Por Victoriano Martínez
Cuando las autoridades estatales y municipales privilegian el sentido propagandístico de sus acciones con insensible promoción personal para proyectarse como buenos gobernantes, quien paga las consecuencias es la población porque lejos de mejorar los servicios que recibe se le bombardea con información que pretende hacerle creer que así es.
El pasado mes de agosto, el Cuerpo de Bomberos de la Ciudad realizó un paro de labores por las malas condiciones en las que trabajan, tanto salariales como de limitaciones con sus instrumentos de trabajo, y la respuesta de las autoridades ha quedado sólo en posturas públicas que no se han reflejado en mejoras para los bomberos.
Los requerimientos del Cuerpo de Bomberos para poder operar al 100 por ciento de sus condiciones son específicos y no los desconocen ni el gobernador Ricardo Gallardo Cardona ni el alcalde Enrique Galindo Ceballos, pero en lugar de hacerle frente y apoyar efectivamente, sólo expresan desplantes declarativos.
“El Patronato (del Cuerpo de Bomberos) sigue trabajando, sigue buscando fondos para la contratación del personal que nos falta, porque actualmente necesitamos contratar al menos 50 bomberos más para operar al 100 por ciento”, expuso la semana pasada el comandante Adolfo Benavente Duque.
Una situación que obliga a los actuales integrantes del Cuerpo de Bomberos a tener el doble de trabajo. Es el precio que tienen que pagar por los desplantes de solucionadores del problema por parte del gobernador y el alcalde.
Gallardo Cardona asegura que se planteó otorgar a los bomberos los mismos beneficios que reciben otras instituciones de seguridad, como la Guardia Civil, el Ejército y la Guardia Nacional, que incluye un seguro de vida que otorgue una vivienda del Infonavit y un bono de un millón de pesos, en caso de incapacidad o fallecimiento en cumplimiento de su deber.
“Queremos incluir a los bomberos en este sentido, para que, si enfrentan algún problema o eventualidad, estén cubiertos con una vivienda y con el bono del millón de pesos que entregamos a los caídos”, aseguró Gallardo Cardona.
No obstante, aseguró que sobre esa y otras propuestas que se plantearon no ha tenido respuesta por parte de los bomberos como si requiriera su anuencia para poder ayudarlos.
La crisis de los bomberos se agudizó a partir de la llegada del actual gobierno cuando, en el primer Presupuesto de Egresos propuesto por Gallardo Cardona, se le retiró a todas las Instituciones de Salud y Asistencia Social con subsidio el apoyo que recibían por parte del erario.
En el Presupuesto de Egresos de 2021, aparecían con subsidios ocho cuerpos de bomberos de los municipios más poblados del Estado. Recibieron ese año 12 millones 549 mil 238 pesos, de los cuales al correspondiente a la ciudad de San Luis Potosí le entregaron 4 millones 974 mil 900 pesos. Un recorte que a partir de 2022 impactó las finanzas de los bomberos.
Galindo Ceballos afirma que le ha duplicado el apoyo a los bomberos para el pago de nómina, cuando la relación de egresos del Ayuntamiento muestra que ha establecido una cuota fija desde 2022 que incluye los recursos que les corresponden por los parquímetros y los pagos por servicios de dictámenes de factibilidad.
De haber duplicado los apoyos, los pagos a los bomberos no se habrían mantenido estables: en los últimos tres meses del 2021, les entregó 2 millones 515 ml 380.60 pesos; durante 2022, 9 millones 800 mil pesos; en 2023, 9 millones 600 mil pesos, y en lo que va de 2024 les ha entregado ocho millones de pesos.
De los 42 cheques que ha emitido el Ayuntamiento a favor de los bomberos a partir de noviembre de 2021, 33 hacen referencia a la aportación que corresponde por los ingresos de los parquímetros.
No es ninguna concesión del alcalde como para que exprese en primera persona haber incrementado el apoyo, son recursos etiquetados sobre los ingresos de los parquímetros que, para colmo, tendrían que variar según el uso de los cajones de estacionamiento, pero ni siquiera se reportan esos ingresos para determinar el apoyo.
Optó por una cuota fija que mantiene desde 2022, como si fuera una cuestión de su voluntad y benevolencia. Hasta pide a los integrantes del Patronado de Bomberos, a los grupos de bomberos y al comandante Benavente Duque que unan esfuerzos para mejorar el servicio.
“Les pedí que se junten los tres grupos y nos pongamos de acuerdo, porque los bomberos son tan importantes que no podemos politizar el tema”, expresó Galindo Ceballos.
El caso es que la falta de solución a las carencias con que trabajan los bomberos nada tiene que ver con la politización del tema y sí mucho con el uso propagandístico y de promoción. Si no, ¿para qué tiene que mentir sobre el incremento en los apoyos? ¿Acaso no espera el aplauso y reconocimiento de la población por ser un alcalde tan bondadoso con esa noble causa?
Y en el caso de Gallardo Cardona: ¿para qué presumir que se han hecho increíbles propuestas de mejora de las condiciones de trabajo de los bomberos si con su llegada perdieron un ingreso de casi cinco millones de pesos? ¿Y si les devolviera el subsidio que tenían antes de su llegada a la gubernatura?
La mayor dificultad para resolver las carencias del Cuerpo de Bomberos es la forma en que Gallardo Cardona y Galindo Ceballos privilegian proyectar una buena imagen ante la población, sin importarles que con esa mascarada es a ésta a quien ponen en riesgo por la posibilidad de que los bomberos se puedan ver rebasados ante una emergencia.
