incluso se convirtieron en especialistas de ejecuciones de adversarios”.

Cualquier semejanza con la realidad de hoy, no es mera coincidencia.

Simultáneas

  • Buena entrevista. Daniel Ortiz fue puntilloso con Gallardo en Pulso. Se debe reconocer que su trabajo periodístico no tiene desperdicio. Hizo preguntas que todos hubiésemos querido hacerle al mandatario potosino.  El periodista logró poner en aprietos a Gallardo que reveló que la extitular de la Secretaría de Salud, Mónica Rangel, devolvió no 22 millones de pesos, sino 150 millones de pesos, de los cuales, entregó la tercera parte en efectivo, transportada en cajas de huevo. Aseveró que ya hay gestiones para que los exgobernadores Juan Manuel Carreras y Marcelo de los Santos Fraga sean llamados a comparecer por su responsabilidad en anomalías registradas en la nómina estatal y en Pensiones.
  • Opacidad en la Fenapo. Gallardo reconoció que hay opacidad en el manejo de las cuentas de la Feria Nacional Potosina, pero indicó que es autosustentable, pues los gastos para contratar artistas salen en su mayoría de los ingresos propios del Patronato, aunque anticipó que haría cambios de funcionarios próximamente.
  • Sobre Lutzow (en realidad es un preso político). Gallardo dijo:Todavía un personaje está metido en la cárcel (Miguel Ángel Lutzow Steiner). No es un tema personal, es de la Fiscalía que pide que regrese 29 millones o 30 millones de pesos. Porque de repente piensan que se politiza el tema, pero lo que se quiere es que regresan el dinero.

En materia de salud, ¿qué está pasando con el Hospital Central?

Estamos viviendo el proceso de entrega con el IMSS Bienestar de la Federación, pero lleva un proceso. En el Hospital Central, lo entregamos hace casi 30 días, con todo el equipamiento y con el almacén lleno de medicamentos.

A partir de ese día, le tocaba entregar a la federación, pero van atrasados por 15 días.

Pero hay que entender que hay un proceso. Tampoco me voy a poner en un mal plan con la federación porque la federación sí ha tratado de hacer las cosas bien.

Pero no estamos como Dinamarca ¿verdad que no?,

Yo no lo voy a decir, pero lo estamos intentando.

¡Hasta el próximo lunes!

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UASLP. Comenzó como reportero en Canal 13 y para la revista Jaque. Dirigió Canal 9 de SLP y conoció de cerca el modelo de Radio Canadá en Montreal. Ocupó cargos de producción audiovisual, monitoreo, síntesis y análisis en Comunicación Social de Gobierno del Estado y del Ayuntamiento de la capital. Fue ejecutivo de Proyectos Técnicos y Especiales del Centro Nacional de Supercómputo del IPICYT y en la iniciativa privada participó en Seguros ING y AXA. Actualmente se desempeña en el sector inmobiliario y es director de Ajedrez Político SLP. Twitter: @AlvelaisPerez.

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