La gubernatura y Los Hombres G

Antonio González Vázquez

Los Hombres G empezaron a rodar el camino, cuyo punto de destino está en el 2027: La gubernatura.

A no dudarlo, Los Hombres G son ambiciosos y ejercerán el poder público en los próximos tres años con inocultable intencionalidad electorera.

El gobernador José Ricardo Gallardo Cardona, se propone construir un proyecto transexenal a favor de su esposa, la senadora Ruth Miriam González Silva. Al arrollar en las elecciones al Senado y obtener el escaño de primera mayoría, la también presidenta del DIF estatal se convirtió en la candidata natural por el Partido Verde Ecologista de México.

En el otro frente, el reelecto alcalde capitalino, Enrique Francisco Galindo Ceballos ha confirmado que irá por la candidatura. Eso lo tiene decidido, sin embargo, se levanta un oscuro manto de incertidumbre acerca de qué partido político lo podría postular. El priista no tiene de lado y no es bien visto, en su casa, en el tricolor.

Pero Los Hombres G no están solos.

Por la gubernatura tienen un tercero en discordia que bien les puede derrumbar sus sueños: Morena irá con candidata o candidato propio y contará con todo el respaldo del gobierno federal, así como de la nueva dirigencia encabezada por Luisa María Alcalde Luján. Se sabe que el obradorismo, devenido en claudismo, no volverá a dar más concesiones a la Gallardía en San Luis Potosí.

Eso ya lo han de tener en cuenta Los Hombres G: la elección a la gubernatura no será entre dos.

Gallardo Cardona ha dicho sin tapujos que intervendrá en su partido para decidir la candidatura; sin empacho, ha reconocido que su esposa sería una buena candidata, además de afirmar que son tiempos de mujeres. O incluso, como Plan B, lanzar a su padre, Ricardo Gallardo Juárez.

Galindo Ceballos confirmó que buscará la postulación: sí quiere y aspira.

No puede haber duda: Los hombres G estarán en la boleta en el 2027; Gallardo a través de su esposa y Galindo por sí mismo. La senadora como abanderada de una coalición entre el PVEM y PT, con la posibilidad de que otros partidos minoritarios se unan. En el caso del edil hay una incógnita: ¿será candidato bajo las siglas del PRI o del PAN, o bien, podrá concretarse de nuevo una alianza?

En la cuarta transformación potosina se da como un hecho de que Rosa Isela Rodríguez Velázquez será su candidata. Llegará al 2027 con todo el poder acumulado como secretaria de Gobernación y con todo el apoyo de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Su perfil es de sobra el más completo, pues fue titular de la Secretaría de Seguridad y Participación Ciudadana en la administración de Andrés Manuel López Obrador.

Al colocarles como prospectos a la candidatura, el fiel de la balanza se inclina inexorablemente a favor de la originaria de Xilitla.

Los Hombres G saben que el desafío será monumental, así que deberán prepararse a conciencia para lograr su propósito común. Están en desventaja ante la creciente fuerza que ha venido acumulando la 4T en todo el país.

Y han de prepararse, no solo en algo que de por sí es muy complicado: gobernar bien y dar resultados. La primera mitad de su sexenio Gallardo ha sido de claroscuros y el primer mandato de Galindo, también.

Para suplir sus deficiencias, errores, excesos y omisiones, han recurrido a lo que para ambos les ha resultado exitoso, la propaganda con un creciente gasto publicitario en medios de comunicación y la explotación permanente en redes sociales para elevar su imagen a un nicho que los coloca como el mejor gobernador y el mejor alcalde de la historia.

Sus logros potenciados al máximo gracias a esa publicidad, palidecen ante la severa problemática que enfrentan el estado y la capital: inseguridad, violencia, presencia de grupos del crimen organizado, desigualdad social, pobreza, desarrollo económico desequilibrado, desarrollo urbano caótico con un acento de beneficio a las empresas inmobiliarias, infraestructura hidráulica pública caduca e insuficiente, ausencia de proyectos para almacenar aguas pluviales, precaria infraestructura de plantas de tratamiento de aguas residuales, estrategias de movilidad urbana en el limbo y  una larga lista más.

En sus respectivos informes, Gallardo y Galindo mostraron el lado amable de las cosas, pero ocultaron el saldo deficitario de sus administraciones. Los problemas están a la vista y no hay nada que los pueda ocultar.

Pero su ambición es mucha, van por el 2027 y su botín más preciado: la gubernatura.

Aún falta mucho para eso, sin embargo, lo que llaman “los tiempos de la política” se han roto y hay una sucesión adelantada. Una lucha de bajo nivel tejida públicamente con una narrativa de cierta mesura que no por ello, deja escapar escenarios futuristas.

Luego de los comicios de junio pasado, el gobernador y su partido cumplieron la promesa de enderezarle una “megamadriza” a la oposición, de manera de que hoy por hoy, es la principal fuerza política en el estado.

La Gallardía se encuentra en el máximo punto y sobre esa base se afirma como la favorita para retener la gubernatura: su maquinaria de programas sociales y espectáculos para la diversión de la gente, le garantizarían alcanzar más de medio millón de votos.

Esa es su base y puede crecer para arrasar con todos.

De Los Hombres G, el gobernador tiene la sartén por el mango. La única debilidad posible es que, en su momento, Gallardo Cardona sea despojado del trato privilegiado que el obradorismo le dio para hacer posible que fuera gobernador.

Claudia Sheinbaum no es pragmática y no apoyará alianzas estatales solo para ganar una elección. En los recientes comicios federales respaldó el Plan C de López Obrador porque tenían el alto objetivo de ganar la mayoría calificada en el Congreso de la Unión.

Luego de ese logro, le dijo a Morena San Luis sobre la alianza con el PVEM: si no les debemos nada, eso se acabó.

Ese es el flanco débil del mandatario. Ya no tiene certeza de que en la presidencia de la república le abrirán las puertas, lo escucharán y le otorgarán lo que pida. Ya no.

Tan lo sabe Gallardo, que en reciente entrevista con Adela Micha, reveló su profundo agradecimiento a Andrés Manuel López Obrador porque, bien visto, gracias a él ganó las elecciones en 2021.

“Si algo le agradezco al presidente (López Obrador) es que a mí me dejó competir y demostrar que yo podía ganar San Luis Potosí siendo únicamente verde. Eso se lo aprecio, porque en ese momento fue un demócrata con nosotros y con San Luis”.

Lo anterior, implica que el líder nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, operó contra su propio partido en favor de Gallardo y que eso lo sabía y dio su anuencia, el presidente de la república.

Los Hombres G han emprendido el camino con un destino común, a ver quién se atraviesa a su paso para hacerles ver su suerte y los conduce al fracaso.

Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.

Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Ha sido docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación durante 25 años. Además, durante 30 años se ha desempeñado como periodista en medios como El Heraldo, El Mañana de Ciudad Valles, Pulso, Milenio San Luis, Diario Digital San Luis, Librevía, La Jornada, Global Media y actualmente en Astrolabio Diario Digital y Periodismo Político.com. También ha sido corresponsal de medios nacionales como Agencia de noticias Notimex, La Jornada y Milenio.

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