Por Victoriano Martínez
Mientras ante el cambio de poderes en el Gobierno Federal el acoso inmobiliario contra ejidos, comunidades y la propiedad social en general retomó nuevos bríos, este viernes 18 de octubre, ejidatarios y comuneros de la Sierra de San Miguelito acordaron con la Procuraduría Agraria Nacional acciones contundentes y definitivas para evitar la pérdida de sus territorios.
Representantes de los ejidos Mezquital, Núñez y Anexos, Guadalupe Victoria, y de la Comunidad de San Juan de Guadalupe se reunieron en la Ciudad de México con Víctor Suárez Carrera, procurador Agrario, a quien presentaron no sólo los conflictos agrarios dentro del Área Natural Protegida (ANP), sino también de otras partes del territorio potosino.
Para Suárez Carrera el acoso para afectar el territorio por parte de empresas depredadoras en San Luis Potosí no es algo desconocido. En 2004, según contó, participó en la defensa de Cerro de San Pedro con Mario Martínez Ramos, del Frente Amplio Opositor, colectivo que hoy participa en la defensa del ANP, a través de los Guardianes de la Sierra de San Miguelito.
Si durante el sexenio pasado, los antecedentes en el activismo social de María Luisa Albores González facilitaron que fuera sensible a las demandas para declarar ANP a la Sierra de San Miguelito, la misma condición de Suárez Carrera permitirá a comuneros y ejidatarios contar con un interlocutor dentro del gobierno de Claudia Sheinbaum para la defensa de su territorio.
De entrada, les ofreció una reunión de alto nivel con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu); la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), el Registro Agrario Nacional (RAN), y la propia Procuraduría Agraria con los núcleos agrarios involucrados.
Entre los acuerdos tomados este viernes está la elaboración de un estudio jurídico detallado sobre la forma en que los ejidatarios de La Garita de Jalisco perdieron su territorio, que forma parte de la Sierra de San Miguelito y ya está totalmente urbanizado, con el daño ambiental y los problemas de inundaciones en la ciudad que eso ha representado.
Una zona en la que resulta paradójico que instituciones como el Poder Judicial Federal, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, la Facultad de Ciencias de la UASLP hayan construido ahí grandes edificios con el daño ecológico que representan. Son parte de la depredación inmobiliaria que mutiló esa parte a la Sierra de San Miguelito.
La revisión jurídica sobre lo que fue el territorio del Ejido Garita de Jalisco incluirá un análisis sobre los antecedentes y las condiciones actuales de la tenencia de la tierra, aunque no con el objetivo de revertirla sino como un reconocimiento sobre la forma en que se dio el despojo como un caso a tener en cuenta para que no se vuelva a repetir.
El procurador Agrario fue informado sobre las estrategias jurídicas que mantienen los desarrolladores inmobiliarios que pretenden echar abajo el decreto que declaró Área Natural Protegida a la Sierra de San Miguelito para construir ahí los proyectos de fraccionamientos sobre los que no han desistido.
Entre las estrategias de los fraccionadores se encuentran en proceso de definición cuando menos 14 juicios de amparo que ponen en riesgo de exclusión del ANP 36 mil 520 hectáreas, por lo que se urgió a reforzar la defensa jurídica de la Sierra de San Miguelito.
Suárez Carrera se pronunció por acciones contundentes y definitivas que impidan, no sólo en la Sierra de San Miguelito, sino en los ejidos y comunidades cancelar de manera definitiva procesos de despojo como el que se dio en la Garita de Jalisco.
Entre esas estrategias, para el caso de la Sierra de San Miguelito se planteó la posibilidad de declarar la ANP como un asunto de seguridad nacional, que se ha tomado como una de las gestiones que se promoverán.
“La Procuraduría Agraria es su aliada, la Sierra de San Miguelito es un compromiso ineludible, vamos a ir con todo por su defensa”, les dijo Suárez Carrera. Un compromiso que revivió entre los presentes la consigna que acompañó a todo el proceso previo a la declaratoria de ANP: La Sierra de San Miguelito no se toca.