Por Victoriano Martínez
El acoso empresarial por la posesión de tierras ejidales para desarrollos inmobiliarios, industriales y hasta la construcción de autopistas no cesa, y en el caso del Ejido La Pila, por su colindancia con la zona industrial, enfrenta cuando menos 100 operaciones en las que empresarios pretenden dominio pleno sobre grandes extensiones de territorio.
Ejidatarios inconformes con la venta de su territorio lograron obtener en días pasados copias de documentos que describen la forma en que opera uno de tantos casos en los que integrantes y ex integrantes del comisariado ejidal trafican con las parcelas tanto para reagruparse para mantener la directiva como para hacer negocios con los empresarios.
El Ejido La Pila enfrenta una oleada de empresarios-avecindados desde hace más de una década que hay tenido varios intentos por apropiarse de las tierras ejidales para desarrollos industriales.
A mediados de 2022, el intentó fue por apropiarse de mil 888.99 hectáreas que desarrollar un complejo industrial que pretendía ser el más grande de América Latina. Aunque la sesión de derechos se trató en una asamblea, por diversas irregularidades e ilegalidades el acta de esa sesión no pudo ser inscrita en el Registro Agrario Nacional.
En diciembre de ese mismo año, también en una asamblea ejidal de La Pila se pretendió autorizar al Comisariado para contratar la venta de 30.26 hectáreas para la construcción de una autopista libramiento por parte de la empresa Mexicana de Técnicos en Autopistas (META). Incluso se comenzaron a pagar los terrenos a los ejidatarios.
En ambos casos, la movilización de un grupo de ejidatarios inconformes que denunciaron las irregularidades mediante juicios agrarios evitó el despojo, aunque los litigios en los Tribunales agrarios continúan.
Los embates por apropiarse de los terrenos ejidales han incluido además de los intentos por arrebatarles las tierras a los ejidatarios, también acciones para dejarlos sin sus derechos agrarios al intentar suspendérselos por presuntamente afectar las acciones en beneficio del Ejido.
Con la información que recién ha obtenido uno de los grupos de ejidatarios inconformes, se ha abierto un nuevo juicio agrario ante el Tribunal Unitario para evitar la venta irregular de 51.48 hectáreas por parte de Armando Cuauhtémoc Zarate Arvizu, quien en un determinado momento se alió con el actual Comisariado.
De acuerdo con la versión de los ejidatarios, Zárate Arvizu se contaba entre los líderes del grupo de Tobías López Delgado, contrario al actual comisariado ejidal, J. Guadalupe Martínez Rivera, pero éste lo convenció de unirse a su grupo con unos 30 seguidores a cambio de entregarles tres lotes de parcelas.
Zárate Arvizu, como líder del grupo que se incorporó a favor de Martínez Rivera, promovió la renta de ese territorio a desarrolladores industriales por un monto de 10 millones de pesos y un plazo de 25 años, mediante un contrato que se firmó el 11 de agosto de 2016.
No obstante, según los documentos de los que obtuvieron en copias esta semana, Zárate Arvizu traicionó a su propio grupo y ha vendido cuando menos 51.48 hectáreas según consta en el Convenio de cesión de derechos parcelarios a título oneroso que firmó con Juan Carlos Payan Hernández, el 3 de noviembre de 2021,
Los ejidatarios inconformes cuentan con al menos cuatro documentos relacionados con las irregularidades en las que se incurre para la venta de esas 51.48 hectáreas. El caso ya fue llevado al Tribunal Unitario Agrario, donde se realizará la primera audiencia el próximo 4 de diciembre.
De acuerdo con los ejidatarios inconformes, como el caso Zárate Arvizu estiman que puede existir un centenar más en su Ejido, en el que se dan tratos entre ejidatarios originales y empresarios-avecindados que pretenden obtener derechos plenos sobre su territorio, principalmente para la construcción de naves industriales por su ubicación.